Tegucigalpa (Especial Proceso Digital /Por Lilian Bonilla)- “Dibujo desde que estaba en el kínder y poco a poco he ido desarrollando mis habilidades de dibujo, sí veo mis dibujos de antes me dan un poco de vergüenza, pero al mismo tiempo me doy cuenta de lo que he mejorado”, dijo Emanuel con una inspiradora sonrisa.
-Le gustaría que las personas entiendan que estar dentro del espectro autista “no es nada fuera de lo común”.
-Sueña con ser un artista reconocido a nivel internacional y vivir de su trabajo.
Emanuel Aparicio Bonilla, es un joven de 21 años pasante de la carrera de diseño gráfico en la Universidad José Cecilio del Valle. Él combina muy bien sus clases con su arte de dibujos ilustrados.
El joven estudiante habló con Proceso Digital, y nos abrió una ventana a su mundo de creatividad e inspiración y compartió su pasión por el dibujo y sus sueños de futuro.
Compartió que, desde niño, ha encontrado en las caricaturas una fuente inagotable de inspiración, es autodidacta como dibujante y comentó que «cuando era niño, miraba muchas caricaturas en canales como Cartoon Network, Disney y Nickelodeon. Dibujaba mucho en el kínder y en primaria. Mi estilo de dibujo es de “caricatura y muy colorido”.
De los bocetos manuales a la pantalla digital
Como todo joven de la era digital Emanuel no solo hace un dibujo común, con lápiz y papel, sino que lleva su arte a lo digital.
La técnica de Emmanuel se basa en la construcción de formas simples. «Para hacer mis dibujos, primero uso algo llamado formas de construcción. Básicamente, descompongo la anatomía del personaje en círculos, cuadrados y rectángulos. Después, dibujo un boceto encima con líneas cortas y pequeñas para que el dibujo tome forma. Luego, digitalizo el dibujo en mi computadora, añadiendo líneas más gruesas, colores e iluminación, explicó, revelando la meticulosa atención al detalle que caracteriza su trabajo.
Entre sus mayores influencias, Emmanuel menciona a un ilustrador japonés conocido por su trabajo en juegos de Nintendo y a creadores de series animadas clásicas como Craig McCracken y Genndy Tartakovsky, responsables de «Las Chicas Superpoderosas» y «El Laboratorio de Dexter». Estas series, junto a videojuegos como los de Mario y Sonic, han marcado su estilo artístico.
Arte y negocio
Aunque Emanuel dejó claro que para él lo principal es el arte, también anotó que es importante la parte comercial y hacer negocio con el que puede ganar dinero para costearse sus cosas, como su propio equipo de Tablet e informática que le permiten seguir perfeccionando su técnica y vivir de su trabajo en el futuro.
“La mayoría los hago por arte, los que hago por comisión ya es otra cosa, esos sí los vendo”, remarcó el joven.
A través de la red social X antes Twitter, Emmanuel encontró una plataforma para promocionar y vender sus dibujos. «Tengo una tabla de comisiones y una página donde pueden pedirme dibujos. Los precios varían según la complejidad del dibujo, como el número de personajes, los colores, la iluminación, etcétera, pero en promedio los vendo a 20 dólares y mis clientes son extranjeros en su mayoría de donde me piden es de Estados Unidos», comentó, destacando el poder de las redes sociales y en general las nuevas tecnologías para conectar artistas con clientes en todo el mundo.
Más allá del diagnóstico mostrando su talento
Emanuel tuvo un diagnóstico tardío, por falta de conocimiento del tema del Espectro Autista, de sus padres, la madre de Enmanuel Bessy Bonilla, comentó que, pese a que presentaba algunos síntomas característicos como sensibilidad a los sonidos, y fue muy aislado, no hubo un diagnóstico oportuno, lo que ocasionó mayores dificultades, durante el preescolar y primaria.
Con los años fue evaluado por psicólogos y psiquiatras y finalmente fue diagnosticado dentro del Espectro Autista. Pero pese a ello se comunica muy bien y sigue progresando cada día en sus habilidades; es un estudiante aplicado y muy dedicado a sus dibujos. Bessy también pide que se
Emanuel ahora es miembro de la Fundación para el Tratamiento del Trastorno del Espectro Autista en Adultos de Honduras (FUNTEAH), pero debido a sus estudios no puede asistir mucho a los eventos, no obstante, ha conocido a otros jóvenes con autismo y ha compartido con ellos.
Desafíos y superación personal
Ser autista no ha sido una barrera para Emmanuel, sino más bien una característica que le da una perspectiva única.
¿De qué manera piensas que estar en el espectro autista influye en tu arte? Le consultamos y respondió «Estoy muy fijado en las cosas que hago. Siempre busco mejorar y aplicar esos aprendizajes en el futuro».
Emanuel compartió que, con el apoyo de su familia y algunos maestros, ha logrado superar cualquier obstáculo que se le ha presentado y dijo que no se ha sentido discriminado. Se le consultó cómo maneja la crítica en su vida y sobre su arte a lo que respondió que todavía no es un artista conocido, pero que sus dibujos han sido vistos con agrado, y opinó que “el mejor crítico es uno mismo», subrayando la importancia de la autocrítica en su desarrollo personal y profesional.
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Emanuel envió un mensaje muy importante para todos sobre lo que le gustaría que las demás personas entendieran sobre las personas que están dentro del espectro autista. “Me gustaría que aprendieran que no es nada fuera de lo común. Por ejemplo, hay padres que no saben sobre el tema y son duros con sus hijos, esperan a que sean como ellos, que sigan todos sus pasos, y los hijos no están para eso, ellos encuentran su talento en otros campos”.
Asimismo, comentó que se le dificultan las relaciones sociales, porque “siento que es difícil buscar y relacionarme con alguien que tenga gustos similares a los míos para poder hablar de ellos sin aburrirnos”.
Añadió que no tiene amigos actualmente, porque perdió contacto con sus compañeros de la primaria y el colegio.
“No tengo amigos ahorita”, porque perdí contacto con los que tenía antes en secundaria, y cuando entré a la universidad al poco tiempo llegó el COVID a Honduras y cuando agarró fuerza, fue cuando cambié a recibir clases virtuales así que no me pude relacionar con nadie”, expresó.
No obstante, mirando hacia el futuro, Emmanuel sueña con ser reconocido tanto en Honduras como internacionalmente. «Quiero hacer de esto, mi trabajo a tiempo completo”, al tiempo que detalló que eligió su carrera porque está muy de acuerdo con su arte de dibujo y sus años en la universidad le han ayudado a mejorar sus habilidades, y con optimismo compartió que si Dios lo permite el próximo año se graduará.
También PD quiso saber qué consejo les daría Emanuel a otros jóvenes en el espectro autista o a los niños y jóvenes en general que estén interesados en el arte. En su respuesta dijo que la paciencia es clave. “Yo les aconsejo que no se apresuren demasiado que no trate de apuntar muy alto todo va a venir en su tiempo, yo sí es cierto que llevo dibujando desde niño, pero tratando de apuntar a lo más alto llevo como cinco años, tratando de desarrollarse y dado sus frutos”, dijo con pureza y humildad.
La historia de Emmanuel Aparicio Bonilla, como artista apenas comienza, pero ya es un testimonio de perseverancia y pasión. Con una dedicación incansable, Emmanuel está en camino de dejar una huella en el mundo del arte digital y el diseño gráfico. Su mensaje a otros jóvenes es claro: no se apresuren, concéntrense y todo saldrá bien. LB