El mayor escándalo de nuestra sociedad son los millones de personas sin sueldo y sin trabajo: homilía

Tegucigalpa – El sacerdote Juan Carlos Martínez ofició este domingo la homilía en la Iglesia Catedral de Tegucigalpa, capital de Honduras, donde criticó los escándalos que lastiman la dignidad de las personas.

– “La desigualdad económica y social es hoy un gran escándalo que nos está llevando al individualismo, a la inseguridad y a la marginación de los más débiles”, externó.

– El Evangelio de hoy es una llamada a la radicalidad y al seguimiento del Señor, apuntó.

“Vivimos en una sociedad escandalosa en la que se estimula actuaciones inhumanas. Podemos preguntarnos ¿cuál es el mayor escándalo de nuestro mundo? El mayor escándalo es que permanezcamos impasibles ante la miseria e injusticia de millones de seres humanos”, manifestó en el vigésimo sexto domingo del tiempo ordinario.

Adicionó que también la agresividad, la violencia, las descalificaciones destructivas y las guerras son escándalos. En nuestra sociedad el mayor escándalo es la experiencia de los millones de hombres y mujeres sin sueldo y sin trabajo suficiente, mientras los ricos de las multinacionales almacenan dinero abstracto, virtual, pero que mata muy en concreto a los pobres.

“No se lo impidan porque quien hace un milagro en mi nombre no puede luego hablar mal de mí, con estas palabras Jesús descalifica el exclusivismo y la intolerancia como opuestos a sus seguimientos”, sermoneó el líder religioso.

Remarcó que lo que importa es que el bien sea hecho, el sectarismo y la intolerancia no tienen sitio en la comunidad cristiana.

Martínez dijo que Jesús no es patrimonio exclusivo de una comunidad eclesiástica.

Reprendió que echar los demonios liberar de las esclavitudes y de todo aquello que deshumaniza, igualmente es luchar contra el mal contra todo aquello que impide una vida plena.

El sacerdote católico atiborró que los pequeños hechos, que para muchos pueden ser insignificantes, y han ayudado a las personas “no quedarán sin recompensa”.

Concluyó su mensaje diciendo: “si tu mano se induce a pecar, córtalo; si tu pie te induce a pecar, córtatelo; si tu ojo te induce a pegar, sácatelo… son imágenes muy expresivas de una llamada a la radicalidad en la manera de vivir el Evangelio. ¿Qué es lo que quiere decir Jesús con estas expresiones? Lo que quiere decir es que toda actividad simbolizada por la mano, todo camino representado por el pie, y todo el deseo expresado en el ojo pone en peligro nuestro propio crecimiento y el de los otros, hay que suprimirlos”.

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