Santa Cruz de Tenerife/Las Palmas de Gran Canaria, –Cientos de personas, la mayoría mujeres, han vuelto a salir este sábado a las calles de las dos capitales canarias para mostrar su rechazo a la violencia machista y para decir “se acabó”, con motivo del 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
En la capital tinerfeña, cientos de personas han participado en la manifestación que, convocada por el Foro contra la Violencia de Género de Tenerife, ha partido de la plaza Weyler tras la pancarta en la que se leía “Por unas vidas libres de violencia machista”, “Transformación de las políticas públicas ¡ya¡”.
En otras pancartas que han recorrido calles del centro de Santa Cruz de Tenerife se destacaba que “La pobreza tiene rostro de mujer”, y también que “Nos queremos vivas y libres”.
Begoña Barras, una de las portavoces del Foro contra la Violencia de Género de Tenerife, ha destacado la importancia de que se actúe sobre las causas de la violencia machista, y por ello ha pedido que se reorienten las políticas públicas y se invierta en educación afectivo sexual.
Ha indicado que hay leyes por la igualdad y contra la violencia de género pero, a juicio de Begoña Barras, se quedan en medidas “puntuales” con presupuestos que no se invierten, de forma que no se desarrollan las medidas legales.
La representante del Foro contra la Violencia de Género de Tenerife ha insistido en que es necesario que se eduque desde el inicio de la vida en otras formas de relación, y que desde todos los ámbitos de la sociedad también se trabaje para cambiar unos patrones de relación como los actuales.
En la capital grancanaria, las mujeres se han manifestado desde la plaza de Santa Ana hasta el parque de San Telmo, donde dos de las portavoces de la Red Feminista de Gran Canaria han dado lectura al manifiesto ‘Violencia machista: El tiempo de silencio ¡se acabó!
La dramática cifra de las 1.237 mujeres que han sido asesinadas en España desde 2003, y 51 en lo que va de 2023, cuatro de ellas en Canarias, aunque de conformidad con la ley autonómica son ya 105, además de ocho niños y niñas, ha sido destacada en el manifiesto que persigue poner fin a la “cara más terrible de la violencia de género”.
El manifiesto ha incidido también en los “alarmantes casos de violencia machista”, que requieren de más recursos y más esfuerzo por parte de las instituciones, y en reclamar “más visión integral e implicación en todos los ámbitos del Estado”, así como en rechazar recortes como el previsto el próximo año en el Instituto Canario de Igualdad.
La portavoz de la Red Feminista de Gran Canaria Nereida Vizuete ha expresado su satisfacción por el hecho de que de nuevo las mujeres han vuelto a salir de forma masiva a la calle para decir no a la violencia machista y para gritar que “el tiempo del silencio se abacó”, ha añadido la también portavoz del colectivo Nayra Marrero.
“Que viva la lucha de las mujeres”, “Denuncia archivada, mujer asesinada”, “Mi cuerpo es mío” y “Un maltratador no es un buen padre”, han sido algunas que las frases que se han repetido a lo largo de la protesta, que ha contado con la presencia de la alcaldesa de Las Palmas de Gran Canaria, Carolina Darias, quien ha rechazado y condenado la violencia machista.
Darias ha manifestado que “cada vez nos asesinan más y se ejerce más violencia sexual y sufrimos más discriminación”, por lo que ha subrayado que desde las administraciones públicas se debe ser “determinante” para avanzar hacia la igualdad efectiva y real de las mujeres y conseguir una sociedad “más libre, más justa y más democrática”.
Además de la alcaldesa, a la manifestación de la capital grancanaria se han sumado otros políticos, como la diputada y también portavoz del PP en el Ayuntamiento, Jimena Delgado, o el líder de Nueva Canarias, Román Rodríguez, así como sindicalistas y representantes de colectivos que también han querido decir no a esta lacra.
Como en años anteriores, la manifestación ha transcurrido por la avenida de Rafael Cabrera, donde se ha permitido circular a las guaguas por su carril, por lo que organizadoras de la protesta y participantes han mostrado su enojo por el peligro que ello conlleva.
