Proceso Digital, recopila parte de esa espectacular cocina criolla, para ofrecer a sus lectores un menú de los mejores sabores, aquellos que hacen valorar y reflexionar sobre las riquezas propias, más allá de la belleza de los lugares y la calidez de sus habitantes.
Son platillos con significados, una combinación de sincretismo, que hace de las raíces indígenas y de la cultura adquirida de los colonizadores españoles, una carta variada y especial.
La tradición marca reglas que se plasman en la comida.
Considerando, por ejemplo, el maíz como un grano relacionado al Dios maya del maíz, su consumo en la temporada santa tiene sus códigos.
Igualmente la prohibición de comer carnes rojas en los días grandes, especialmente el jueves y viernes, ya que según la costumbre, eso significaría estar comiendo le cuerpo de Cristo.
Es menester en Honduras, cocinar el miércoles ciertos alimentos que tienen una duración prolongada. Son comidas a base de maíz, acompañados de frutas en miel, ésta es una de las normas que permite a los encargados de cocinar, olvidarse por dos días de sus labores, para ofrecer a los comensales alimentos pre elaborados para la ocasión.
A continuación ofrecemos una reseña de las comidas más populares en la semana mayor:
Sopa de tortas de pescado
Parte de la tradición gastronómica de Honduras durante la Semana Santa es la sopa de tortas de pescado seco.
Este platillo consta de pieza de pescado seco y salado, cubiertas con huevo y harina.
En muchas ocasiones, las personas optan por acompañar esta sopa con arroz blanco y tortilla de maíz.
La sopa de pescado seco, se puede encontrar en la mayoría de los hogares hondureños durante esta época, particularmente en las zonas oriental, centro y sur del país.
Mientras la zona norte optan por la sopa marinera, la cual comprende filete de pescado, camarones, caracol, langosta, cangrejo o jaiba.
Pescado Frito
Asimismo, la comunidad garífuna en la zona caribeña del país, disfrutan del tradicional pescado frito en esta temporada.
El pescado frito es acompañado por las naturales tajadas de plátano o banano verde y encurtido o chismol.
El platillo es acompañado por la tropical agua de coco.
Los mejores mariscos en la zona sur
La zona sur de Honduras, es rica en mariscos y pescado por su producción de camarón, huevos de tortuga y langosta.
En esta zona se encuentra el puerto de San Lorenzo, donde los lugareños y veraneantes disfrutan de exquisitos platillos marisqueros acompañados de olores y mezclas aromáticas.
Chilate
En el occidente hondureño, especialmente en Santa Bárbara, una de las regiones de mayor tradición, se consume en los días grande el chilate, una bebida a base de maíz blanco, colada en cedazo y que se degustar en guacal, acompañada de papayas en miel y aderezadas con canela. Estas papayas son singulares: son redondas y tienen el tamaño de una mandarina, su sabor es inigualable y su olor, digno de las más sofisticadas narices.
Tamales mudos
En la zona lenca de Lempira, Intibucá, La Paz y Santa Bárbara, la influencia indígena lleva a los pobladores a degustar en la época de los “tamales mudos” que son elaborados de masa de maíz, con especies naturales y cocidos en hojas de plátano. Son perdurables y se sirven acompañados de frijoles y café.
Postres “cinco tenedores”
Bocadillos reposados en miel de rapadura de dulce, aderezados con canela, clavo de olor y otras hierbas aromáticas, son una de las opciones que disfrutan los hondureños en esta fecha de semana mayor.
Entre estos postres en miel se encuentra el ayote, los mangos, las papayas, las ciruelas, los nances, el plátano maduro, los coyoles, las torrejas de pan, de pinol o de arroz y las rosquillas.
Bebidas de temporada
Las más exquisitas bebidas que los hondureños disfrutan durante la temporada de verano, son el vino de coyol, el cual se puede adquirir en el departamento de Olancho, al oriente de Honduras. Esta blanquecina bebida que se extrae de la palmera de coyol, ya viene fermentada del tronco y puede ser consumida a temperatura ambiente o helándola en el refrigerador.
En la carretera del oriente del país, se pueden observar diversos puestos de venta de este famoso vino.
Mientras que en la zona norte del país, la comunidad garífuna impone la refrescante agua de coco.
Igualmente al agua de flor de Jamaica como una bebida tropical, ideal para acompañar los diversos platillos de la temporada.
Asimismo, los garífunas no dejan de lado el famoso guifiti, elaborado a base de hierbas como manzanilla, pericón, anís, pimienta gorda, clavos de olor, palo de hombre, trigo y licor.