México DF –La XII Caravana de las Madres Migrantes Centroamericanas, que han recorrido gran parte de México en la búsqueda de sus hijos y parientes, quienes se han perdido en el camino rumbo a los Estados Unidos, acumula seis reencuentros y el hallazgo de nueve centroamericanos en el Reclusorio Norte del Distrito Federal. Estos últimos incomunicados con sus familias.
Las historias humanas son como el alimento permanente de la caravanacuyo slogan es “Buscamos vida en caminos de muerte”.
Así se marcó este día una nueva etapa de las peregrinas, cuando el caso de la hondureña Ángela Lacayo, quien busca a su hijo Jarvin Josué Velázquez, de 27 años, fue objeto de interés para los medios de prensa, debido a lo triste de su historia.
Ángela comenta, al diario digital La Opinión, su desconocimiento respecto a la ruta que su hijo cruzaría en su viaje hacia el norte del continente. Apenas sabe que su Jarvin alcanzó la franja colindante a Reynosa, Tamaulipas.
También tiene claro que el coyote, originario de esa zona mexicana, les cobró tres mil dólares por posibilitar el cruce de Jarvin hacia los EEUU.
Foto tomada: El Diario NY
De eso han pasado 10 meses, relató a periodistas a quienes mostró la foto de su hijo de quien ahora no sabe su paradero.
Jarvin desapareció en una zona donde las operaciones de los carteles de la droga son constantes y las bandas de criminales son activas al igual que el tráfico humano y la utilización de los inmigrantes sin documentos como mulas del narco o como esclavos sexuales o de trabajo.
Aun bajo esas circunstancias, la mujer conserva la esperanza, al final, es el corazón de una madre que no se resigna a perder a su hijo. Como ella, decenas de mujeres centroamericanas siguen la ruta en una jornada que cada año recuerda como en el camino son muchos los migrantes que mueren o simplemente, desaparecen.
Datos de la Universidad Autónoma de Zacatecas, citados en el periódico digital La Opinión, indican que 120 mil centroamericanos han desaparecido en el camino mientras que la Comisión Nacional de Derechos Humanos dice que la cifra asciende a unos 70 mil.
Así, tras recorrer 11 estados y una treintena de localidades, las madres centroamericanas están en la víspera de retornar a Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua. Algunas de ellas prendadas de la alegría de los reencuentros, pero las más, con el dolor que no les deja pero que tampoco mella sus espíritus para reanudar un próximo viaje, hasta lograr saber de sus seres amados.
