Tegucigalpa – El presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Tegucigalpa (CCIT), Daniel Fortín, advirtió que Honduras se encuentra “un poco atrás” en comparación con el resto de Centroamérica en materia de atracción de inversión extranjera y desarrollo de inversión local, debido a una serie de factores que afectan el clima de negocios.
-Fortín recomendó “bajarle tres rayitas a la confrontación” y promover un pacto de no agresión entre los hondureños
Según Fortín, producir en el país es más costoso, los trámites para obtener permisos son complicados y existe una alta burocracia, sumado a la inestabilidad política, la inseguridad jurídica, el cambio constante de reglas y la confrontación política interna.
“Todo eso hace que los ojos del mundo en cuanto a inversión volteen a ver otros lados más estables, y que incluso el inversionista local tenga temor de arriesgar su capital”, señaló.
El dirigente empresarial lamentó que Honduras nunca haya contado con un plan de corto, mediano y largo plazo que encamine al país hacia un modelo sostenible de desarrollo. “Mientras no nos sentemos a definir qué queremos como nación, hacia dónde la queremos llevar y cómo vamos a mejorar la educación, la salud, la infraestructura, la estabilidad política y la seguridad jurídica, jamás vamos a salir adelante”, lamentó.
Fortín advirtió que la situación actual pone en riesgo a la clase media, la cual considera clave para el crecimiento económico. “En los países más prósperos del mundo, la clase media es fuerte. Nosotros corremos el riesgo de que desaparezca, y sin ella es muy difícil construir un país en desarrollo”, dijo.
En el plano político, expresó su preocupación por el ambiente de confrontación previo a las próximas elecciones. “No recuerdo unas elecciones tan polarizadas. Hay quienes hasta dudan si se van a realizar, si serán limpias o fraudulentas, o si habrá caos. Honduras no puede vivir en esta incertidumbre permanente”, sostuvo.
Fortín hizo un llamado a “bajarle tres rayitas a la confrontación” y promover un pacto de no agresión entre los hondureños, recordando que las elecciones deberían ser “una fiesta democrática” en la que los ciudadanos escuchen propuestas y no únicamente insultos y amenazas.LB