Tegucigalpa – Un Informe de la Estrategia Internacional para Control de Narcóticos (INCSR, por sus siglas en inglés) del Departamento de Estado de EEUU destaca que ese país junto al gobierno de Honduras trabajan para interrumpir la importación y el desvío de precursores químicos a través de este país centroamericano.
En su primer informe durante la Administración del presidente Joe Biden, el NCSR indica que la desviación de precursores químicos sigue siendo un problema en Honduras, el país tiene un sector comercial activo involucrado en la fabricación y venta de precursores químicos comunes.
En ese sentido, destaca que el gobierno de Honduras trabaja en estrecha colaboración con las autoridades estadounidenses para interrumpir la importación y el desvío de precursores químicos a través de este país centroamericano.
En el informe se detalla que entre enero y agosto las autoridades hondureñas incautaron en Puerto Cortés 642 mil 680 kilogramos de óxido de calcio y 20 mil 716 kilogramos de carbonato de potasio presuntamente desviados para su producción ilícita.
Señala que los narcotraficantes explotan el territorio hondureño para el tránsito de cocaína con destino a EEUU y precursores químicos utilizados para la producción para producir drogas ilícitas.
Indica que Honduras es un país de tránsito clave de cocaína con destino a Estados Unidos. La cocaína transita también por EEUU, luego de hacer su primera llegada a otros países
Asimismo, destaca que durante los primeros nueve meses de 2020 las incautaciones de cocaína superaron las de 2019, producto del trabajo con las autoridades hondureñas en contra de este delito.
El INCSR detalla que el cultivo de coca a pequeña escala ha estado presente en Honduras durante al menos la última década; sin embargo, resalta que las autoridades hondureñas son cada vez más activas en la erradicación.
El informe del Departamento de Estado indica que entre las medidas implementadas por las autoridades hondureñas para combatir el tráfico de drogas se puede mencionar la aplicación de la justicia a la Policía, el Ejército y otros funcionarios gubernamentales involucrados en el tráfico de drogas y delitos relacionados.
Estados Unidos se compromete con las autoridades hondureñas para negar a los narcotraficantes el uso del territorio hondureño, aumentar las incautaciones, facilitar las extradiciones de los traficantes, apoyar los enjuiciamientos en Honduras y construir una presencia de seguridad más sólida en las áreas afectadas.
Asimismo, menciona que, para combatir el lavado de activos, en el último trimestre de 2019, Honduras, bajo el liderazgo de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) y con el apoyo de donantes, estableció una estrategia nacional sobre lavado de dinero y combate a armas de destrucción masiva para implementar leyes y regulaciones relacionadas.
La Ley de Soberanía Aérea de Honduras es un posible primer paso hacia el fortalecimiento de la cooperación entre los Estados Unidos y Honduras en la lucha contra el tráfico aéreo de drogas, reconoce el informe.
De la misma manera, la Tasa de Seguridad, instituida en 2014 para compensar los desafíos de financiamiento, ha ayudado a las agencias de seguridad; sin embargo, se requieren más fondos para poder seguir luchando contra estos grupos, advierte.
Los Estados Unidos brinda asistencia a Honduras a través de la Iniciativa de Seguridad Regional de Centroamérica.
De la misma manera tiene una estrecha colaboración con el gobierno de Honduras para crear un Centro Combinado para Operaciones Interagenciales (CCOI) para coordinar las operaciones de interdicción y el intercambio de información entre el Ejército, la Policía, los investigadores y los fiscales hondureños.
En ese sentido, Estados Unidos apoyará al CCOI para equipar la instalación y desarrollar las políticas necesarias y los procedimientos operativos estándar. OM
