La Paz – La expresidenta transitoria de Bolivia Jeanine Áñez fue condenada este viernes a 10 años de cárcel por incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución cuando asumió el poder en 2019 en medio de una crisis social y política.
Luego de deliberar por más de ocho horas, el Tribunal Primero de Sentencia de La Paz determinó que Áñez cumpla la condena en la cárcel de Miraflores en la que está detenida de manera preventiva desde hace más de un año.
El Tribunal también anunció una sentencia de 10 años de cárcel contra el excomandante de las Fuerzas Armadas Williams Kaliman, y el excomandante de la Policía Yuri Calderon, de quienes se desconoce su paradero.
En la mañana de este viernes los jueces del tribunal se trasladaron hasta la cárcel para tomar la última declaración de Áñez y luego hicieron lo propio en la prisión donde se encuentran dos exjefes militares acusados de ayudar a la exmandataria transitoria a llegar al poder.
Con estas diligencias el tribunal cerró la fase de debates del juicio y pasadas las 14.00 hora local (18.00 GMT) los jueces anunciaron que pasaban «a deliberar de manera ininterrumpida hasta dictar la correspondiente resolución, debiendo estar las partes procesales conectados vía virtual».
Áñez tuvo que enfrentar el juicio de manera virtual desde la cárcel, pues según las autoridades era una medida preventiva por la pandemia y luego argumentó que existía un «riesgo de fuga», pese a los insistentes pedidos de su defensa para que pudiera asistir personalmente a las audiencias.
«No fue un Gobierno fácil porque yo tuve el Gobierno, pero nunca tuve el poder, tuve bloqueos en la Asamblea Legislativa, por lo tanto era un Gobierno simplemente de transición», expresó Áñez en su declaración ante el juez.
La exmandataria interina manifestó que ella no tenía la «ambición» de asumir la Presidencia y que solo cumplió su deber y que, a su juicio, el «único ambicioso» fue el expresidente Evo Morales «que no respetó la Constitución» desde 2016 cuando hizo caso omiso a los resultados de un referéndum que le negaban aspirar a un cuarto mandato consecutivo.
A lo largo de las audiencias la exmandataria interina presentó varios quebrantos de salud, que según la parte acusadora eran maniobras para dilatar el juicio.
Jeanine Áñez fue detenida el 13 de marzo de 2021 en un operativo encabezado por el comandante general de la Policía Boliviana, Jhonny Aguilera, en su natal Beni y luego fue llevada a La Paz en un avión militar bajo un fuerte resguardo policial.
En principio la Justicia le abrió una causa por los delitos de sedición, terrorismo y conspiración por la crisis postelectoral de 2019 que derivó en la renuncia del entonces presidente Evo Morales, que para el oficialismo fue un «golpe de Estado».
De ese caso se derivó el proceso «golpe de estado II», por el que hoy fue condenada.
Jeanine Áñez asumió el 12 de noviembre de 2019 el mando interino del país como segunda vicepresidenta del Senado, dos días después de la renuncia de Morales y de todos los funcionarios en línea de sucesión Presidencial, y en medio de una crisis política y social que estalló tras los comicios de octubre de ese año entre denuncias de fraude a favor del entonces presidente. AG