Tegucigalpa (Especial Proceso Digital /Por Lilian Bonilla) – A tres días de las elecciones primarias en Honduras, programadas para el 9 de marzo, persisten la preocupación sobre la transparencia y eficiencia del proceso electoral, debido a deficiencias en el suministro de energía eléctrica y problemas de conectividad en varios centros de votación.
– Se deben garantizar soluciones prácticas y eficientes ante la falta de energía eléctrica y conectividad en cientos de centros de votación para evitar la suspicacia y garantizar la transparencia.
– Según técnicos existen varias alternativas que no dejan lugar a excusas para que no se transmitan los datos por falta de energía eléctrica.
El historial de apagones y fallas en el servicio eléctrico en diversas zonas del país ha generado inquietud en la ciudadanía, que espera ejercer el sufragio en paz y con la garantía de un proceso electoral eficiente y transparente. Un apagón el pasado sábado, que dice Honduras se originó en el sistema de interconexión en El Salvador, ha levantado algunas suspicacias.
Analistas conocedores tanto del tema político como de energía coinciden que en cuanto a la parte logística el gran desafío el día de las elecciones (Día D), son la Biometría y el sistema de Transmisión de Resultados Electorales (TREP), ambos elementos claves en el desarrollo del proceso electoral. La biometría desde el inicio y desarrollo del proceso, mientras el TREP, será básico en el cierre del proceso, y ambos requieren de energía eléctrica.
Además, entre las compras más caras que el CNE ha hecho para las elecciones primarias 2025, se destacan la adquisición que se hizo con la empresa venezolana Smartmatic International Holding B.V. del Sistema de Identificación Biométrica con un costo de 220,186,762.00 millones de lempiras, mientras el Sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP), tiene un precio de 311,928,910.14, de lempiras para un total entre ambos sistemas de 532,115,672.14 millones de lempiras.

Para los analistas la falta de energía o el mal servicio de la estatal eléctrica no debería interferir en la implementación de esta millonaria inversión, sencillamente se deben buscar alternativas viables.
Los especialistas remarcan que con el alto presupuesto asignado al CNE, que asciende a 2,053,024,280 lempiras, se esperaría que todos esos inconvenientes se puedan superar sino en un 100% por lo menos en un gran porcentaje y a estas alturas no deberían existir los mismos problemas de energía eléctrica y conectividad, aunque es el gobierno central el encargado de electrificar las escuelas el CNE, no habría hecho bien su tarea de exigencia en ese sentido.
El presupuesto asignado para el proceso electoral actual es el más alto de la historia apuntan los conocedores detallando que para el caso en el año 2021, las elecciones primarias contaron con 1,000 millones de lempiras, cantidad a la que se le sumó una ampliación de 760 millones de lempiras sumando en total 1,760 millones de lempiras para las elecciones generales. Autoridades del CNE justifican el incremento a la implementación de nuevas tecnologías y el caudal electoral, pero ante este incremento se espera que también se den soluciones a las carencias como la falta de energía supliendo con alternativas viables.

Persisten miles de centros sin energía
Según datos proporcionados por las autoridades electorales, existen al menos 1,728 centros de votación con problemas tanto de energía como de conectividad, lo que podría dificultar la rapidez y confiabilidad del conteo.
Estudios en el ámbito educativo coinciden con los serios problemas que existen en cuanto a la electrificación de centros escolares. Se indica que Olancho lidera las cifras, con más de 600 escuelas sin electricidad. En El Paraíso, 725 centros educativos demandan atención urgente, ya que 524 carecen de energía. En Yoro, la situación no es mejor, con 448 escuelas en las mismas condiciones, mientras que, en Choluteca, 284 centros educativos carecen de este servicio esencial. A pesar de ser uno de los departamentos más desarrollados, Francisco Morazán no escapa a esta realidad, con 320 escuelas sin acceso a electricidad.
Aunque las cifras que brinda el CNE, son inferiores, en cuanto a los centros que carecen de energía, hay quienes ponen en duda que las cifras hayan bajado porque no hay constancia de cuántos centros se han electrificado en los últimos años.
Pero lo cierto es que la crisis energética en las escuelas no solo afecta la educación, sino que también plantea serios desafíos para los próximos comicios. Los datos revelan que Olancho tiene 116 centros de votación sin electricidad; El Paraíso, 99; y Francisco Morazán, 65. Otros departamentos con afectaciones significativas son Yoro (60), Gracias a Dios (56) y Choluteca (48).
Estas cifras generan preocupación, ya que estos departamentos reúnen a más de 1.7 millones de votantes. Sin embargo, algunas proyecciones indican que la carga electoral de los centros sin electricidad podría acercarse a los 500,000 votos, un número considerable que podría verse afectado por las deficiencias en la infraestructura eléctrica.

Alternativas para minimizar riesgos y garantiza transparencia
Ante este panorama, sectores políticos y observadores han instado al CNE y a las autoridades responsables a implementar planes de contingencia que aseguren el correcto funcionamiento del proceso y la pronta transmisión de resultados.
Hasta el momento, el CNE no ha detallado medidas concretas para mitigar estos riesgos, particularmente en el caso de los centros de votación que carecen de energía eléctrica para garantizar un proceso electoral eficiente y sin contratiempos.
El especialista en temas de energía Kevin Rodríguez, en entrevista con Proceso Digital, manifestó su preocupación por el suministro eléctrico en el contexto electoral. «Si no hay energía, no hay manera de poder operar un router para la señal de internet, a menos que se tenga acceso a internet satelital, como por ejemplo Starlink», señaló.
Rodríguez, advirtió que los problemas de energía en Honduras continúan sin resolverse, lo que no solo impacta a la población con apagones y tarifas elevadas, sino que también podría afectar el proceso electoral de 2025.
Seguidamente lamentó que aún no se han tomado las medidas necesarias para garantizar un suministro eléctrico confiable en los centros de votación, lo que podría dificultar la transmisión de resultados en tiempo real. Explicó que los escáneres utilizados en el proceso requieren energía y conexión a internet para enviar los datos al Centro Nacional Electoral, y que la falta de previsión por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE) es preocupante.
«La situación no es tan complicada. La tecnología actual permite solventar estos problemas. Por ejemplo, en zonas donde no hay conexión a internet, pero sí energía eléctrica, se pueden establecer soluciones parciales. En los centros de votación sin electricidad, se podría recurrir a baterías de vehículos grandes, como las de camionetas, para mantener operativos los escáneres y routers durante la transmisión», explicó Rodríguez.
«Una batería de vehículo puede suministrar energía por unas seis horas, por lo que la transmisión de datos debe ser rápida. El CNE debe asegurar que, durante las horas críticas del conteo y emisión de actas, no haya apagones en los centros de votación. Además, el CNE debe contar con generadores de respaldo para evitar fallos en sus servidores, agregó.
Asimismo, entre las soluciones propuestas, Rodríguez mencionó el uso de plantas térmicas en zonas urbanas como Cortés, Francisco Morazán y Choluteca, además de sistemas de respaldo energético para el CNE.
Implementación de sistemas de energía solar con paneles portátiles y baterías de respaldo. Uso de dispositivos con baterías de larga duración para la identificación y transmisión de datos.
Optimización del horario de votación e identificación previa de los centros sin electricidad para aplicar soluciones antes del día de las elecciones.
Insistió en que el CNE debe garantizar que los resultados electorales no dependan exclusivamente del sistema de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), para evitar problemas como los registrados en 2017, cuando fallos en el suministro generaron dudas y conflictos, por lo que debe haber motores de respaldo de forma permanente.
El especialista subrayó que, si bien estas alternativas no solucionan el problema en su totalidad, sí lo mitigan. Sin embargo, considera preocupante que, a estas alturas, no se hayan tomado medidas concretas para garantizar un proceso electoral eficiente y transparente.

Suspicacia
Los analistas consultados también coinciden en que se debe evitar la suspicacia, en las circunstancias actuales donde la ministra de Defensa Rixi Moncada es la precandidata del Partido Libertad y Refundación (Libre).
En este punto comentan que en el caso de que un centro de votación se quede sin energía eléctrica o sin conectividad, los votos deben enviarse físicamente al CNE, lo que implica que las bolsas de votos sean transportadas por el ejército.
Aunque tradicionalmente se ha confiado en el papel de las Fuerzas Armadas en su tarea en las elecciones, se advierte al ser la ministra de Defensa, una figura política, genera algunas dudas. «Aquí lo que se tiene que garantizar es que los votos, los resultados y las actas se transmitan de manera inmediata, al menos a nivel presidencial», puntualizó Kevin Rodríguez.

Impacto en el proceso electoral
En conclusión, la falta de energía eléctrica en los centros de votación puede derivar en múltiples inconvenientes, como: Dificultades en el conteo y transmisión de resultados si el escrutinio es digital o depende de dispositivos electrónicos.
Retrasos o errores en el conteo manual debido a la poca iluminación, riesgo de manipulación e irregularidades al reducirse la capacidad de vigilancia en los centros sin electricidad.
Ante este panorama, deben estar plenamente identificados los centros que presentan carencias, para llevar soluciones y evitar la opacidad electoral, la suspicacia en cuanto a los resultados.
Asimismo, el llamado es a los partidos políticos para que demuestren su compromiso con la transparencia y la democracia, asegurando su presencia en las Juntas Receptoras de Votos y a los organismos veedores porque solo con una vigilancia efectiva y una voluntad política clara se podrá garantizar que los resultados sean conocidos con certeza, legitimidad y prontitud. LB