En declaraciones a periodistas, el canciller hondureño, Milton Jiménez, dijo que su Gobierno está optimista frente al fallo que sobre el diferendo limítrofe con Nicaragua se conocerá el lunes 8 de octubre en La Haya, Holanda.
A su vez, el alto funcionario recomendó “esperar este resultado con mucha prudencia y con mucha madurez independientemente de cual sea el mismo” ya que “bien puede ser favorable para Honduras, puede que la Corte Interamericana de justicia tome una decisión intermedia, o puede que eventualmente no nos favorezca”.
“En las tres posibilidades Honduras tiene que estar preparada, el pueblo hondureño, todos los sectores de la sociedad hondureña, teniendo la conciencia de que esto es solamente un peldaño más en este camino que estamos siguiendo para lograr la consolidación de nuestras fronteras patrias con el propósito de abrirlas al mundo, a la inversión, al intercambio político sobre todo con nuestros vecinos, que son nuestros hermanos”, declaró.
Informó de que el fallo será escuchado por el presidente de Honduras, Manuel Zelaya, y sus ministros, en Casa Presidencial.
Dijo que una vez conocido el fallo, sea éste o no favorable, se trasladarán al punto fronterizo del Guasaule para reunirse con el presidente nicaragüense, Daniel Ortega Saavedra.
Jiménez señaló que ese es un acuerdo alcanzado por los presidentes de ambos países, quienes, con este acto, quieren “demostrar ante el mundo y especialmente ante los dos pueblos, de que la voluntad integracionista, la unidad centroamericana no se va a ver quebrantada y que ambos países tenemos toda la voluntad de ser respetuoso de la decisión que tome la Corte Internacional”.
El alto funcionario también anunció que el lunes por la tarde, el nuevo embajador de Nicaragua en Honduras, el empresario Piero Cohen Montealegre, presentará sus cartas credenciales.
“Todo esto se busca hacerlo el mismo día con el propósito simple y sencillamente de demostrar de que no hay absolutamente ningún conflicto, ningún problema entre Honduras y Nicaragua, y todo lo contrario, caminamos, como ocurre con el resto de los países de la región de la mano para luchar contra los flagelos terribles de la pobreza, la miseria y la injusticia”, añadió.
En diciembre de 1999, Nicaragua solicitó a la CIJ determinar su frontera con Honduras en el mar territorial, la plataforma continental y la zona económica exclusiva en el Caribe.
En la demanda, Nicaragua considera el paralelo 17 como su frontera en el mar Caribe, pero Honduras no acepta esto y argumenta que el límite nicaragüense llega hasta el paralelo 15.
Nicaragua inició el juicio después que el Congreso hondureño ratificó un tratado de delimitación de fronteras marítimas con Colombia, el 30 de noviembre de 1999, que el Gobierno de Managua consideró lesivo para su soberanía.
Jiménez dijo que “hemos hecho todo lo humanamente posible” para defender los intereses del país.
Esto, señaló, “nos llena de optimismo, pero con muchísima prudencia”, recalcó.
Jiménez dijo que la delegación hondureña que escuchará el fallo en La Haya será encabezada por el vicecanciller hondureño, Enrique Reina.
Explicó que él no irá debido a que un día después viajará a Cuba para suscribir un Tratado de Delimitación Marítima con ese país.
“La presencia mía en La Haya no modificará en lo absoluto el fallo y tendrá un carácter meramente protocolario, que no es el fin del Gobierno”, planteó.
“Nosotros queremos que este fallo en el caso del diferendo entre Honduras y Nicaragua lo asumamos con suma madurez sin lanzar campanas al aire, la situación del país no cambia radicalmente, pero por supuesto vamos reafirmando nuestra soberanía”.
Igualmente, añadió, “es muy importante la suscripción del Tratado de Delimitación Marítima con Cuba, que nos permite ir cerrando las fronteras marítimas de nuestro país”.
“Honduras tiene más de 200.000 kilómetros cuadrados en su mar territorial, es el país, después de Brasil, que tiene más fronteras terrestres y marítimas en su conjunto en América Latina, tenemos fronteras con nueve países, y por lo tanto tenemos que ser muy celosos en la defensa de la soberanía pero actuando con mucha prudencia y con mucha sensatez y sin generar sentimientos extremos en el pueblo hondureño que puedan herir a otros pueblos hermanos”.
