Miami, (EEUU) – El periódico impreso de papel ya no es el futuro del periodismo, pero si las versiones digitales de los medios.
Las nuevas herramientas tecnológicas están cambiando a pasos agigantados la manera de informar y los periodistas tienen que adaptarse a este nuevo desafío multimedia.
En los países con alta penetración de internet, las rotativas están quedando obsoletas para dar paso a nuevas redacciones enfocada exclusivamente en la información digital, más rápida y menos costosa, además de incorporar videos de alta resolución, sonido, infografías animadas y mapas interactivos.
Cualquiera con un teléfono inteligente pude adelantarse a un periodista.
Expertos coindicen que entre mayor sea la conectividad a internet, como está sucediendo en los países desarrollados, el futuro de los periódicos impresos es más precario.
Sin embargo, entre los países menos desarrollados y con escaso acceso “online”, la vida de los periódicos impresos todavía se podrá alargar, por menos en unos diez o quince años más.
Diarios como “The New York Times” han puesto ya todo su peso para promocionar más su versión digital, que obtiene crecientes ingresos debido a que cobra su acceso, casi diez dólares por mes.
Portada del libro sobre “The New York Times” del periodista español Ismael Nafría.
Muy poco diarios se atreven a cobrar por el acceso, temiendo que podrían perder lectores.
Eso no ha pasado con el “The New York Times”, que el año pasado anunció que había sobrepasado los tres millones de suscriptores, tantos de la versión impresa como la digital.
Pero los subscriptores solo de la versión digital de pago ya superan dos por uno a la impresa.
El libro “La Reinvención del The New York Times”, del periodista español Ismael Nafría (www.ismaelnafria.com) revela que el objetivo del diario es lograr antes del 2020, como mínimo, 800 millones de dólares derivados de la actividad digital.
Y para lograr esa meta, el periódico más influyente del mundo lo tiene muy claro como se debe penetrar informativamente: a través de los teléfonos inteligentes (“Smartphones”) y no por las computadoras, las de mesa o las portátiles.
El edificio del “The New York Times”.
“En los próximos años, la batalla se ganará o se perderá en los teléfonos inteligentes. Esta sigue siendo nuestra principal área de enfoque, pero siendo flexibles para dar una rápida respuesta a los cambios tecnológicos”, dice el equipo directivo en un documento estratégico.
Roy Greenslade, un experto analista de los medios, se pregunta en el diario londinense “The Guardian”, que pasaría si los periódicos que se han volcado en la versión digital en vez de la impresa, se equivocan?
Los diarios impresos de Honduras luchan a diario para competir con el periodismo online.
Greenslade se basa en un estudio de dos académicos de la Universidad de Texas entre 51 periódicos regionales de Estados Unidos que han perdido lectores digitales a favor de la versión impresa, a pesar que su circulación está disminuyendo.
Pero esos lectores que están perdiendo no están emigrando a las versiones digitales.
La llegada de las nuevas tecnologías está cambiando también la labor de los periodistas, que ahora tienen que adaptarse a los nuevos formatos multimedia.
La circulación de los diarios impresos se está reduciendo.
Eso significa salir a la calle no solo con una libreta y bolígrafo, sino también con una cámara de video, una grabadora y un sistema de transmisión desde el lugar de los hechos que cubre.
También su texto tiene que estar pensado en el espacio limitado de una transmisión y recepción breve para ser leída en la pantalla pequeña de un teléfono inteligente.
El nuevo periodista enfrenta también a una nueva realidad: ahora cualquiera persona con un “smartphone” en la mano es un competidor con gran ventaja ya que puede transmitir a las redes sociales una foto de un accidente, mucho antes que llegue un periodista o un fotógrafo.
El futuro informativo estará en los teléfonos inteligentes y no en las computadoras.
La nueva adaptación del periodismo a la era digital no es aceptada por muchos periodistas, como pude comprobar personalmente en una conferencia que di en la Universidad Autónoma de México a los estudiantes de Periodismo.
Después de unos 45 minutos de la charla y media hora de preguntas y respuestas, los más escépticos eran los profesores-periodistas que no podían aceptar mis pronósticos pesimistas sobre el futuro de las ediciones impresas ante el desafío digital.
Alberto García Marrder da una charla a estudiantes de Periodismo en la UNAM de México.
Los periódicos mexicanos ya no tienen esas enormes tiradas del pasado y solo se sostienen por la publicidad oficial. Y eso le da al gobierno de turno la potestad para decidir lo que se publica y lo que no les interesa.
El mismo escepticismo encontré en una charla con periodistas mexicanos en el prestigioso club de prensa “Primera Plana” de la capital mexicana.
Nadie quiere escuchar noticias inquietantes para nuestra profesión.
García Marrder en una charla ante periodistas mexicanos en el club de prensa Primera Plana.
