«Se llegó a un 80 por ciento de lo que Honduras pidió», manifestó Zelaya durante un acto oficial en Comayagua, unos 80 kilómetros al norte de Tegucigalpa.
En los juicios que Honduras ha librado en La Haya por contenciosos limítrofes, «en ningún fallo hemos conseguido el 100 por ciento» de las demandas; «no es que consigamos el 100 por ciento, nunca lo hemos conseguido», enfatizó Zelaya.
Así sucedió, recordó, en el fallo de la CIJ de 1960 sobre un laudo del rey Alfonso XIII de España que en 1906 delimitó la frontera terrestre con Nicaragua, y en la sentencia de 1992 que dirimió el contencioso marítimo y terrestre con El Salvador.
La CIJ trazó el lunes la frontera marítima entre Honduras y Nicaragua en el Caribe, en su sentencia del juicio incoado en 1999 por el país vecino.
Honduras defendía el paralelo 15 como frontera tradicional con Nicaragua, cuyo reclamo iba hasta el paralelo 17.
La Corte estableció que la nueva frontera siga una línea bisectriz entre las costas de los dos países y confirmó la soberanía de Honduras sobre las islas Bobel, Savanna, Port Royal y Sur.
La nueva línea marítima fronteriza entre los dos países comienza en las coordenadas 15º00’52» norte y 83º05’58» oeste, a tres millas mar adentro a partir de la desembocadura del río Coco, que marca gran parte de la frontera terrestre.
Varios expertos hondureños en derecho internacional señalan que la línea divisoria fijada por La Haya se acerca más al planteamiento de Honduras sobre el paralelo 15 que al reclamo de Nicaragua hasta el paralelo 17.
El presidente Zelaya insistió en que la sentencia de la CIJ supone «80 por ciento de lo que Honduras solicitó; me parece que la cifra, bastante aproximada, es equitativa y compensatoria para lo que Honduras había solicitado».
Comentó que, en vista del contencioso, Honduras no había tomado ciertas acciones de soberanía en la zona en disputa, pero «ahora sí podemos tomarla porque está definida para siempre; ese fallo es inapelable y es definitivo».
En declaraciones por separado, el canciller hondureño, Milton Jiménez, dijo a los periodistas que, tras los análisis de la sentencia, podía afirmar tajantemente “que los resultados han sido los mejores para Honduras y para Centroamérica”.
“Cuando uno se ve inmerso en acciones de esta índole no es posible esperar un resultado que sea en un 100 por ciento favorable, sin embargo, puedo decir con toda seriedad que el resultado es bastante favorable, muy cercano a lo que Honduras originalmente planteó y a la defensa que Honduras hizo frente a las pretensiones de un país vecino y hermano como Nicaragua”, señaló.