Washington – La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó este miércoles su «grave preocupación» ante la denuncia de una enfermera del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, en inglés) sobre esterilizaciones forzadas y negligencia médica contra mujeres migrantes en un centro de detención en Georgia.
«La CIDH recuerda que el Estado tiene la obligación de garantizar la vida e integridad de las personas bajo su jurisdicción y de obtener el consentimiento previo, libre y plenamente informado antes de realizar cualquier intervención médica, incluso la esterilización quirúrgica», puntualizó la CIDH en su cuenta de Twitter.
El organismo, encargado de la promoción y protección de los derechos humanos en las Américas, instó al Estado a «poner fin inmediato a las esterilizaciones forzadas, investigar de forma diligente a los hechos, sancionar a las personas responsables y tomar medidas de no repetición, garantizando el acceso efectivo a la justicia de las personas afectadas».
Varias organizaciones defensoras de los derechos civiles presentaron el pasado 14 de septiembre una queja ante la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) basada en el testimonio de Dawn Wooten, una enfermera que trabajó en esa prisión para indocumentados.
La enfermera denunció una serie de «prácticas peligrosas» que ocurren en Irwin, entre ellas la extirpación del útero de varias mujeres.
Dos días después, la representante federal por el estado de Washington Pramila Jayapal denunció que al menos 17 mujeres fueron sometidas a cirugías innecesarias, incluyendo histerectomías, en el Centro de Detención del condado de Irwin, en Ocilla, en el estado de Georgia.
Jayapal dijo que recibió la información de tres abogados que representaban a mujeres que fueron recluidas en ese lugar y sometidas a «procedimientos invasivos y forzados por un ginecólogo» relacionado con esa prisión.
Jayapal y sus colegas Jerrold Nadler, Judy Chu y Zoe Lofgen encabezaron una petición de 173 congresistas en la que urgen a la Oficina del Inspector General del DHS a abrir una investigación inmediata sobre las denuncias de histerectomías.
Al respecto, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) anunció ese día que abrirá una pesquisa independiente sobre las denuncias de histerectomías a mujeres presas en el Centro de Detención de Irwin.
Ada Rivera, directora médica del Cuerpo de Servicios de Salud de la agencia, puntualizó en una declaración enviada a Efe que el ICE, sin embargo, «disputa con vehemencia la implicación de que los detenidos sean utilizados para procedimientos médicos experimentales».
Rivera indicó que desde 2018, «solo dos personas en el Centro de Detención del Condado de Irwin fueron remitidas a profesionales médicos certificados y acreditados en instalaciones de atención médica ginecológica y obstétrica para realizar histerectomías, en conformidad con los estándares de la Comisión Nacional de Atención Médica Correccional (NCCHC)».
Las condiciones en los centros de detención de inmigrantes han estado bajo el escrutinio público a raíz de las denuncias, el año pasado, sobre hacinamiento y las condiciones en las que permanecían menores migrantes separados de sus padres.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos volvieron a encender las alarmas ante la posibilidad de que la pandemia del coronavirus golpeara con mayor severidad a centenares de inmigrantes detenidos en Estados Unidos.
JS