Tegucigalpa (Especiales Proceso Digital/Por Verónica Castro) – Liduvina y Maximina han hecho de las aceras de las afueras del Hospital Escuela su sitio de espera, las mujeres son originarias de La Paz y La Esperanza, respectivamente, y como no tienen familia en Tegucigalpa, se ven obligadas permanecer día y noche en el lugar, a la espera de información de sus familiares.
– Más de un millón de hondureños reciben atención médica al año en el Hospital Escuela.
– En la actualidad el almacén del principal centro asistencial del país cuenta con un 70 %.
– Unos tres mil pacientes, cuyas citas no pasan de 90 días, esperan su turno para someterse a una cirugía.
“Tengo cuatro días de estar aquí en la calle, aquí paso afuera, sólo cuando me piden pañales, viene la seño y se los doy”, dijo Liduvina Hernández a Proceso Digital, mientras espera en una acera, con dos bolsas donde guarda la ropa de su esposo Luis Cálix y de ella, pañales y una pequeña colcha, para cubrirse por las noches.
La mujer salió de la aldea Las Flores, en Marcala, La Paz desde el viernes, un día después de que su esposo fue atropellado. No tenía dinero, así que pidió prestado para pagar los 250 lempiras que le cuesta el bus.
Para ella, la experiencia de venir a Tegucigalpa a cuidar a su familiar ha sido difícil, “yo he ido al hospital de La Esperanza, al de Comayagua y allá no lo tratan así a uno, lo dejan estar adentro, le permiten ver al paciente”, afirmó al señalar que sólo una vez ha visto a su esposo, el domingo a las 11:00 de la mañana después de que lo operaron y después de eso no ha tenido ninguna información.
En estos días de cansancio e incertidumbre, Liduvina hizo amistad con Maximina, una madre originaria de La Esperanza, Intibucá y cuya hija fue atropellada la semana pasada.
La mujer llegó el viernes a la capital para relevar a un familiar que estaba al pendiente de su hija y desde entonces, permanece en las afueras del hospital. Ella esperaba ver a su hija a las 3:00 de la tarde.
“Es bien difícil venir a cuidar a un familiar porque uno no conoce aquí, no lo dejan entrar, a veces las enfermeras lo llaman y los guardias no lo dejan entrar, tiene que esperar uno el turno que le dan y cuidar que no se le borre”, dijo mientras mostró la parte interior de su muñeca, una mancha de marcador que los guardias le hicieron.
“Aquí no se duerme, aquí es de estar pendiente de que las enfermeras le llamen y en las noches, por temor a que le pase algo, tampoco se duerme”, afirmó. “Nosotros aquí aguantamos frío, aguantamos calor”.
Para quienes viven en los alrededores de Tegucigalpa, pese a la cercanía, las horas de espera son agotadoras, como lo comentó Ana Flores, quien es de Valle de Ángeles y tiene 10 días de tener interno a su hijo, quien sufrió un atropellamiento vehicular.
Ana expresó preocupación porque su hijo fue enyesado y a los cinco días le dijeron que tenía una infección, y además de eso, ingresar al hospital es un problema. «Los guardias saben que uno está aquí, uno tiene que estar pendiente de cambiarle pañales, de la comida y no lo dejan entrar”.
“No sé si pudieran hacer que los guardias sean un poco más flexibles”, clamó la mujer.
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Es triste venir al hospital
“Aquí es triste, triste, triste es, viene a perder mucho tiempo uno, viene a perder dinero, por lo menos si uno viene de aquí de Tegus no le toca quedarse durmiendo en la calle y aguantando sol y agua”, relató Santos Lorenza Ramírez, una capitalina quien desde hace seis años visita con regularidad el máximo centro asistencial del país.
Para la sexagenaria, quien debido a los problemas que le aquejan, visita con regularidad desde hace seis años el Hospital Escuela, el principal centro asistencial del país, las dificultades comienzan desde que sale de su casa, en la colonia Nueva Suyapa.
“Desde hace un año que me cortaron la pierna, me picó un animal, un ciempiés y terminaron cortándomela, pero no tengo cómo moverme, no he podido conseguir una muletas, así que me muevo a brincos y a veces por más que uno le pida a los guardias que lo dejen entrar con un familiar no le permiten”, contó la mujer a Proceso Digital, mientras esperaba su turno en consulta externa con el internista.
Además, la mujer tiene problemas de diabetes y es hipertensa.
Comentó que el médico le había dicho que la cita médica sería en septiembre, pero no logró conseguir cupo hasta para este martes (28.01.25).
Para evitar inconveniente, aunque su turno era a las 2:00 de la tarde, para las 7:50 de la mañana doña Santos ya estaba haciendo fila en las afueras del hospital y a las 10 de la mañana ya había hecho su preregistro.
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Más de un millón de atenciones anuales
Santos es una de los 270 mil hondureños que recibió atención médica mediante cita en 2024, un año que según el portavoz del Hospital Escuela, Miguel Osorio, fue de mucha actividad y que para este 2025, podría ser superior.
“Cada año, lastimosamente también aumenta el número de patologías, de enfermedades entre una población que pasa situaciones bastantes complejas”, señaló.
En total, el 2024 cerró con más de un millón de atenciones: más de 600 mil solo en las áreas de emergencia, más de 25 mil cirugías, unos 270 mil mediante consulta externa y unos 11 mil partos.
Las personas que esperaban su turno con alguna de las 63 especialidades o subespecialidades que ofrece el Hospital Escuela, al igual que Santos, lo reservaron desde finales del año pasado.
Osorio confirmó que las emisiones de consulta externa para el 2025, comenzaron a extenderse desde noviembre del año pasado, “creemos que a lo largo del año se van a extender cerca 270 mil citas, tanto para adultos como para menores de edad”.
El portavoz hospitalario detalló que ginecología, ortopedia, neurocirugía, cirugía general, pediatría y urología, son las especialidades de más demanda.
En promedio, entre 700 y 900 personas a diario reciben atención de consulta externa, un área marcada por la falta de especialistas que afecta el sistema sanitario en general, pues en Honduras el número de especialistas médicos para atender estas y otras patologías se reduce, en un reflejo de la involución del sistema sanitario hondureño.
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“Lo que hoy tenemos es consecuencia de falta de visión y planificación oportuna, focalizada en fortalecer el servicio de salud a la población, especialmente cuando no se ha tomado en cuenta los casos que nos está arrojando el sistema de salud”, señaló a Proceso Digital la directora de Salud de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), Blanca Munguía.
La recomendación internacional es de 230 médicos por cada 100,000 habitantes; pero en 2021, cuando en Centroamérica había, en promedio, 9.9 doctores por cada 100,000 habitantes, en Honduras apenas había 2.2 médicos para la misma cantidad de personas, según el reporte de situación de Salud de ASJ.
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En los primeros días del año, el abastecimiento del principal centro hospitalario de Honduras, donde personas de todos los rincones llegan a diario en busca de atención sanitaria, es de 70 %.
Aunque, según lo indicado por el portavoz están a la espera del ingreso de 150 productos que la Secretaría de Salud -institución que en abril del año pasado retomó la administración del Hospital Escuela- estará entregando en el transcurso de esta semana. Con este lote se suplirá el primer trimestre del año, a lo que se suma las entregas que están realizando las farmacéuticas de las compras realizadas al cierre del 2024. VC