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Biden lanza plan ambicioso contra la crisis climática sin vetar el «fracking»

Washington – El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lanzó este miércoles un plan ambicioso contra la crisis climática, que entre otras medidas suspende las concesiones de petróleo y gas natural en terrenos federales, aunque advirtió que no va a prohibir el método de extracción conocido como fracturación hidráulica o «fracking».

En un discurso en la Casa Blanca, Biden dijo que la orden ejecutiva que firmó hoy contiene una serie de propuestas para «afrontar el peligro existencial del cambio climático».

«En mi opinión -siguió-, ya hemos esperado demasiado para abordar la crisis climática. No podemos esperar más. La vemos con nuestros propios ojos, la sentimos».

La iniciativa incluye revisar las prácticas para otorgar permisos en el sector energético y las concesiones «relacionadas con los combustibles fósiles» ya existentes en territorios federales.

«NO VAMOS A PROHIBIR EL ‘FRACKING»

En un intento por aplacar la críticas del sector energético, Biden puntualizó: «Déjenme aclarar, sé que siempre sale, no vamos a prohibir el ‘fracking’, protegeremos los trabajos y los trabajos crecerán, incluyendo estándares más fuertes como controles a las filtraciones de metano».

La fracturación hidráulica es un asunto que fue central durante la pasada campaña electoral en estados clave como Pensilvania, donde este método de extracción de gas natural es utilizado en manera amplia.

Pese aclarar que no iba a prohibir el «fracking», las críticas del sector ya han comenzado a arreciar.

El director ejecutivo del Instituto de Petróleo Estadounidense (API, en inglés), Mike Sommers, dijo hoy en una llamada con periodistas que, pese a compartir con Biden el objetivo de luchar contra el cambio climático, la orden ejecutiva «no es nada más que una política para importar más crudo, que debilitará el liderazgo energético de EE.UU., entorpecerá la recuperación económica y socavará la seguridad nacional».

Durante su alocución, Biden no paró de hacer hincapié en que este cambio de rumbo respecto a la anterior Administración de Donald Trump, que «eligió a las grandes compañías petroleras por encima de los trabajadores», creará nuevos empleos.

«A diferencia de Administraciones previas, no creo que el Gobierno federal deba dar apoyo financiero a las grandes petroleras con la suma de 40.000 millones de dólares en subsidios a los combustibles fósiles. Voy a ir al Congreso para pedir que se eliminen esos subsidios», adelantó Biden.

HINCAPIE EN LA CREACION DE PUESTOS DE TRABAJO

Y destacó que sus nuevas políticas supondrá la creación de nuevos empleos.

«Vamos a tomar el dinero e invertir en trabajos con energía limpia en EE.UU (…) -subrayó-. De hecho, la acción de hoy nos ayudará a aumentar la producción de energía renovable a partir de la energía eólica marina y a cumplir con nuestra obligación de ser buenos administradores de nuestras tierras públicas».

Otro de los puntos que incluye su orden ejecutiva será lograr un sector energético libre de contaminación de carbono para 2035 y que el país prosiga en «un camino irreversible» hacia una economía de cero emisiones netas para 2050.

Para impulsar estos cambios, el texto recoge la creación de una oficina en la Casa Blanca de Política de Clima Doméstica, al frente de la que estará Gina McCarthy.

Al mismo tiempo, el presidente destacó que su orden ejecutiva pone la lucha contra el cambio climático en el centro de la política exterior y de seguridad nacional de EE.UU., y explicó que con este fin ha designado al exsecretario de Estado John Kerry como enviado especial presidencial para el clima.

CUMBRE DEL MEDIOAMBIENTE EN ABRIL

En el marco de estos esfuerzos, el 22 de abril, cuando se celebra el Día de la Tierra, Biden acogerá una cumbre global sobre medioambiente, con lo que subrayará la vuelta de EE.UU. al esfuerzo internacional para reducir las emisiones de carbono.

Desde la campaña electoral, el demócrata dejó claro que una de sus prioridades sería el cambio climático, junto a la lucha contra la pandemia, la recuperación económica y las desigualdades sociales.

De hecho, el mismo día de su investidura, Biden ordenó el regreso de EE.UU. al Acuerdo del Clima de París, del que Trump había retirado al país previamente.

Casi al mismo tiempo que Biden hablaba, su elegida para dirigir el Departamento de Energía, Jennifer Granholm, comparecía ante un comité del Senado, donde algunos legisladores le lanzaron duras cuestiones sobre el impacto en el mercado laboral de las políticas de Biden frente a la crisis climática.

La senadora republicana de Misisipi Cindy Hyde-Smith expresó su inquietud de que se pierdan trabajos debido a la decisión de Biden de suspender las concesiones de petróleo y gas natural en terrenos públicos, a lo que Granholm respondió que la medida «es potencial y no se aplica sobre aquellos que ya están operando».

Biden se ha propuesto dar un giro de 180 grados a las políticas de Trump, quien llegó a poner en cuestión la existencia del cambio climático y otros hechos científicos, y con ese fin la Casa Blanca anunció que restablecerá el Consejo de Asesores de Ciencia y Tecnología y firmará un memorando sobre «integridad científica», que aclaró que «protegerá a los científicos de la interferencia política».

Además, el nuevo mandatario también ha ordenado revisar más de un centenar de medidas de su antecesor, destinadas a desregular varios sectores y que afectaron a las políticas medioambientales impuestas sobre todo durante el Gobierno de Barak Obama (2009-2017), del que Biden fue vicepresidente.

JS

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