Tegucigalpa – Los conductores de buses de la reconocida terminal de Jacaleapa con destino al oriente de Honduras, están abandonando ese recinto tras denunciar que llevan 10 días de amenazas por parte de grupos extorsivos.
Las rutas de Tegucigalpa a Morocelí, Guinope, San Antonio de Oriente y otros sectores, suspendieron sus servicios ante la ola de violencia que impera en el país a través del cobro del mal llamado “impuesto de guerra”.
Los conductores piden a las autoridades policiales que les ayuden para continuar el servicio de transporte interurbano a los ciudadanos.
Los transportistas señalaron que con la medida se trata de salvaguardar la vida de los conductores y llegar a una negociación con los antisociales.
El lunes un bus de transporte interurbano fue tiroteado en Choluteca, sur de Honduras.
En el presente año 42 conductores del transporte público han sido asesinados en el territorio nacional.
Los conductores constantemente denuncian que son amenazados por el mal llamado “impuesto de guerra”. IR