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Con acuerdo unánime sobre el TREP, se pasa de un amplificador de crisis a uno de estabilidad

Tegucigalpa— El analista político Héctor Soto destacó los impactos inmediatos del acuerdo unánime alcanzado por el Consejo Nacional Electoral (CNE), en las últimas horas, mediante el cual se aprobó un nuevo flujo para el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP).

El nuevo diseño contempla cero intervenciones humanas el día de las elecciones, pero sí intervención técnica posterior, bajo supervisión tripartita.

Soto valoró positivamente el consenso logrado, subrayando que el CNE pasa de ser un factor de incertidumbre a recuperar su papel como árbitro confiable. “El TREP fue un amplificador de crisis. Ahora, la solución pactada tiene el poder de ser un amplificador de estabilidad”, sostuvo el experto.

Soto apunta que entre los efectos clave que sobresalen tras el acuerdo, que ganó la narrativa de LIBRE. En disputa había dos enfoques sobre la legalidad del TREP. La propuesta impulsada por el oficialismo terminó cohesionando al pleno del CNE.

Asimismo, se pactó un TREP donde caben todos. Por primera vez, los tres partidos representados en el CNE —Libre, Nacional y Liberal— lograron verse reflejados en un mismo sistema. “No es perfecto, pero sí es viable”, afirmó Soto.

También destaca que no hubo víctimas ni renuncias. A pesar de las tensiones internas y amenazas de crisis, el acuerdo evitó renuncias de consejeros o fracturas institucionales.

Y de lo más importante es que el CNE vuelve a funcionar, tras semanas de estancamiento, el órgano electoral retoma su operatividad con decisiones colegiadas y unidad de criterio.

De igual forma hay una salida legal en el horizonte, es decir que el nuevo consenso técnico-político abre camino para que el Congreso Nacional autorice la ampliación de plazos para la contratación e implementación del TREP.

Además, ahora hay menor riesgo de judicialización, la postura unitaria del CNE reduce la posibilidad de que el proceso electoral escale a conflictos jurídicos o impugnaciones anticipadas.

Por otra parte, el discurso impulsado por sectores en torno a una “crisis democrática” perdió fuerza. “El CNE recuperó la centralidad y legitimidad institucional”, concluyó Soto.

El nuevo diseño del TREP marca una transición en el clima político preelectoral, y de acuerdo con el analista, representa una oportunidad para reconstruir la confianza ciudadana de cara a las elecciones generales de noviembre.LB

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