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“Desde punto de vista climático no somos iguales en sus causas y efectos”: Hernández en ONU

Nueva York – Honduras llamó hoy a las naciones desarrolladas que asuman la “co-responsabilidad de hacer frente a los desafíos y efectos del cambio climático” como un imperativo moral y político, de acuerdo a lo expresado por el presidente hondureño Juan Orlando Hernández al intervenir ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

El mandatario hondureño señaló que todas las naciones deben encarar los Objetivos de Desarrollo Sostenible como principio-guía de las acciones de la comunidad internacional.

El gobernante de Honduras señaló al Presidente de la Asamblea y al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que desde el podio “ustedes miran esta congregación y nos ven a todos iguales”, pero aclaró que desde el punto de vista del “cambio climático no somos iguales. No somos iguales en sus causas, ni en sus efectos”.

Indicó que si son capaces de aceptar que así como hay “responsabilidades comunes y compartidas, aunque diferentes, en la generación del fenómeno de cambio climático, también debe haberlas en las soluciones. Quienes más han contribuido a generar la crisis, más deben aportar para resolverla”, destacó el presidente Hernández.

ONU5“Todos juntos, eso sí, porque todos somos dueños y habitamos la nación llamada Tierra, y de aquí no nos vamos a mudar”, recordó el gobernante hondureño.

Recordó que Honduras ya enfrentaba problemas graves como combatir el narcotráfico y la pobreza y que ahora se agrega hacerle frente al cambio climático.

Hernández señaló que Honduras es uno de los tres países más vulnerables del mundo, de acuerdo al Índice de Riesgo elaborado por la organización Germanwatch.

El presidente hondureño señaló a la Asamblea General de la ONU que la vulnerabilidad del país “quedó en evidencia con la irrupción del fenómeno de El Niño que nos trajo el segundo año consecutivo de sequía, la más grave registrada desde mediados del Siglo XX, que ha generado muy serios riesgos a la seguridad alimentaria del pueblo hondureño, y una verdadera emergencia nacional”.

El mandatario hondureño advirtió que el problema del cambio climático puede generar una emergencia que sería un “obstáculo grave” al combate a la pobreza y “eleva el riesgo de acentuar trágicamente, otra vez, los indeseados procesos migratorios irregulares”.

En cuanto al fenómeno de El Niño, Hernández dijo que para Honduras representa la pérdida de “gran parte de nuestras cosechas, sobre todo de alimentos”, además del ganado y lo más grave que en “muchas comunidades empieza a faltar el agua”.

jujujuInformó que 250 mil familias hondureñas se encuentran en “situación crítica” y que el gobierno está atendiendo a las familias con recursos propios y los que con “generosidad esperamos contribuyan organizaciones y gobiernos solidarios”.

Indicó el mandatario de Honduras que con esfuerzo se había definido casi un tercio del territorio, más de tres millones de hectáreas, como áreas protegidas en beneficio del patrimonio ambiental y en defensa de la salud del planeta, pero producto del cambio climático el gorgojo descortezador ha provocado la pérdida de 112 mil hectáreas de bosques de pinos, casi un 7% del total de bosques coníferas en el país.

“Sobre todo, El Niño y el cambio climático en general, hoy significan que necesitamos cambiar radicalmente nuestra matriz productiva y nuestra matriz energética, que necesitamos poner en marcha nuestro Plan Maestro para el agua, los suelos y el bosque ya. No el año que viene, ni la próxima década, sino ya, ahora”, remarcó el gobernante de Honduras.

Discurso del presidente Juan Orlando Hernández

Honduras comparece hoy en esta Asamblea para comprometer su voluntad política y su empeño en la ruta y los Objetivos del Desarrollo Sostenible.

Hace un año denuncié, en este mismo recinto, la trágica situación de los flujos migratorios, especialmente de menores no acompañados, desde el triángulo norte de América Central hacia los Estados Unidos, expulsados por la violencia y la miseria, producto del tránsito de drogas hacia el Norte, y la operación del narcotráfico y del crimen organizado internacional en la región. Al mismo tiempo realicé un llamado para la organización de un Plan de “Alianza para la Prosperidad”, dirigido a mejorar la seguridad y a crear oportunidades y desarrollo genuino en esa ruta de la emigración. La iniciativa conjunta de los gobiernos de Guatemala, El Salvador y Honduras encontró eco en el Presidente Obama y en muchos congresistas y senadores. Una generosa iniciativa para apoyar este Plan está hoy a consideración del Congreso de los Estados Unidos.

En materia de seguridad y de creación de oportunidades hemos hecho grandes avances. Podemos mostrar mejoras realmente notables en el combate al narcotráfico y la inseguridad, evidenciadas por la reducción de los homicidios y otros delitos vinculados al tráfico de drogas. Logramos la reducción drástica del tráfico de drogas a través de nuestro territorio, la destrucción de la infraestructura de narco-pistas y narco-laboratorios, la captura y juzgamiento de gran cantidad de narcotraficantes, la extradición de los principales capos de la droga y la incautación de sus riquezas mal-habidas.

No vamos a descansar hasta terminar de erradicar por completo de nuestro territorio ese mal que tanto daño ha hecho a nuestra región y a la humanidad entera.

En cuanto a la creación de oportunidades y el combate a la pobreza, hemos desarrollado y estamos recorriendo la ruta que nos marca la plataforma de Vida Mejor, cuya capacidad y efectividad para mejorar las condiciones de vida de los más humildes estamos comprobando día tras día en Honduras. Encaramos a través de Vida Mejor, y de la Ley Marco del Sistema de Protección Social, recientemente aprobada, el conjunto de los Objetivos de Desarrollo sostenible en materia de ingresos, educación, salud, calidad de vida y habilitación de las familias, especialmente las mujeres, en la creación de empleo productivo. Hoy sabemos que este es el canal más efectivo para la organización de los recursos y programas de combate a la pobreza.

Como lo habíamos previsto, menos drogas, más seguridad, más desarrollo y más oportunidades comenzaron a marcar una reducción de los procesos migratorios. No lo decimos nosotros. Así lo avalan las autoridades migratorias de México y de los Estados Unidos.

Pese a estos avances, señor Presidente, tenemos muchos desafíos por delante. En particular, necesitamos avanzar más en la reducción de la pobreza, la mortalidad infantil, la mortalidad materna, y el control de enfermedades, el VIH SIDA, especialmente. Estos desafíos constituyen una deuda social, económica, política y sobre todo moral que no puede soslayarse ni admite demoras en su solución.

Pero estos avances en los que ciframos fuertes esperanzas, no se han producido de manera fácil. A la lucha contra el narcotráfico y a la pobreza se agregaron los efectos del cambio climático en Honduras, uno de los tres países más vulnerables del mundo según el Índice de Riesgo elaborado por la organización Germanwatch.

Nuestra vulnerabilidad, señor Presidente, quedó en evidencia con la irrupción del fenómeno de El Niño que nos trajo el segundo año consecutivo de sequía, la más grave registrada desde mediados del Siglo XX, que ha generado muy serios riesgos a la seguridad alimentaria del pueblo hondureño, y una verdadera emergencia nacional. Emergencia que se levanta como un obstáculo grave en nuestro combate a la pobreza y eleva el riesgo de acentuar trágicamente, otra vez, los indeseados procesos migratorios irregulares.

¿Qué representa el fenómeno climático de El Niño para Honduras?

Se han perdido gran parte de nuestras cosechas, sobre todo de alimentos. Estamos perdiendo nuestro ganado y en muchas comunidades empieza a faltar el agua.

250 mil familias hondureñas han quedado en situación crítica. Nuestro gobierno está atendiendo a las familias afectadas con recursos propios y los que con generosidad esperamos contribuyan organizaciones y gobiernos solidarios.

En un gran esfuerzo, habíamos definido casi un tercio de nuestro territorio, más de 3 millones de hectáreas, como áreas protegidas en beneficio de nuestro patrimonio ambiental y en defensa de la salud del planeta. Hoy, producto del cambio climático, el gorgojo descortezador nos ha producido la pérdida de 112,000 hectáreas de bosques de pinos, casi un 7% del total de bosques de coníferas en el país.

Sobre todo, El Niño y el cambio climático en general, hoy significan que necesitamos cambiar radicalmente nuestra matriz productiva y nuestra matriz energética, que necesitamos poner en marcha nuestro Plan Maestro para el Agua, los Suelos y el Bosque YA. No el año que viene, ni la próxima década, sino YA, AHORA.

Señor Presidente, señor Secretario General. Desde el podio ustedes miran esta congregación y nos ven a todos iguales. Sin embargo, desde el punto de vista de cambio climático no somos iguales. No somos iguales en sus causas, ni en sus efectos.

Solo tendríamos derecho a decir que la raza humana ha madurado si somos capaces de aceptar que, así como hay responsabilidades comunes y compartidas, aunque diferentes, en la generación del fenómeno de cambio climático, también debe haberlas para las soluciones. Quienes más han contribuido a generar la crisis, más deben aportar para resolverla. Todos juntos, eso sí, porque todos somos dueños y habitamos la nación llamada TIERRA, y de aquí no nos vamos a mudar.

Desde nuestra Honduras, hago un llamado a todas las naciones, especialmente a los países desarrollados, a encarar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y especialmente hacer frente a los desafíos y efectos del cambio climático en el marco de la co-responsabilidad que todos, sin excepción, debemos reconocer como principio-guía de las acciones de la comunidad internacional a partir de hoy. Llegó la hora de asumir la co-responsabilidad como un imperativo moral y político.

A ello, con respeto, pero con gran convicción, convoco a los líderes del mundo.

Muchas Gracias.  

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