San José – El campesino Juan Barillla, uno de los 222 críticos y opositores nicaragüenses que fueron excarcelados, expulsados a Estados Unidos y despojados de su nacionalidad, fue deportado a Honduras, informó este lunes él mismo al diario La Prensa.
Barrilla, de 35 años y originario del municipio de San Miguelito, departamento de Río San Juan de Nicaragua, contó que fue enviado hacia Honduras el pasado 29 de noviembre luego de ser detenido en EE.UU. por conducir en estado de ebriedad.
El 5 de abril de 2025 fue detenido por la Policía de Luisiana, donde residía tras encontrar una oportunidad laboral, por conducir bajo los efectos del alcohol.
Pasó 112 días en una prisión del condado y aunque un juez ordenó su liberación tras cumplir su condena, la Policía le dijo que no podía ser excarcelado porque tenía una cita con los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés).
«Mi abogado me dijo que el delito posiblemente podría afectar en mi proceso de asilo, pero nunca pensé que fuera así, porque mi caso de asilo era fuerte», relató.
El ICE llegó por él a la cárcel entre el 17 y 19 de julio pasado y lo trasladó a un centro de detención en Winfield, Luisiana, desde donde Barilla retomó su proceso de asilo.
Durante la última audiencia ante el juez, el pasado 15 de octubre, la Fiscalía solicitó que no le concediera el asilo y propuso que en su lugar le otorgaran protección bajo la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (CAT) de la ONU, con remoción a Honduras.
«Un día menos pensado, cuando estaba en la celda, los del centro de detención llegaron y me llamaron por mi nombre y me dijeron: alístate que te van a remover. Me sacaron, llevaron al aeropuerto Alejandría en Luisiana. Iba encadenado de pies, mano y cintura, como un criminal (…) Eso fue una tortura, un calvario», comentó Barilla, que ahora lamenta su «error».
El nicaragüense fue detenido, junto a otros cuatro campesinos, en septiembre de 2020 por policías y civiles afines al Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo, en el contexto de la crisis social y política que vive Nicaragua desde abril de 2018.
Pasó 29 meses como preso político del Gobierno de Nicaragua hasta que fue desterrado a EE.UU. el 9 de febrero de 2023 junto a otros 221 opositores y críticos con el Ejecutivo sandinista.
Barrilla dijo que ahora vive con temor en Honduras por la cercanía con Nicaragua. «Honduras es fronteriza con Nicaragua. Hay violencia y pandillas. El régimen de Ortega puede extender sus tentáculos hasta aquí», argumentó.
En Honduras fue acogido por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados de la ONU (Acnur) bajo un programa de protección temporal que incluye alojamiento, alimentación y trámites migratorios por un período de tres meses.
Barilla ahora se arrepiente de no haber aplicado a la ciudadanía española, cuando le fue ofrecida a los 222 presos políticos.
«No apliqué porque como estaba en EE.UU. y tenía un caso. Me dijeron que si aplicaba me iban a negar inmediatamente mi proceso de asilo. Pero me arrepiento», aseguró.
El campesino adelantó que buscará asesoramiento para solicitar una oportunidad de reubicación en un tercer país, porque no se siente seguro en Honduras.EFE
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