El cometa Neowise, «de una belleza extrema», puede ya observarse en el cielo del amanecer. Un espectáculo del que se puede disfrutar a simple vista hasta mediados de mes mirando en dirección noreste, aunque es mejor si se usa unos prismáticos.
«Estas próximas noches se verá fácilmente, dado que es muy brillante», señala a Efe el astrofísico Josep Maria Trigo, del Instituto de Ciencias del Espacio del CSIC y del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña.
Desde la península Ibérica se verá en pleno amanecer, a partir de las 05.00 horas y hasta poco antes de la salida el Sol. Aunque se puede observar a simple vista, Trigo recomienda unos prismáticos lo más luminosos posible.
Para aquellos que no conozcan las constelaciones, basta con «otear de cerca del horizonte en dirección noreste», aunque de forma más precisa -explica-, Neowise se encuentra justo debajo de la constelación de Auriga, debajo de la brillante Capella.
Suele ser «bastante difícil» que un cometa se vea a simple vista, «ocurre cada cinco o diez años», por ello el astrónomo anima a su observación.
Además, Neowise es de «una belleza extrema, particularmente visto con prismáticos», pues posee una coma -nube alrededor del núcleo- «brillante y una cola que se extiende varios grados», dice Trigo, quien agrega que «ya lo hemos comparado con el cometa 1P/Halley en su última aparición».
El telescopio Neowise
C/2020 F3 fue descubierto el pasado marzo y ha terminado tomando el nombre del telescopio estadounidense que lo localizó, Neowise, un instrumento «sumamente importante para descubrir asteroides y cometas mucho antes de que supongan un peligro directo para la Tierra», señala Trigo.
Los cometas -indica- son agregados de pequeños granos minerales, hielos y materia orgánica que se han mantenido alejados del Sol en una zona en que las colisiones entre cuerpos son sumamente raras.
Los aficionados a observar el cielo tienen este año con Neowise una oportunidad para contemplar a simple vista un cometa, después de no poder hacerlo con Atlas, descubierto en diciembre pasado y que se esperaba que pudiera observarse en mayo, pero terminó rompiéndose en pedazos un mes antes. EFE