Washington – Las ventas de automóviles en EE.UU. subirán a los 16,2 millones de unidades en 2025, un año en el que el mercado ha sufrido las distorsiones causadas por los aranceles de la Administración de Donald Trump, el fin de los incentivos fiscales a los eléctricos y el encarecimiento generalizado de los vehículos.
Aunque el ritmo de aumento de las ventas se ha enfriado en el último trimestre de 2025, las cifras que maneja la Alianza para la Innovación del Automóvil (AIA, de la que forman parte los principales fabricantes en el país) indican que se situarán en los 16,2 millones de unidades, por encima de los 15,9 millones de 2024, que fue el nivel más alto desde 2019.
Pero el mercado está sufriendo las distorsiones de las acciones de la Administración del presidente Donald Trump, primero con la imposición de aranceles, incluidos los aplicados a sus dos socios norteamericanos, México y Canadá, y posteriormente con la cancelación de los incentivos fiscales para la venta de vehículos eléctricos.
Estas dos medidas provocaron que muchos consumidores estadounidenses adelantaran sus compras en los nueve primeros meses del año para evitar el anticipado aumento de los precios.
En consecuencia, en el primer semestre de 2025, las ventas fueron un 3 % superiores a las del mismo periodo de 2024. Pero tras la finalización de los incentivos fiscales para eléctricos a finales de septiembre, el mercado ha sufrido una abrupta caída.
Caída en el último trimestre de 2025
Los analistas prevén que las ventas en el último trimestre del año sean un 5 % inferiores a las del mismo periodo de 2024 y se sitúen en torno a los 4 millones de unidades.
«La menor disponibilidad de inventario, la falta de asequibilidad y la probabilidad de que las ventas de vehículos eléctricos de batería vuelvan a desplomarse son los principales motivos por los que se prevé que diciembre mantenga la caída interanual de los dos meses anteriores», señaló el último informe de AIA.
Con la finalización el 30 de septiembre del crédito fiscal federal de 7.500 dólares, las ventas han sufrido un brusco frenazo. Según Cox Automotive, en octubre las ventas de VE fueron un 49 % inferiores a las del mismo mes de 2024. En noviembre, el descenso fue del 40 %.
Precisamente en septiembre, el precio medio de un automóvil en EE.UU., donde es un artículo de primera necesidad para casi cualquier trabajador, superó por primera vez en la historia los 50.000 dólares, según los datos de Cox Automotive. Y aunque en octubre la cifra se redujo ligeramente a 49.766 dólares, fue un 2,6 % superior a la de hace un año.
El vehículo favorito de gran parte de la población estadounidense, las grandes camionetas ‘pick-up’, alcanzaron el precio récord de transacción media de 66.000 dólares.
Con el encarecimiento del precio de los automóviles, consumidores y fabricantes están adaptándose para mantener el nivel de ventas.
Préstamos a siete años
Los concesionarios han alargado los periodos de amortización para mantener las cuotas mensuales en cantidades similares a las que se pagaban en el pasado, algo que añade presiones a uno de los mercados del crédito hasta hace poco menos expuestos a morosidad.
En estos momentos, una quinta parte de los préstamos nuevos se firman a siete años, lo que reduce los pagos mensuales pero dispara el coste total de los intereses y el riesgo de deber más de lo que vale el automóvil y de impagos en un bien que los estadounidenses tienen como prioritario en sus cuentas de crédito. Esto es medido como indicador temprano de crisis económica.
La firma Experian indicó que el importe medio del préstamo para un vehículo nuevo subió en el segundo trimestre del año hasta 41.983 dólares, algo más de 1.000 dólares superior a hace un año, mientras que el de los usados alcanzó 26.795 dólares.
Aun así, en el segundo y tercer trimestre, el pago mensual medio de un auto nuevo se situó en 749 dólares, y unos 530 dólares para usados, niveles históricamente muy altos, según Experian.
La Reserva Federal de Nueva York estima que los hogares del país acumulaban en el tercer trimestre del año 1,66 billones de dólares de préstamos para la compra de automóviles, 11.000 millones de dólares más que en el tercer trimestre de 2024.
La morosidad también está en aumento. En el tercer trimestre, la proporción de préstamos con más de 90 días de atraso superaba ligeramente el 5 %, por encima de la media histórica de entre el 3,5 % y el 3,6 %.
En noviembre, la Reserva Federal de Nueva York y la de Washington advirtieron que las tasas de morosidad estaban empezando a repuntar en el tercer trimestre, y señalaron «un cierto endurecimiento de los estándares de concesión en el segmento subprime». JS







