Tegucigalpa – La Iglesia Católica de Honduras reprochó hoy a quienes buscan un cristianismo mediocre y pidió orar por el santo Padre, el papa Francisco, quien permanece hospitalizado desde hace nueve días en Roma a causa de una neumonía bilateral.
El arzobispo de Tegucigalpa, José Vicente Nácher Tatay en su homilía expresó que “quien haya venido hoy a misa a buscar un cristianismo con rebaja, es decir un cristianismo mediocre, saldrá frustrado”.
La fuerza de la palabra de Dios es comprensiva con los fallos de los hombres, pero no con la mediocridad que adormece y acomoda, agregó.
Razonó que Jesús en el Evangelio de hoy nos llama de una manera revolucionaria a amar a nuestros enemigos, ¿qué mérito tiene amar a los que os aman?
Solemos pensar en Dios simétrico, es decir en un Dios que hace el bien a los buenos y que quiere más a los que le quieren a él, pero no es así. Dios es asimétrico, un Dios que nos ama y nos perdona sin mérito nuestro, que pierde su vida para que nosotros la ganemos, caviló.
En cambio el hombre aprecia a quien le aprecia y rechaza a quien no le cae bien, pero Dios no es así, el Dios que nos revela Jesús nos ama a todos desde nuestra concepción, expresó.
Entonces la forma de la que vale la pena vivir es orando, bendiciendo y amando sin esperar nada a cambio, dijo.
No sabíamos amar, por eso Dios nos amó primero, cerró.
El arzobispo pidió continuar en oración por la salud del papa Francisco, informó que su estado sigue siendo delicado y que la Iglesia manda a continuar en oración por el vicario de Cristo en la tierra.
A continuación Proceso Digital reproduce la lectura del día tomada del santo evangelio según san Lucas
Lucas 6, 27-38
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los aborrecen, bendigan a quienes los maldicen y oren por quienes los difaman. Al que te golpee en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite el manto, déjalo llevarse también la túnica. Al que te pida, dale; y al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames.
Traten a los demás como quieran que los traten a ustedes; porque si aman sólo a los que los aman, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores aman a quienes los aman. Si hacen el bien sólo a los que les hacen el bien, ¿qué tiene de extraordinario? Lo mismo hacen los pecadores. Si prestan solamente cuando esperan cobrar, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores prestan a otros pecadores, con la intención de cobrárselo después.
Ustedes, en cambio, amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar recompensa. Así tendrán un gran premio y serán hijos del Altísimo, porque él es bueno hasta con los malos y los ingratos. Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso.
No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den y se les dará: recibirán una medida buena, bien sacudida, apretada y rebosante en los pliegues de su túnica. Porque con la misma medida con que midan, serán medidos’’. (RO)