Washington – El Departamento del Tesoro estadounidense anunció este miércoles sanciones para cuatro empresas involucradas en el transporte de crudo venezolano, una nueva acción que busca incrementar la presión de Washington sobre el Gobierno de Nicolás Maduro.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Tesoro anunció a su vez que ha identificado «a cuatro buques petroleros asociados» a estas empresas como «bienes bloqueados», que son aquellos que deben ser congelados -nadie debe moverlos, usarlos o emplearlos en operaciones de compra/venta sin autorización Federal- pero que no pueden ser confiscados, ya que siguen siendo propiedad de la entidad sancionada.
Washington considera que varios de estos buques forman parte de la llamada «flota fantasma» que Caracas emplea para vender crudo y que, según el Gobierno de Donld Trump, «continúan suministrando recursos financieros que alimentan el régimen narco-terrorista de Maduro».
Entre las entidades sancionadas se encuentran, Corniola Limited y Krape Myrtle, dueña y operadora respectivamente del petrolero Nord Star, que queda designado como activo bloqueado, así como Winky International, cuyo buque Rosalind (también conocido como Lunar Tide) también queda señalado como bien bloqueado.
También resulta sancionada Aries Global Investment y dos de sus navíos para transporte de crudo, Della y Valiante, quedan marcados como propiedad congelada.
El paquete anunciado hoy complementa, según Washington, otros castigos recientes anunciados por la OFAC el 11 y 19 de diciembre que sancionaban a familiares de Maduro -como la primera dama Cilia Flores y su sobrino Carlos Erik Malpica Flores- y sus entornos inmediatos.
Desde mitad de año, Washington ha emprendido una intensa campaña de presión contra el Gobierno venezolano, activando un despliegue militar inédito en décadas en el sur del Caribe sur con el objetivo de destruir supuestas narcolanchas, mientras acusa a Maduro y a las cúpulas del Gobierno y el Ejército venezolano de encabezar el Cartel de los Soles.
El Pentágono ha destruido ya unas 35 lanchas y matado a más de 100 de sus tripulantes y el Gobierno Trump ha comenzado a argumentar en semanas recientes que el chavismo ha robado instalaciones y activos de empresas petrolíferas estadounidenses en Venezuela, lo que le llevó a declarar que confiscaría petroleros sancionados que transporten crudo venezolano, algo que EE.UU. ya ha hecho en dos ocasiones.
A todo esto se une el ataque, anunciado de manera enigmática por Trump esta semana, sobre un muelle en el litoral venezolano supuestamente empleado por la banda criminal Tren de Aragua y que supondría el primer bombardeo sobre un objetivo en territorio venezolano por parte de Washington. JS








