Tegucigalpa– Los conductores de autobuses que cubren la ruta Residencial Honduras paralizaron sus unidades ante el mal llamado cobro de impuesto de guerra.
Según los afectados, ya no aguantan tanta organización criminal amenazándolos por el pagó del impuesto extorsivo.
“Nos están extorsionando, matando y si no es con medidas de presión no vemos resultados”, dijo uno de los conductores.
Son más de 50 unidades las que se paralizaron en la terminal de buses.
Los motoristas exigieron a las autoridades mayor seguridad e investigaciones profundas sobre los que realizan el cobro de la extorsión.
El empresario del transporte, Jorge Lanza, denunció el fin de semana que la extorsión llega al grado que tienen que pagar incluso por las unidades que están en mal estado o aparcadas.