Tegucigalpa (Especial Proceso Digital) – Discreta en su actuar y comprometida con la defensa de las libertades, especialmente las de expresión y de prensa, Dina Meza, es una periodista dedicada a la protección de sus colegas. Ella vivió en carne propia las amenazas, el exilio y la persecución por ejercer la profesión y tocar intereses del poder.
Pero para ella, el exilio fue una oportunidad para abrirse nuevos senderos relacionados a la protección de los derechos humanos de los comunicadores, la libre expresión y libertad de prensa, entre otros.
Dina Meza es actualmente directora de la Asociación por la Democracia y los Derechos Humanos de Honduras (ASOPODEUH), fundadora de PEN-Honduras y directora del periódico digital Pasos de Animal Grande.
Sus luchas en favor de la protección de sus colegas son cotidianas. Ella no se detiene y su voz se escucha en instancias internacionales, pero también sus gestiones involucran órganos locales.
Dina Meza contestó las inquietudes que Proceso Digital le formuló, sobre sus vivencias, su destierro y también sobre su trabajo en la defensa de los DDHH, a propósito de que mayo es el mes dedicado a los periodistas hondureños:
Proceso Digital (PD) – ¿Cómo han sido sus luchas en la defensoría de los derechos humanos de los periodistas?
Dina Meza (DM) – Llevamos enfocados en ese tema desde que sale a la luz la organización en diciembre de 2014, el primer caso que tomamos fue la condena por querella contra Julio Ernesto Alvarado, así como de otros periodistas querellados.
La lucha ha sido ardua, porque accionar en un Estado con falta de institucionalidad es muy difícil, lo único que no se puede perder es la esperanza porque si eso sucede no hacemos nada.
Hemos ayudado a salir del país al menos a ocho periodistas, acompañamos, a más de una docena en el mecanismo de protección o en el Ministerio Público, así como en juicios por el ejercicio de la profesión.
Hacemos también incidencia internacional ante organizaciones que defienden la libertad de prensa, ante gobiernos y organismos del sistema interamericano y de las Naciones Unidas (ONU).
PD – Usted tiene una amplia carrera profesional en la que descolló en importantes medios de comunicación, ¿Cómo saltó de esa plataforma a la defensoría de DDHH y especialmente de la libertad de expresión?
DM – Fue la realidad que me llevó a ello. Tuve que salir del país por amenazas, me fui con mucho temor por mi familia que acá quedaba. En el 2013 ya era insostenible el grado de amenazas y ya estaban contra mis hijos, tenía que desmarcarme o los mataban.
Me fui a Inglaterra al Centre For Applied Human Rigths (CAHR) en la University Of York; allá tuve tiempo para pensar y de llegar a la conclusión, que no es posible salir triunfante de las amenazas si no se tiene apoyo.
De allí regresé con el objetivo de apoyar a cualquier colega con amenazas, no importa como piense y de qué medio sea, sino que se sienta amenazado por ejercer el periodismo independiente y defensa de la libertad de prensa y de expresión.
PD – ¿Cómo valora el estado de la libertad de expresión en Honduras en torno a la penalización de los delitos contra el honor?
DM – Es una situación grotesca, están atacando el pilar fundamental de la democracia y de esa forma no hay avances, sin que fluyan los pensamientos, las opiniones ya sean estas contrarias al gobierno, no puede avanzar un país.
Los gobiernos son obtusos porque más bien, si dejan circular la crítica y si son maduros pueden tomarlas para cambiar cosas y así no pretender tener un país enclaustrado en un solo pensamiento.
PD – Los asesinatos y las agresiones contra periodistas siguen siendo una situación grave ¿qué hacer ante ello?
DM – Debemos unirnos todo el gremio, seamos de cualquier tendencia, divididos nos van a seguir matando y sembrando el terror, por ende, la autocensura viene irremediablemente. Entonces debemos impulsar sin protagonismos acciones que lleven a que nos respeten y exigir el cumplimiento de los compromisos que el Estado ha venido asumiendo ante la comunidad internacional pero que no cumple.
PD – ¿Funciona el Mecanismo de Protección a defensores de DDHH y periodistas, creados en el país?
El Mecanismo posee serios problemas, no tiene independencia en el presupuesto, depende de la tasa de seguridad y allí dan las sobras de la recaudación. Pero lo que falta es voluntad política para avanzar en una protección integral.
Allí hay gente que hace su trabajo con dedicación, pero falta mucho por avanzar. De ahí que estamos impulsando que se valide el accionar de cada institución del sistema de protección, no puede ser que trabajen tan descoordinadamente y eso impacta en la población beneficiaria de la Ley que son los periodistas, comunicadores sociales y operadores de justicia.
El sistema falla seriamente al no penalizar a quienes atacan a estos sectores. Hay una mora de más del 96% en crímenes contra periodistas, al igual que en las amenazas.
La Fiscalía de Protección, que nace con la Ley de Protección que lleva más de dos años de haber salido a la luz y no tenemos ni un caso contra los depredadores de la libertad de expresión y de prensa, eso amerita repensar este organismo.(PD)
