Tegucigalpa.- Este día falleció en el hospital militar, el coronel Mario “El tigre” Amaya, un polémico personaje que destacó en los años ochenta por representar a la sexta promoción de las Fuerzas Amadas, considerada una de las alas más reformadoras de la institución, que encabezó la salida del extinto general Gustavo Álvarez Martínez, por sus violaciones a los derechos humanos y la historia de los desaparecidos polémicos.
El coronel Amaya, conocido en la jerga castrense como “El tigre” Amaya, encabezó junto a un grupo de oficiales y militares de su promoción la caída del general Álvarez Martínez, en marzo de 1984.
Los militares de la época destacan a Amaya al ser clave en la operación que concluyó con la caída del general Álvarez Martínez, sustituido por el general Walter López Reyes.
El 25 de enero de 1989, casi un año después de haber retornado al país procedente de Costa Rica, donde se autoexilió, el general Álvarez Martínez fue asesinado por un presunto comando del movimiento izquierdista Cinchoneros, que se adjudicó el crimen.
En el caso del coronel Amaya se le considera un actor clave en poner fin a la historia inconclusa del alvarismo en Honduras. Parco al hablar y con la rigidez que caracteriza a la mayoría de los militares, el coronel Amaya era partidario de una ola reformista en la institución de más cercanía con la sociedad y de respeto a los derechos humanos, destacan quienes le conocieron.
Tras su retiro de las Fuerzas Armadas, donde tuvo un liderazgo natural muy fuerte, El tigre Amaya, se dedicó a la venta de servicios privados de seguridad, colaboró en la seguridad de muchas campañas políticas, siendo una de las últimas, la del ex presidente Manuel Zelaya Rosales, con quien colaboró en un tramo de su gobierno.
Amaya también trabajó en la disuelta Comisión de Reforma para la Seguridad Pública (CRSP) y de ahí pasó a la Dirección Nacional de Inteligencia Nacional.
Era un personaje que se hacía rodear de la incertidumbre, parco al hablar y rígido en sus posturas, como suelen ser los efectivos militares, el coronel Amaya falleció en el hospital militar y está siendo velado en la funeraria San Miguel Arcángel.