Tegucigalpa-Los cambios en la policía hondureña se intensificaron en las últimas horas. La zona noroccidental del país cuenta con un nuevo jefe, se trata del comisionado Santos Vides Castillo.
El ministro de Seguridad, Julián Pacheco, dijo que “las rotaciones y sustituciones se dan en el contexto de la reorganización y de los ajustes operativos para lograr eficiencia en la policía”, una institución donde los cuestionamientos públicos persisten y se afianzan cuando elementos de ese cuerpo son puestos en evidencia ante sus ligues con bandas criminales.
Los cambios en la policía se realizaron en las instalaciones de la Jefatura Metropolitana de Tránsito, donde en una ceremonia se traspasó el mando en las siguientes unidades metropolitanas del Valle de Sula:
En la UMEP-5, entregó el Subcomisionado Julián Hernández Reyes y recibió el comisario Carlos Bladimir Estrada Pacheco.
En la UMEP-6, entregó el subcomisionado Otoniel Castillo Lemus y recibió el subcomisionado Lorenzo Adilio Pineda Reyes.
En la UMEP-11, entregó el subcomisionado Julio Roberto Romero Canales y recibió el subcomisionado Lincoln Gustavo Pacheco Murillo.
La ceremonia fue presidida por el Jefe del Comando Noroccidental comisionado Alcides Santos Vides Castillo.
La depuración, un hueso duro
El general Julián Pacheco reconoció en una conversación con Proceso Digital que aún existen “manzanas podridas” en la policía.
Seguidamente dijo que “el proceso de depuración está en marcha, se hace desde lo interno y avanza”. A la vez que destacó mejoras en el noroccidente, Colón y Olancho.
El titular de Seguridad, un general de carrera, cree que la llegada a Honduras de la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH) puede coadyuvar a la depuración de la policía, aunque consideró los avances a lo interno como significativos.
Otros actores, especialmente líderes de sociedad civil, son del criterio que la MACCIH puede lograr sustanciales aportes a la depuración policial en Honduras, especialmente en los casos de enriquecimiento ilícito y vínculos con el crimen organizado. Uno de los que opinan de tal forma es Carlos Hernández, representante en Honduras de Transparencia Internacional (TI).
Casos
Uno de los últimos casos, en los que resultaron involucrados policías activos, ocurrió en San Pedro Sula, cuando el 26 de enero pasado y luego que se girara una orden de captura por un juez de jurisdicción nacional, dos elementos fueron detenidos.
La acusación establece que el 14 de enero anterior, tres ciudadanos fueron interceptados por dos policías motorizados en la 7 calle de San Pedro Sula, a quienes bajaron del vehículo y luego los revisaron y los despojaron de 570 mil lempiras que, según relato de las víctimas, eran trasladados a una agencia bancaria para su respectivo depósito.
Un juez con jurisdicción nacional, mediante audiencia inicial, dictó auto de formal procesamiento y prisión preventiva en contra de los dos, identificados como Juan Carlos Toro Enamorado y Henry Adalberto Reyes, asignados en la posta la Rivera Hernández.
Se les acusa de violación a los deberes de los funcionarios, robo de vehículo agravado y robo.
A mediados de noviembre anterior, agentes del departamento de Operaciones Especiales de la ATIC capturaron en el occidental Lempira al sub oficial Leoncio Amelio Bejarano (60), acusado por la Fiscalíade violación de los deberes de los funcionarios y sustracción de evidencias en perjuicio de la administración pública.
El caso se originó en la localidad de San Jerónimo, Comayagua, donde policías decomisaron a un hombre un arma de fuego tipo pistola, calibre 9 milímetros, marca Ruger.
El arma fue remitida a la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), donde el sub oficial detenido la recibió, pero el trámite se interrumpió, ya que el arma no fue remitida al almacén del Ministerio Público.
En octubre de 2015, un policía activo de apellido Hernández, asignado a jefatura número 14 de Ocotepeque, fue capturado en el estacionamiento del supermercado en posesión de un kilo de cocaína en compañía de otros tres sujetos. La detención fue realizada por la Dirección Nacional de Lucha Contra el Narcotráfico.
En septiembre del año anterior, una banda de cinco presuntos extorsionadores que se denominaban «Los Lindos» fueron capturados en Tegucigalpa.
Los delincuentes capturados entonces fueron cinco, quienes pedían una tarifa de hasta 10 mil lempiras semanales a centros nocturnos de la capital, informó la Fuerza nacional Antiextorsión (FNA), quien detalló que dos de los detenidos eran elementos activos de la Policía Nacional a los que identificó como Francis René y Walter Noel.
En los últimos días de agosto del año anterior, otros dos miembros de la Policía Nacional Preventiva fueron capturados en el momento que a bordo de motocicletas cometían asaltos contra ciudadanos.
Los agentes activos identificados como Olman Misael Pastrana Izaguirre (25), y José Santos Ramos Mejía (33), estaban asignados a la posta del barrio Belén y a la UMEP 4 del barrio La Granja, de Comayagüela, respectivamente.
Usando su uniforme, los policías, detenían a sus víctimas, les mostraban sus chapas, procedían a hacer registros y luego les despojaban de sus pertenencias. El accionar se descubrió cuando una de las victimas puso la denuncia frente a la patrulla de otro cuerpo del orden, que recorría la zona.
A mediados de 2014, un comisario, en condición de disponibilidad, pero quien pasó las pruebas de confianza, fue capturado en un allanamiento en Choluteca donde también su pareja fue detenida aunque no se detallaron las imputaciones, se supo que el operativo fue movido por hechos potentes, ligados al historial del policía.
En el momento de la operación, el comandante de la 101 Brigada de Infantería, Jorge Fuentes, dijo que la captura fue posible tras cinco allanamientos en diferentes casas ubicadas, además del barrio Brasil, en la colonia Venecia y los barrios Aterrizaje y Valle. Un juez con jurisdicción nacional presidió los allanamientos.
“El que mal anda…”
De su lado, el presidente hondureño Juan Orlando Hernández advirtió este jueves a los miembros de la Policía Nacional que exigirá resultados y trabajo, al tiempo que dijo que espera que no se quejen.
Las demandas del mandatario las hizo en medio de su discurso en la inauguración del nuevo edificio de la Policía Nacional (PN), ubicado en El Ocotal de Francisco Morazán.
“Ustedes saben que hay un dicho popular que tiene mucha sabiduría y es que -el que mal anda mal acaba- y hoy Honduras mira con aprecio y respeto al servidor público que hace lo que tiene que hacer”, argumentó el gobernante.
Acto seguido dijo “se los vuelvo a repetir en público, una vez discutíamos si era mejor cerrar la Policía o confiar en los oficiales que estaban en los cuadros intermedios para reconstruir la institución, ustedes (oficiales), fueron los que me dijeron si podemos hacer esa reconstrucción”.
En ese sentido, advirtió el mandatario “espero que no exista quejas porque tienen el apoyo de mi parte, porque si ya se quejan no sé con qué más los podemos apoyar”, puntualizó.
El dedo en el renglón
En tanto, la rectora de la estatal Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos, dijo a periodistas a mediados de este enero, que hace falta voluntad para ejecutar la depuración policial.
Sostuvo que pese a tener la información, “nadie quiere tomar la decisión” de sacar a los uniformados vinculados a actos reñidos con la ley.
Insistió en que los policías del país, continúan generando desconfianza entre la población hondureña.