El Programa de Acción de Cuenca, que llevará este nombre por la ciudad anfitriona del Foro, «reforzó el compromiso de diálogo y cooperación entre los estados (iberoamericanos) para la humanización de las migraciones», según el comunicado final difundido por la Secretaría General Iberoamericana.
También propone «acciones especiales en el campo de juventud, migración y desarrollo», pues «la mayoría de los migrantes son jóvenes» y el tema central de la XVIII Cumbre Iberoamericana, que se celebrará en El Salvador del 29 al 31 de octubre próximo, será justamente Juventud y Desarrollo, agrega el texto.
Tras dos días de deliberaciones en Cuenca, los delegados de Iberoamérica, junto a invitados de otros 10 países y diversas organizaciones internacionales y de la sociedad civil, establecieron unas «buenas prácticas migratorias», que se entregarán a los gobiernos el próximo 7 de mayo.
Entre esas buenas prácticas está la creación de programas voluntarios de retorno para los emigrantes, una cuestión planteada por Ecuador y a la que España manifestó su respaldo.
Igualmente se estableció una «reducción de costos para remesas», un gasto importante para los emigrantes que mandan dinero a sus países de origen, donde se quieren promover programas destinados a potenciar el efecto favorable de estos envíos para el desarrollo.
En el aspecto laboral, se plantea la elaboración de programas de migración especiales vinculados con el trabajo temporal.
El foro estableció que el Plan de Acción contemple «programas especiales de integración de los migrantes y sus familias en los países receptores» y otros para «promover y asegurar el respeto a la diversidad cultural» y «eliminar todas las formas de discriminación».
Asimismo, como medidas directas, se promoverá una campaña de información conjunta en el área iberoamericana «sobre los derechos humanos de los migrantes».
Durante el Foro de Cuenca se avanzó «en el proceso de diálogo y cooperación en el tema migraciones», que se inició en la Comunidad Iberoamericana en la Cumbre de Salamanca de 2005, y siguió en la de Montevideo, en 2006, donde se firmó un compromiso de los 22 países, dice la nota.
En el Compromiso de Montevideo se estableció que «las buenas prácticas sobre migración deben difundirse y consolidarse con el establecimiento de acuerdos bilaterales, regionales y multilaterales» para «garantizar el respeto de los derechos humanos y la diversidad cultural de los migrantes».
En la última Cumbre Iberoamericana, en noviembre pasado en Santiago de Chile, se encomendó al Foro de Cuenca el diseño del Programa de Acción que hoy se ha plasmado.
Durante la reunión de Cuenca, auspiciada por la Secretaría General
Iberoamericana, este organismo firmó con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) un convenio de cooperación para la aplicación del Compromiso de Montevideo.
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se comprometió, en un vídeo proyectado en la inauguración del foro, a trabajar para «que menos seres humanos tengan la necesidad y la angustia de tener que abandonar sus países».