Tegucigalpa – La violencia contra las mujeres es un flagelo de mil cabezas en Honduras, donde al menos una mujer pierda la vida en condiciones trágicas cada día, de acuerdo a estadísticas oficiales, en tanto los victimarios evaden el brazo de la justicia que casi nunca los alcanza.
– Estamos viendo ataques reiterados a mujeres en zonas consideradas turísticas, dijo la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva.
– “Hay casos que se resolverán pronto, hay omisiones graves que pretenden ocultar verdades que afectan los intereses de personas involucradas”, dijo la funcionaria.
La cotidianidad en el país retrata historias de mujeres, desde niñas hasta adultas, que pagan con sus vidas la interminable violencia que las vulnera. En muchos de los casos se disfrazan y se tejen historias ajenas a la realidad, con el afán de encubrir los victimarios.
Desde la muerte de la pequeña Alisson en Lepaera, Lempira, presuntamente provocada por el ataque de un perro pitbull, pasando por la misteriosa desaparición hace un mes de la joven Belkis en La Esperanza, Intibucá, hasta el deceso de la doctora Jennifer Arriaga en Comayagua, de quien se dijo expiró tras ser impactada por una bala perdida.
Igualmente, la paliza que recibió la joven Lisbany y que tiene entre la vida y muerte a su madre, así como la confusa muerte de Rixi en Trujillo, Colón, a manos de un ciudadano canadiense.
Todos estos casos relatan la historia de violencia doméstica que fueron objeto estas mujeres, pero que detrás hay un agresor que se oculta y que evade la justicia en un país que apenas judicializa el 4 % de los casos en los tribunales de la República.
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Canadiense buscado por muerte de Rixi
Este suceso cobró relevancia esta semana, cuando la Fiscalía de Trujillo presentara un requerimiento fiscal con orden de captura, alertas migratorias y libramiento de oficios a Interpol contra el canadiense Andrew James Forseth, a quien se le acusa por presunto delito de feminicidio en concurso ideal de privación ilegal de la libertad en perjuicio de Rixi Suyapa Ponce Matute.
El ahora imputado es un hombre soltero de 55 años, de oficio perforador de pozos y originario de Quebec de la provincia del este de Canadá.
En el interior de una vivienda fue encontrado el cuerpo de Rixi luego de sostener un encuentro con Forseth. La malograda joven presentaba traumas en su cuerpo.
Conforme a las diligencias investigativas concatenadas con la prueba científica y prueba técnica recibida, se establece que Andrew James Forseth, es la persona sospechosa de haber privado ilegalmente de la libertad a Rixi Suyapa.
Este dictamen forense concluye que la causa de muerte fue trauma contuso en abdomen, con laceración de hígado que produjo hemoperitoneo (acumulación de sangre en la cavidad abdominal), y la manera de muerte homicida, desde el punto de vista médico legal.
El ciudadano canadiense no aparece y es buscado por las autoridades hondureñas.
En conversación con Proceso Digital, la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, dijo que existían elementos para ordenar la detención del canadiense Forseth, pero eso no ocurrió.
“La autopsia reveló que la muerte tiene causa homicida, además hay una serie que lo vinculan (al canadiense) en el proceso de identificación, por eso existe un requerimiento aunque no sabemos cuál es su paradero, no creemos que haya salido del país”, señaló.
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Belkis desaparecida hace un mes
Otro de los recientes casos que ha generado mucha expectativa es el de la joven Belkis Molina, quien desapareció al salir de su trabajo el 21 de julio en La Esperanza, Intibucá.
Varias protestas han ocurrido en el occidente del país, en demanda por la celeridad para dar con el paradero de la joven y aunque hay una persona imputada en el caso, existen muchas preguntas aún por contestar.
El procesado Alexis Noé Lemus compareció a sus primeras audiencias y permanece recluido a la espera de la continuación del proceso penal. Él es el gerente de la cooperativa donde laboraba Belkis al momento de su desaparición. Se le acusa por privación de la libertad agravada.
El 11 de agosto se encontró en Santa Cruz de Yojoa el vehículo en el que se transportaba Belkis al momento de su desaparición. El carro estaba en una galera cubierta con un plástico.
Por su parte, grupos feministas, han reiterado el llamado a las autoridades para que den prioridad al caso del desaparecimiento de Belkis. Aunque la investigación continúa, la Policía ha ofrecido una recompensa de 100 mil lempiras para quien ofrezca información al respecto.
Al respecto la viceministra Villanueva, expresó que “el caso de Belkis continúa más activo que nunca; y si bien es cierto, no se han compartido algunas cosas, puedo asegurar que se nos ha referido ya a través de las investigaciones que Belkis sí está viva”.
Remarcó que “la investigación arroja que ella está viva, decidimos hacerlo público para que los captores la entreguen con vida”.
Doctora no murió por bala perdida
Otra de las historias recientes que concluyó en la muerte violenta de una mujer es el de la doctora en Química y Farmacia, Jennifer Arriaga, quien expiró el pasado miércoles luego de recibir un impacto de arma de fuego, que en primera instancia se indicó fue por una bala perdida, sin embargo, las investigaciones reflejan que fue asesinada.
El hecho se registró en el departamento de Comayagua cuando la joven doctora compartía con varias personas, quienes la trasladaron herida a un centro asistencial donde luego perdió la vida.
Julissa Villanueva refirió que “eso de la bala perdida es el peor absurdo que puede existir para generar una burla a la ciencia. Una bala perdida no fue lo que acabó con la vida de esta joven, sino alguien que la ha matado e indudablemente estamos detrás de este agresor”.
Explicó que solamente con las fotos del levantamiento del cuerpo se concluye que la doctora Arriaga fue asesinada.
“Cuando se trabaja coordinadamente los casos se resuelven rápido, si no hay impunidad”, subrayó.
Paliza a joven tiene a su mamá entre la vida y la muerte
Igualmente esta semana cierra con el caso de Lisbany León, quien de acuerdo a su propio relato fue víctima de una golpiza por su expareja Fredy Luna Valle, quien también golpeó a su madre.
Lisbany relató que ella ya no tiene nada que ver con su expareja, padre de su hijo de tres años, y a quien dejó hace dos años. Asimismo, existía una orden de captura contra Luna Valle porque ya había intentado asesinarla.
La mujer no se explica por qué el agresor no ha sido capturado y ahora les volvió a hacer daño y ahora su madre se encuentra grave por la golpiza que éste le propinó y está interna en un hospital.
“Hice todo lo que estaba en mis manos para defender a mi madre, pero mis fuerzas no pudieron”, dijo la joven con su voz entrecortada.
“Yo tengo heridas de machete, en las manos y en la cabeza, pero mi mamá salió más perjudicada, y como pude salí a gritarles a los vecinos”.
Agregó que a su madre ya le intervinieron quirúrgicamente, pero no responde. Lisbany León, dio a conocer que el agresor Fredy Luna Valle, es de Catacamas, Olancho.
Lisbany, reside en San Juan Pueblo, La Masica Atlántida, relató que la historia de violencia con este hombre es reiterada, porque en otra ocasión también la secuestró y la golpeó, la amenaza constantemente, con armas de todo tipo y con quemarle la casa.
La joven dice que está desesperada porque hasta intentó salir del país de forma ilegal junto con su hijo, pero fue deportada en el trayecto hacia Estados Unidos, pese a que expuso su situación y las autoridades no han hecho nada pese a que la denuncia fue interpuesta desde el 2019, detalló.
“Estoy cansada de tanto tocar puertas” por eso ahora acudo a los medios y a las redes sociales es lo único que le queda, remarcó con angustia y entre sollozos la desesperada mujer.
La viceministra Villanueva describió que ese caso está avanzado y que asistirá a la mujer para ponerla a salvo del agresor.
Niña presuntamente atacada por el un perro
El caso de la menor Allison Nahomy Argueta Villalta ha llegado hasta el Congreso de la República, desde donde se pide al Ministerio Público que priorice esta investigación para ofrecer una respuesta justa e inmediata a sus familiares.
La menor murió el pasado 8 de junio presuntamente por mordeduras de un perro pitbull en la comunidad de Las Delicias, municipio de Lepaera, Lempira.
La propia presidenta Xiomara Castro repudió el suceso y confirmó que se trató de una muerte violenta.
Allison Nahomy Argueta Villalta, de 9 años de edad, murió presuntamente tras ser atacada por un perro pitbull en el occidente de Honduras, no obstante, al revelarse algunos detalles de la autopsia la versión cambió y persiste la duda y la sospecha que hay indicios que la menor fue asesinada y además habría sido abusada sexualmente.
En este caso, Villanueva citó que “efectivamente la menor presentaba mordidas de perro, pero le falta al Ministerio Público dejarnos claro si hay signos o no de abuso sexual y esa es la parte en la que no se han expresado en los dictámenes”. PD