Tegucigalpa – No llevan capa, ni un traje de superhéroe, mucho menos poseen poderes, su única protección es una mascarillas, guantes y su uniforme de rutina, ellos son los hondureños que trabajan en el sector de la salud en Estados Unidos, héroes anónimos que luchan contra la expansión de la pandemia del coronavirus.
-Los inmigrantes representan el 16.5 % de la fuerza sanitaria contra el COVID-19 en EE.UU.
-Suministros y equipos de protección es la única exigencia de los empleados de la salud para hacer frente al coronavirus.
Se trata de decenas de migrantes hondureños, que hoy prestan sus servicios en el área de la salud en EE.UU. para hacer frente a los efectos del COVID-19 que ya deja más de 33 mil muertos en el mundo, más de dos mil de ellos en la unión americana.
Proceso Digital conversó con algunos de estos héroes anónimos, uno de ellos Erasmo Ramos, un hondureño oriundo de Danlí, El Paraíso, que trabaja en el Hospital presbiteriano de Nueva York (NewYork–Presbyterian Hospital).
Hace 23 años emigró de Honduras en busca de un mejor futuro, logró culminar estudios universitarios y logró una maestría en el área administrativa lo que lo llevó a ocupar el puesto de gerente de servicios dónde supervisa la labor de más de 240 empleados de la salud.
Una de sus principales funciones es suplir los insumos a las diferentes unidades médicas del hospital que está considerado como el sexto de los Estados Unidos por la revista U.S. News and World Report. Leer nota completa
