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Huir de las tentaciones y las pasiones pide Iglesia Católica

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Tegucigalpa – Huir de las tentaciones y las pasiones en este tiempo de la cuaresma pidió este domingo la Iglesita Católica durante la homilía pronunciada por el cura párroco de la catedral metropolitana San Miguel Arcángel de Tegucigalpa, sacerdote Juan Carlos Martínez.

El prelado pidió alejarse de esa tentación de querer ser como Dios, de la tentación de la arrogancia, de los privilegios y de la prepotencia que están presentes en esta cultura dominante.

Asimismo, recomendó huir de la tentación del consumismo y la ambición de poder, pues si somos presa de esas tentaciones nos estamos arrodillando ante el diablo.

Reseñó que Jesús fue llevado por el espíritu por el desierto mientras era tentado por el diablo y es conmovedor y hasta emocionante contemplar a Cristo en el desierto, sometido a las crisis, a la oscuridad, a la angustia y a la vez a la escucha de lo que Dios quiere de Él.

Indicó que las tentaciones de Jesús son como toda tentación humana, la tentación es una experiencia permanente del ser humano, son las tentaciones del querer, del poder, de la codicia, del consumismo compulsivo y desaforado.

Se refirió al pasaje bíblico donde el diablo tentó a Jesús cuando sentía hambre a lo que Cristo le respondió que no sólo de pan vive el hombre y ciertamente, necesitamos algo más que el pan porque no se puede reducir al ser humano a lo económico, a lo material.

“Jesús experimentó, como nosotros, en su carne, la fuerza de la tentación sintió la duda, el miedo, la inseguridad, la seducción del prestigio y el poder, pero Jesús eligió el camino de la docilidad total al Padre”, refirió.

Acotó que Jesús venciendo el mal abre el camino de la liberación más profunda y nosotros también experimentamos en nuestra propia carne la tentación, las que vienen de adentro, nuestras fragilidades, nuestras heridas, nuestras carencias, pero también las que vienen de afuera de una sociedad seductora.

“Nos seducen las cosas, las personas, los ambientes, el prestigio, quién podrá liberarnos de tantas fragilidades y de tantas heridas…Jesús que las ha vencido y nosotros apoyados en Él también podemos vencerlas, si nosotros apoyados en la fuerza de su amor, podemos vencer nuestras propias tentaciones”, apuntó.

Agregó que al comenzar esta cuaresma hoy podemos preguntarnos por nuestras tentaciones, qué es lo que nos separa de lo esencial de nuestra vida, qué es aquello que no nos deja en libertad para seguir a Dios o para hacer un proceso serio de conversión.

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