El alcalde de Jacaleada, Jorge Jiménez, dijo a periodistas que “sorpresivamente el río Chiquito se desbordó totalmente afectando el casco urbano del municipio”.
Según el informe preliminar de daños, las aguas destruyeron por completo tres viviendas y dos puentes.
Otras 28 viviendas y dos puentes sufrieron daños menores, agregó el informe, que no detalló el número de personas y familias damnificadas.
La alcaldesa de Potrerillos, en el mismo departamento, Mariana Martínez, dijo, por su parte, que las lluvias dañaron techos de viviendas e inundaciones en algunos sectores de su municipio.
Como ejemplo citó que “en la comunidad de El Obrero las casas están en peligro por la humedad, son casas de adobe y necesitan protección”.
“Los ríos y las quebradas han atrasado el tráfico, la calle de Las Crucitas a la cabecera municipal está bien dañada, tenemos temor de derrumbes”, declaró.
Martínez clamó por la ayuda de la Secretaría de Obras Públicas y Transportes (SECOPT).
La Comisión Permanente de Contingencias (COPECO) informó por su parte de que las lluvias que afectan la zona oriental del país son provocadas por una vaguada en todos los niveles de la atmósfera y la entrada de humedad del océano Pacífico hacia el territorio nacional.
La COPECO dijo en un comunicado que las lluvias han causado problemas en los municipios de Jacaleada, Danlí, San Matías y Potrerillos, y que técnicos se han movilizado a la zona para hacer una evaluación de daños y brindar apoyo a los damnificados.
La COPECO también pidió a los pobladores de la región mantenerse en estado de alerta ya que, según los informes meteorológicos, las precipitaciones continuarán al menos por 24 horas.
Recordó también que se mantiene en vigor la “alerta roja” declarada la semana anterior para las partes bajas de la ciudad de El Progreso, Yoro (norte) y las comunidades aledañas al cauce del río Ulúa.
