A partir de este lunes, la Cooperativa “Fe y Esperanza”, brinda atención a más de cuatro mil afiliados de los diferentes mercados de Comayagüela, en la filial San Isidro con un personal altamente capacitado.
El pasado 18 de febrero, un voraz incendio consumió más de 5 mil negocios en los mercados capitalinos, entre los cuales figuraba la filial de la cooperativa “Fe y Esperanza”.
Sin embargo, haciéndole honor a su nombre “Fe y Esperanza”, este centro financiero creado para apoyar a la micro y pequeña empresa unió sus esfuerzo y ha logrado reabrir sus puertas a la población en este centro de comercio, luego de seis meses de lucha.
Los afiliados a “esta casa financiera no estuvieron abandonados”, dijo el presidente de la junta directiva de esta cooperativa, Wilmer Osorto, porque durante ese semestre se instalaron cajeros móviles a disposición de los cooperativistas, así como una ventanilla de atención especial.
La cooperativa “Fe y Esperanza”, se proyecta socialmente en la zona de los mercados con una clínica de atención médica, misma que resultó afectada por el siniestro, sin embargo la asistencia sanitaria a los locatarios del mercado no menguo por parte de esta asociación.
La economía informal maneja importantes cantidades de dinero y sostienen a miles de familias hondureñas.
