Crece la oposición a una “Alcatraz” en Islas del Cisne

Tegucigalpa – El anuncio sobre la construcción de la una megacárcel en las Islas del Cisne, a 250 kilómetros de tierra firme al norte de Honduras, concita la oposición de sectores que alertan sobre el terrible impacto ambiental, e incluso otros se atreven a mencionar que podría ser la base militar de un país asiático.

– Estudios resaltan que el archipiélago alberga ecosistemas, hábitats y especies raras y valiosas tanto para Honduras como para la región.

– El gobierno, a través de la Secretaría del Ambiente, aseguran que el daño al ecosistema será mínimo y aseguran que los estudios ambientales comenzaron desde octubre del año pasado.

– Biólogos proponen que la cárcel se construya en otra zona que no represente un impacto ambiental como en las Islas del Cisne.

Los sectores políticos de oposición aseguran que la cárcel no se construirá y que es otra de las cortinas de humo que utiliza el gobierno para desviar la atención a los grandes problemas del país.

“Este pueblo lo que quiere es que este gobierno se vaya, ya no podemos seguir buscando solo distractores. Aquí distraen con Palmerola, distraen con Islas del Cisne… lo que está afectando a la ciudadanía es el precio de la canasta básica”, reclamó el alcalde de Choluteca, Quintín Soriano.

El ministro de Defensa, José Manuel Zelaya, encabeza las acciones de construcción de la mega cárcel e incluso ha advertido que así como Honduras tiene una isla deseada como Roatán, ahora tendrá una isla temida como las Islas del Cisne.

El ministro de Defensa, José Manuel Zelaya.

Cabe recordar que el gobierno, a través del Consejo de Ministro, autorizó realizar compras directas para construir la citada cárcel en el Caribe.

Los PCM establecen que el instituto castrense debe diseñar el plan, para lo cual cuentan con el apoyo total de la Secretaría de Finanzas para que en el menor tiempo posible se habilite la granja penal en la Isla del Cisne para trasladar a los cabecillas de maras y pandillas de alta peligrosidad.

Se prevé que unos 80 millones de dólares (2 mil millones de lempiras) se destinarán para las obras de infraestructura de la cárcel, sin embargo las previsiones más optimistas aseguran que el penal no estaría listo en menos de cuatro años.

(Leer) “Alcatraz” en El Cisne, incompatible con el ecosistema

Biólogos confirman incompatibilidad

La construcción de la “Alcatraz hondureña” en el Caribe tendrá un impacto significativo en la existencia de un ecosistema terrestre único en todo el territorio nacional, destacó el Colegio de Biólogos de Honduras (CBH) mediante un pronunciamiento donde externó su “gran preocupación” ante la propuesta gubernamental.

“Este archipiélago alberga ecosistemas marinos y costeros con características biológicas y ecológicas muy especiales, los cuales se han regenerado lentamente debido a la reducida intervención humana desde que Honduras recuperó su soberanía en 1972”, recordó el gremio.

En ese sentido, y cumpliendo su rol de salvaguarda ambiental ante situaciones que vulneran la estabilidad del ambiente, de los recursos naturales, el desarrollo sostenible y la biodiversidad de la República de Honduras, el Colegio de Biólogos de Honduras concluye que un centro penal es incompatible con los ecosistemas, las especies, la belleza escénica y las condiciones climáticas del archipiélago.

“Un centro penal en las Islas del Cisne no es ambientalmente sostenible y representa más amenazas a corto y mediano plazo que soluciones a largo plazo”, estiman los biólogos hondureños que alientan a la población hondureña y manifestarse en contra del desarrollo de este proyecto atentatorio contra el ecosistema.

El Colegio de Biólogos hondureños se opone a la construcción de la cárcel en el archipiélago del Cisne.

Un ecosistema único

La especificidad del ecosistema en estas islas es tan notable que, debido a las características de su flora, “se considera una eco-región aparte”.

En otras palabras, explica el CBH, “los ecosistemas del Caribe, incluyendo Guanaja, Roatán, Utila y los Cayos Cochinos, no presentan las mismas formaciones florísticas que se encuentran en las Islas del Cisne”, explica el colegio dirigido por Iliam Suyapa Rivera García.

En ese sentido, en cumplimiento a las leyes vinculadas a la protección de áreas protegidas, “ningún proyecto debe aprobarse sin antes haber pasado por los procesos correspondientes de licenciamiento ambiental y de revisión por parte de la autoridad a cargo de las áreas protegidas, así como de cualquier otra autoridad con potestades en el ámbito ambiental”.

El ente gremial recuerda que Honduras es signatario de tratados, convenios y acuerdos internacionales relacionados con la protección, conservación y uso sostenible de los recursos naturales y la biodiversidad.

Un proyecto de alto costo

El CBH resalta la vulnerabilidad natural permanente de las Islas del Cisne frente a eventos meteorológicos extremos, como huracanes y tormentas.

“Estos fenómenos representan un alto costo económico para el país, ya que se requiere infraestructura especializada para resistir el embate de dichos eventos climáticos”, señala.

Asimismo, apunta que este aspecto debe ser considerado de manera fundamental en cualquier propuesta en la zona, especialmente en relación con el alojamiento de personas para los fines planteados.

Por otro lado, dado la ubicación geográfica del archipiélago, se prevé un impacto financiero significativo en las arcas del Estado debido a la construcción, operación y traslado de personas privadas de libertad desde tierra firme hacia las Islas del Cisne.

En la isla hay un apostadero de las Fuerza Naval de Honduras.

Preocupación por áreas protegidas

De su lado, la directora del Parque Nacional Marino Costero, Francys Lean, mostró la preocupación que tienen todas las personas que trabajan con las áreas protegidas por la conservación de los ecosistemas marinos y costeros.

«Estamos muy preocupados por esta decisión que se ha tomado, pero creemos en que el gobierno puede recapacitar, analizar bien y tal vez encontrar otra solución para este problema que sabemos que es de seguridad, que es algo que tenemos en el país», detalló.

Al consultarle sobre el impacto directo o indirecto sobre esta construcción en el parque marino-costero, Lean explicó que todos los parques o todas las áreas que están interconectadas se verían afectados, el impacto directo o indirecto sobre esta construcción de la cárcel será grave.

Destacó que algunos problemas que se pueden predecir desde el momento en la construcción y operación de ese centro, es la descarga de aguas negras, los desechos sólidos, sedimentos de construcción y otras actividades que se van a realizar ahí.

«Estos van a causar un impacto negativo en el arrecife, que está muy cerca de las islas», lamentó.

Indicó que la decisión se tomó pensando que no había un recurso tan importante en el sitio, normalmente solo se ve a las dos islas, pero por debajo del agua hay todo un ecosistema muy importante.

«Tal vez si la señora presidenta Xiomara Castro quiere hacer una investigación, creo que hay muchos biólogos marinos disponibles en Honduras que pueden apoyar una investigación para que ella tenga los datos y la información suficiente para una línea de base sobre lo que hay en Islas del Cisne», sugirió la funcionaria.

El abogado Fernando González.

¿Base militar de un país asiático?

El profesional del derecho Fernando González considera que a través de los análisis ambientalistas y económicos que se tendrían que hacer lo que se construya en la Islas del Cisne, “puede quedar inclusive después como una base militar de un gran país de Asia”.

Y es que el abogado señala que si la pretensión del gobierno, como lo expresó en las últimas horas el ministro de Defensa, José Manuel Zelaya, es trasladar en una primera etapa a unos 2,000 reos, a esta cantidad de personas hay que sumarle los guardias, con lo que el daño ambiental a un sitio protegido sería grave.

“No soy ambientalista, pero la lógica le dice a usted que si son 2,000 reos por lo menos habrá un 10 % de guardias, cuántos palancazos diarios habrá en inodoros, por lo menos 6,600 diarios”, por lo que cuestionó, a dónde irán esos desechos. Si es al mar, González recordó que esta zona es protegida.

Para el profesional de derecho, la idea de una cárcel en ese sitio es descabellada, e indicó que el gobierno debería pensar en alternativas en tierra firme. Por eso, dijo que “en ese sentido se debe de pensar de manera más amplia”.

“Todo esto va tener que pasar por el Congreso Nacional porque es por ahí por donde se va erogar el dinero para la construcción y créalo que a través de los análisis ambientalistas y económicos que se tendrían que hacer en el devenir próximo, créalo que va quedar sin lugar quizá la construcción de esa cárcel ya en la Islas del Cisne”, aseveró.

González también advirtió que la Isla Santillana o Isla del Cisne, “puede quedar inclusive después como una base militar de un gran país de Asia. Mire cuándo se lo digo, y eso nos tendría quizá a acarrear problemas en la geopolítica porque estaría cerca de Estados Unidos, el primer socio que tiene Honduras”, observó.

El ministro de Ambiente, Lucky Medina.

No habrá mayor daño, dice ministro de Ambiente

“Claro que se va a hacer un estudio de impacto ambiental”, reaccionó el ministro de Recursos Naturales, Lucky Medina, en relación a la construcción de la cárcel en la Isla del Cisne.

Agregó que respetan la diversidad biológica por lo que se realizará un estudio de impacto ambiental transparente y se contará con la supervisión de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente, adicionó.

Seguidamente expresó que se deben cumplir todos los requerimientos de evaluación de impacto ambiental, con el plan de gestión ambiental y con la presentación de informes de medidas de mitigación.

Medina detalló que desde octubre de 2022 se está trabajando en los estudios necesarios para cumplir con los requisitos legales, técnicos y científicos de la obra, del centro penal en la isla que proyecta con un valor inicial de 2 millones de lempiras.

Ante el cuestionamiento de que esa zona es un área protegida como Parque Nacional Marino y parte del Corredor Biológico Mesoamericano, contestó comparando el caso con el de West Bay en Roatán, Islas de la Bahía, que es una zona hotelera, entonces ese es un claro ejemplo de cómo se puede intervenir en un parque marino, como las Islas del Cisne, sin causar un daño grave a la biodiversidad.

De igual forma estimó que no habría mayor daño en el banco de los arrecifes de coral. PD

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