Tegucigalpa- En medio del creciente escándalo por la licitación del sistema de transmisión electoral, la consejera del Consejo Nacional Electoral (CNE), Cossette López, lanzó una nueva y grave advertencia: las máquinas biométricas que fueron prestadas al partido Libre durante su proceso interno no han sido oficialmente devueltas al CNE y habrían sido ingresadas nuevamente al centro logístico electoral, sin justificación clara ni autorización formal.
“¿Para qué quieren introducir dispositivos biométricos y dónde los piensan colocar? Permanezco vigilante y firme. Alertó a los organismos de derechos humanos y a la comunidad internacional sobre lo que está sucediendo en el CNE”, declaró López.
Según la consejera, parte de esos dispositivos fueron almacenados en un aula del auditorio del CNE, bajo control exclusivo de un miembro del despacho del consejero Marlon Ochoa, quien —afirmó— habría ordenado su “reconfiguración” sin que existan registros técnicos ni autorización oficial del pleno.
En teoría, esos equipos no han sido formalmente retornados al Consejo Nacional Electoral. Fueron prestados a un partido político y ahora están siendo manipulados en un espacio cerrado. “¿Para qué quieren configurarlos con un nuevo software? ¿Dónde los piensan colocar?”, cuestionó López ante los medios.
La funcionaria advirtió que la situación representa un riesgo directo para la transparencia y la seguridad del proceso electoral, ya que los equipos podrían ser alterados tecnológicamente fuera de los procedimientos establecidos.
En su pronunciamiento, López reiteró que ha sido objeto de amenazas e intimidaciones dentro del CNE, atribuyendo las presiones al consejero Ochoa, a quien acusa de intentar imponer la contratación de la empresa Smartmatic pese a que presenta el precio más alto y arrastra denuncias por presuntos fraudes y sobornos en el extranjero.LB










