Bordos de contención, la vulnerabilidad y la zozobra persisten en el Valle de Sula

Tegucigalpa (Proceso Digital/Alejandro García) – La vulnerabilidad en el Valle de Sula ante las potenciales y recurrentes inundaciones persiste. La lentitud en el ritmo de los trabajos de reconstrucción y la duda sobre la calidad de estos es inminente. La inconformidad y la zozobra entre los damnificados de siempre es cada vez mayor. Las lluvias han comenzado y los pronósticos empiezan a hacerse realidad.

En este julio se cumplen ocho meses desde los pasos de las tormentas Eta e Iota en Honduras, mismas que causaron muertes, destrucción y han dejado un futuro desesperanzador.

En las zonas dañadas y aún semidestruidas, sumado a los efectos de la pandemia ocasionada por el coronavirus, la recuperación económica es lenta y con ello, los índices de desempleo y la pobreza con sus secuelas, cada vez son más visibles.

Los pasos de los meteoros Eta e Iota inundaron varios sectores de la zona norte, que es el principal motor de la economía del país.

Una de las zonas más golpeadas por el paso de los meteoros fue el Valle de Sula, especialmente La Lima, Chamelecón, Choloma, sectores sampedranos como las colonias Rivera Hernández y los Bordos para enumerar algunas. El principal motor de la economía de Honduras que quedó vulnerable ante cualquier evento meteorológico y los daños en su sistema de protección ante la crecida inminente de los ríos Ulúa y Chamelecón son aún proyectos con más interrogantes que respuestas.

Los bordos de contención en casi todos los sectores habitables que circundan el paso de los ríos por el Valle de Sula cedieron ante la fuerza de los dos meteoros, lo que mostró la falta de mantenimiento en el sistema en una zona núcleo del desarrollo industrial hondureño.

Julieta Castellanos, exrectora de la UNAH.

En consecuencia, el Valle de Sula continúa vulnerable ante cualquier evento ciclónico que implique una crecida en el caudal de los ríos Chamelecón y Ulúa. “Todos los años hay inundaciones, todos los años los bordos se dañan, se los lleva cualquier corriente”, y con ello la corrupción es la mala construcción de las obras es evidente dijo la exrectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Julieta Castellanos, al referirse al tema y analizar el mensaje ofrecido este martes por el enviado de Washington al Triángulo Norte, Ricardo Zúniga, en el que expresó que la impunidad y la falta de transparencia debilitan la institucionalidad en el país y en la región.

Zúniga participó en un evento en el cual los empresarios agrupados en el Cohep presentaron un plan de nación para afrontar la situación del país tras el paso de las múltiples pandemias.

Zúniga dijo que solo en 2020, Honduras perdió tres mil millones de dólares producto de la corrupción.

Pobladores en zozobra

Los pobladores de Chamelecón, de La Lima y algunos otros sectores de Yoro demandan que inicien las obras de reconstrucción, mientras el gobierno afirma que los trabajos van avanzados.

En las últimas semanas, pobladores del sector de Chamelecón protagonizaron una protesta en el bulevar del Sur de la ciudad de San Pedro Sula demandando la reconstrucción de los bordos en las zonas afectadas por los huracanes Eta e Iota.

Pobladores han protestado exigiendo reparación de los bordos de contención.

No obstante, los pobladores fueron desalojados mediante uso del gas lacrimógeno por parte de miembros de la Policía Nacional, pero éstos respondieron con piedras, causando varios heridos en el enfrentamiento. Ellos buscaban respuestas y aseguran que la obra que se construye no responde a las necesidades estructurales de contención ante la fuerza de los caudales de las cuencas hidrográficas en el invierno.

Reconstrucción sin los estándares adecuados

Para el experto en este tipo de obras, Roberto Zablah, el retraso en la reconstrucción de los bordos ocasionó que la calidad de las obras se hiciera apresuradamente y sin el control de estándares que obedezcan a la calidad que deben tener los proyectos de infraestructura, especialmente cuando de ellos dependen las vidas de las personas.

Roberto Zablah.

“Al levantar los bordos se han usado productos de sedimento que se transporta desde la cuenca alta hacia la zona baja, material que no cumple con la granulometría que garantice la densidad de compactación que pueda generar algún nivel de resistencia hacia los caudales que generan los ríos”, explicó.

Expuso que el Valle de Sula continúa siendo una zona vulnerable y sugirió a las autoridades que identifiquen albergues que tengan condiciones dignas para las familias que habitan en zonas de riesgo.

Zablah comentó que cuando las reparaciones no están al 100 %, los niveles de riesgo serán permanentes.

Estimó que el tiempo adecuado para la reconstrucción de los bordos era de cuatro a cinco meses. Desde el asolamiento dejado por los efectos de los huracanes Eta e Iota han pasado más de ocho meses.

Exhortó que después del invierno debería haber una planificación a corto y mediano plazo para devolver la seguridad al Valle de Sula. Por ello dijo que el cronograma debe marcar la reconstrucción de los bordos, dragados de los ríos Ulúa y Chamelecón y el restablecimiento de los diseños de los canales de alivio.

Distintos sectores y organizaciones han planteado que la solución para las inundaciones en el Valle de Sula es la construcción de represas.

Zablah fue enfático al decir que el plan a largo plazo para proteger el Valle de Sula de inundaciones es el inicio de las edificaciones de las represas de El Tablón en el río Chamelecón y Jicatuyo y Los Llanitos en el río Ulúa.

La construcción de las represas también es una demanda de la sociedad civil y de sectores empresariales organizados en San Pedro Sula como la Cámara de Comercio e Industria de Cortés (CCIC), cuyos portavoces claman porque las obras se realicen cuanto antes para evitar la típica destrucción al que están sometidos los habitantes de esta región y que no les permite una plena recuperación económica ni social.

Pérdida de tiempo

La reconstrucción de los bordos de contención del Valle de Sula tardó en comenzar debido a la falta de planificación por parte de las autoridades, externo Zablah.

“Después de los eventos naturales, la Comisión para el Control de Inundaciones del Valle de Sula dejó pasar cinco meses muy importantes, que era gran parte del verano”, declaró a Proceso Digital.

Pobladores y sectores han criticado el ritmo de reparación de los bordos dañados.

Señaló que las autoridades comenzaron la reparación de los bordos hace dos meses por falta de planificación, estrategia y compromiso.

Zablah indicó que también se requieren desocupar los canales de alivio que garanticen la contención de las crecidas del río Chamelecón.

Enumeró que los canales de alivio en el Valle de Sula son Maya y Chotepe.

Señaló que ya no queda tiempo para la construcción de obras adicionales para evitar que los bordos se vulneren durante el invierno.

“Creo que no les ha dado tiempo para devolver toda la sesión hidráulica de diseño de los canales de alivio, para garantizar y establecer los niveles de seguridad en los bordos y canales”, complementó.

Reconstrucción lenta

Carlos Ramírez, un poblador de la colonia Celeo González en el municipio de La Lima, manifestó que la reconstrucción de los bordos de contención ha sido lenta.

“La verdad es que es lenta, contando desde diciembre del año pasado hasta la fecha llevamos siete meses, no se ha tenido la respuesta por parte de las autoridades”, exteriorizó a Proceso Digital.

El ciudadano Carlos Ramírez.

Señaló que las autoridades no brindan una respuesta final de cuando concluirán las obras.

Puntualizó que en verano fue la oportunidad para que las autoridades pudieran acabar de reparar los daños en los bordos. “Como poblador les exijo que mejoren lo que por años no hicieron: un buen dragado de los bordos”, expresó.

Carlos Ramírez contó que los días en que llueve en la zona donde habita, la destrucción de las aceras provoca que haya tierra en los pasajes.

“Como ya no existe lo que en su momento fue acera, hay tierra, ahora que llueve, muchas veces no se puede salir de la casa, y en algunas viviendas quedaron debajo del nivel del suelo”, relató.

Prosiguió diciendo que “en varias viviendas se filtra el agua desde los pasajes y no tiene salida de la casa hacia afuera”.

Indicó que el acceso a las colonias de La Lima es malo, tanto, para los que circulan en vehículo o transitan a pie.

Asimismo, remarcó que cuando pasa por la carretera que conduce de La Lima hacia El Progreso, ha observado que las construcciones en el canal seco no han concluido.

Finalizó diciendo que a las autoridades se les consumió el tiempo para acabar la reconstrucción y que cada poblador de La Lima se siente amenazado en cada ocasión que haya lluvias.

Bordos de grandes fajas de tierra

Por su parte, la ciudadana Reina Ramírez de la colonia Los Pinos en La Lima, consideró que no existe un proyecto genuino de la reconstrucción de los bordos.

“No está la voluntad política, hay una organización llamada Comisión para el Control de Inundaciones en el Valle de Sula que maneja millones de lempiras en la construcción de los bordos que aún no son resueltas”, reclamó.

Denunció que la reconstrucción de los bordos consiste en “grandes fajas de tierra”.

Se ha cuestionado la calidad de los trabajos de reparación de los bordos del Valle de Sula.

La ciudadana auguró que La Lima sufra el mismo destino que tuvo el año anterior cuando fue arrasada por la fuerza de las tormentas que abatieron las ciudades entre octubre y noviembre dejando destrucción, millonarias pérdidas y una pobreza acentuada.

Lamentó que los políticos del Valle de Sula no tengan en su agenda la reconstrucción de los bordos.

“Ya se nos acaba el tiempo, hace poco hubo una gran tormenta y a estas alturas los canales estarán llenos”, subrayó.

Gobierno afirma que avanza en reconstrucción

El gobierno mediante varios comunicados ha informado que la reconstrucción de los bordos de contención en el Valle de Sula avanza de forma óptima.

Informó que de los 48 proyectos que están en ejecución hay un 76 % en la rehabilitación de los bordos del Valle de Sula.

También señaló que nueve proyectos están a punto de comenzar, a la espera que finalice la limpieza y el levantamiento topográfico.

El gobierno ha defendido el proceso de reparación y reconstrucción de los bordos de contención dañados por las tormentas Eta e Iota.

Igualmente, la mesa de trabajo para la rehabilitación de los bordos anunció que en los próximos días se adjudicará el último de los 58 proyectos formulados.

El miembro de la mesa de trabajo para la rehabilitación de los bordos, Arnaldo Martínez, afirmó que las obras que están siendo ejecutadas y que asegurarán a las comunidades frente a las condiciones climáticas adversas.

Uno de los municipios más golpeados por los huracanes Eta e Iota fue La Lima, donde los bordos cedieron ante la fuerza de estos fenómenos ciclónicos y que causó que la ciudad quedara bajo agua, destruyendo viviendas, cultivos, vehículos y afectando gravemente a los pobladores que aunque enfermos y atrapados en techos y árboles, se han vuelto resilientes para lograr así, conservar la vida en medio de las tempestades y pandemias que les abrazan.

Los bordos de este municipio no resistieron y quedaron totalmente destruidos, requiriendo reconstrucción para evitar que se repita este escenario en el futuro.

El jefe del comité de emergencia municipal de La Lima, José Delmis Cardenas, informó que los proyectos están avanzados en un 80 %.

Las aseveraciones de los funcionarios locales y centrales contrastan con la aflicción y zozobra que denotan los testimonios de los pobladores sumados a la realidad que enfrentan al caer las primeras lluvias en un país donde la impunidad y la corrupción siguen drenando el 12 % del Producto Interno Bruto (PIB), lo que se convierte en una pérdida dolorosa y una agudización de la pobreza, según el enviado de Washington para el Triángulo Norte. (ag)

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