Alice Shackelford cierra gestión en Honduras instando a un diálogo nacional y a luchar contra la corrupción  

Tegucigalpa (Especial Proceso Digital /Por Lilian Bonilla)- “El tiempo vuela muy rápido, porque los cuatro años volaron de una manera impresionante, aquí nos comentan que la vida va rápido, pero nadie te comenta que la vida va así de rápido aquí, Honduras es un país con grandes oportunidades y grandes riquezas”, así comenzó su conversación con Proceso Digital Alice Shackelford, visiblemente emocionada al ser consultada, sobre su gestión de cuatro años en Honduras.

En el marco del término de su gestión como Coordinadora Residente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Honduras, Alice Shackelford, compartió sus impresiones sobre su experiencia en el país, subrayando tanto los logros alcanzados como los desafíos persistentes. 

Shackelford, quien trabajó en Honduras, por cuatro años en un período marcado por profundos cambios políticos y sociales, destacó el papel crucial del sistema de Naciones Unidas como un aliado estratégico para el país.

Desde finales del 2015 se desempeñó bajo este mismo cargo en Costa Rica. Foto Ronald Ordóñez

En entrevista con Proceso Digital, Shackelford valoró que en Honduras tuvo la oportunidad de conectar con diversos sectores de la sociedad hondureña, desde comunidades indígenas hasta personas con discapacidad, pasando por sectores LGTBQ+ y afrodescendientes. «La gente de este país es la riqueza más importante», insistió, refiriéndose a la diversidad y resiliencia de la población hondureña.

Uno de los logros más significativos de su gestión, según Shackelford, fue fortalecer la posición del sistema de Naciones Unidas en Honduras, contribuyendo al avance en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible con un firme enfoque en derechos humanos. Además, destacó el liderazgo de la ONU en la respuesta humanitaria, con la implementación de su cuarto plan de respuesta humanitaria.

Sin embargo, Shackelford no pasó por alto los desafíos que enfrentó a su llegada al país. La polarización política y social, exacerbada por el golpe de estado y procesos electorales cuestionados, que para su integración representaron obstáculos significativos. La coordinadora enfatizó la dificultad de mantener un diálogo inclusivo con todos los sectores en un contexto de polarización intensa, donde el rol de la ONU a menudo es malinterpretado como apoyo a determinados actores políticos.

La periodista Lilian Bonilla dialogó con la alta funcionaria en su residencia en Tegucigalpa. Foto Ronald Ordóñez

Diálogo para construcción conjunta

Shackelford enfatizó la necesidad de fortalecer las instituciones públicas para garantizar un servicio civil profesional y competente. Esto incluye combatir la corrupción y asegurar la continuidad en el trabajo institucional, evitando los cambios frecuentes con el cambio de cada gobierno que afectan la estabilidad y la eficiencia del servicio público.

Otro aspecto clave es la colaboración con diversos actores fuera del gobierno. «El gobierno y el Estado no tienen todas las respuestas. Es esencial trabajar con la sociedad civil, las organizaciones basadas en la fe, los sindicatos y el sector privado. Las alianzas estratégicas son fundamentales para abordar los temas críticos y lograr resultados efectivos», explicó Shackelford.

En ese sentido, la Coordinadora de la ONU también resaltó la importancia del diálogo y la apertura para la construcción conjunta en las áreas prioritarias para el país. «El desarrollo sostenible depende de la capacidad de los diversos sectores para sentarse a discutir y encontrar soluciones en el bien común. Necesitamos facilitar espacios de encuentro y diálogo para avanzar en la agenda de desarrollo”, enfatizó.

Shackelford reafirmó el compromiso de la ONU de apoyar a Honduras en su camino hacia el desarrollo sostenible, trabajando en conjunto con todos los sectores para enfrentar los desafíos y alcanzar los objetivos establecidos

Alice H. Shackelford fue Representante Residente de ONU Mujeres en Malawi donde estableció la oficina y puso en marcha el programa de país con enfoque en liderazgo de las mujeres. Foto Ronald Ordóñez

Reforzar la esperanza en la creación de la CICIH 

En relación a uno de los temas permanentes en agenda durante su estadía en Honduras como es la posible llegada de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Honduras (CICIH), la señora Alice, reafirmó la importancia y la esperanza, al tiempo que destacó que Naciones Unidas sigue comprometida con el proceso, liderado por el Secretario General António Guterres, para apoyar al país en la lucha contra la corrupción y la impunidad.

«Debemos mantener la esperanza en la creación de la CICIH», afirmó Shackelford«El Secretario General António Guterres ha sido claro en su compromiso de apoyar a Honduras en este esfuerzo. Estamos trabajando no solo a través de las comisiones para establecer un mecanismo internacional independiente y autónomo, sino también proporcionando asistencia técnica significativa».

Enfatizó que es crucial que todas las partes interesadas continúen dialogando para avanzar en este proceso. Aunque dijo no poder comentar sobre detalles específicos de las conversaciones entre el Secretario General y el gobierno hondureño, Shackelford subrayó la necesidad de mantener el diálogo activo y constante.

«Es fundamental que las partes interesadas sigan en comunicación para actualizarse sobre los avances«, dijo Shackelford. «La esperanza no debe decaer. El compromiso de la ciudadanía y la sociedad civil en la lucha contra la corrupción y la impunidad es esencial. La lucha puede comenzar en nuestras propias comunidades y debe reflejarse en el proceso legislativo, con reformas que aún están pendientes”, prosiguió.

Shackelford también hizo un llamado a una mayor auditoría ciudadana y a un rol activo de veeduría social para garantizar que las reformas y esfuerzos en la lucha contra la corrupción sean efectivos. «La participación activa de la ciudadanía es crítica para lograr justicia y combatir la impunidad”, puntualizó en el tema de la CICIH.

Alice H. Shackelford también se desempeñó como Representante de ONU Mujeres en Pakistán, de agosto de 2007 a octubre de 2012. Foto Ronald Ordóñez

Para la coordinadora residente de la ONU en Honduras, es crucial el papel de una sociedad civil activa, fuerte y constructiva para la democracia y el estado de derecho. 

Sociedad Civil activa 

Subrayó la importancia de mantener un diálogo respetuoso entre el gobierno y la sociedad civil, especialmente en un contexto de polarización. «El espacio cívico y la sociedad civil son fundamentales para la democracia. A pesar de la polarización y la historia compleja de Honduras, debemos seguir construyendo espacios de diálogo y fortaleciendo la sociedad civil en lugar de cerrarlos».

Expresó su deseo de que la ONU continúe trabajando con diversos actores para promover la participación y el respeto de todos los derechos en el país.

Alice Shackelford nació en Padua, Italia y tiene un título de Juris Doctor en Derecho Internacional, Universidad de Padova. Foto Ronald Ordóñez

Persisten corrupción y narcopolítica en sistema judicial 

En relación al sistema judicial hondureño Alice Shackelford, destacó los avances, pero también marcó los desafíos que enfrenta el sistema judicial del país. En el contexto de su periodo en Honduras, dijo que lo primero que celebró fue el proceso participativo y transparente que llevó a la elección de la nueva Corte Suprema de Justicia (CSJ), destacando la importancia de este paso para el fortalecimiento del estado de derecho.

«Debemos celebrar el hecho de que la nueva Corte se eligió a través de un proceso mucho más participativo y respetuoso de los parámetros internacionales críticos. Las audiencias públicas y el trabajo de la Junta Nominadora fueron pasos importantes hacia un sistema judicial más robusto», afirmó Shackelford. La designación de una mujer como presidenta de la Corte Suprema también fue recibida como un avance significativo en la representación y en la posibilidad de abordar temas de impunidad.

No obstante, Shackelford advirtió que, a pesar de estos avances, persisten problemas internos en el sistema judicial, incluyendo la corrupción y la influencia de la narcopolítica. «Es cierto que dentro del sistema judicial todavía hay presencia de corrupción y de actores vinculados al narcotráfico. Sin embargo, estamos viendo esfuerzos significativos por parte del nuevo fiscal para fortalecer la imagen y la eficacia de la fiscalía» dijo la coordinadora.

En este punto remarcó que la ONU sigue comprometida con el fortalecimiento del sistema judicial en Honduras, colaborando con el Poder Judicial, el Ministerio Público y la Secretaría de Gobernación y Justicia, entre otros. Shackelford subrayó la necesidad de continuar avanzando en el acceso a la justicia y en la lucha contra la impunidad y la corrupción.

Alice H. Shackelford es una abanderada en empoderamiento económico y eliminación de la violencia contra mujeres y niñas, con énfasis en el fin de los matrimonios infantiles. Foto Ronald Ordóñez

Deuda histórica en DDHH

En cuanto a la temática de derechos humanos, Shackelford señaló que Honduras aún enfrenta una deuda histórica. La situación de las comunidades indígenas, afrodescendientes y garífunas, así como la falta de recursos y capacidad en la Secretaría de Derechos Humanos, siguen siendo áreas críticas que requieren atención urgente. 

Además, la impunidad en casos de violencia contra defensores de derechos humanos y femicidios es alarmante, recalcó.  

Mencionó que la solución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, sobre estos temas ha sido un paso importante, y se celebra la creación de una comisión interinstitucional para dar seguimiento a estas recomendaciones. Sin embargo, la capacidad de la Secretaría de Derechos Humanos sigue siendo limitada, y se requiere una revisión urgente del Mecanismo de Protección para Defensores de Derechos Humanos, que está en una crisis aguda.

Comentó que es imposible hablar de DDHH sin hablar de la situación de las mujeres que sigue siendo alarmante. A pesar de una ligera disminución en el número de femicidios comparado para el caso con el 2023 donde se dio la tragedia en la cárcel femenina de Tamara, pero el hecho de que ya se hayan registrado 140 femicidios solo este año es devastador. La alta tasa de impunidad, que llega al 95 % en estos casos, y eso contribuye a una cultura de violencia que sigue normalizándose. 

Honduras es un país que sufre mucho la muerte de mujeres “esto es lo que estamos lamentando que sea una 10 o 140 no importa, una muerte siempre demasiado”. Por ello es fundamental fortalecer el trabajo con organizaciones de mujeres y feministas para combatir esta impunidad y asegurar que se haga justicia, zanjó. 

Alice trabajó durante 12 años como gerente de programas en intervenciones humanitarias y de desarrollo en todo el mundo, en particular India, Cuba, Colombia, ex Yugoslavia y otros. Foto Ronald Ordóñez

Pobreza y desigualdad eternos retos, en los que ONU tiene un compromiso

“Estamos claros que la pobreza en este país es uno de los desafíos principales yo diría pobreza y desigualdad, porque la desigualdad también es la que acentúa la pobreza de hecho más del 70 % vive en pobreza en el país(…), por un modelo de desarrollo altamente desigual donde la riqueza sigue concentrándose en un grupo de personas y naturalmente el resto de la población no encuentra acceso a oportunidades, este patrón, este modelo de desarrollo económico tiene que cambiar”, señaló la coordinadora de ONU. 

En ese sentido, Shackelford subrayó el papel crucial de ONU, en el abordaje de la pobreza y desigualdad en el país y en respuesta a estos desafíos, Naciones Unidas está implementando un marco de cooperación para el desarrollo sostenible para el período 2022-2026. Este marco abarca diversas áreas de intervención, incluyendo la mejora de políticas públicas y programas enfocados en la seguridad alimentaria, nutricional y el fortalecimiento de la respuesta a la inseguridad alimentaria, un problema persistente en el país.

«Estamos trabajando con las instituciones hondureñas para fortalecer sus procesos internos y apoyar programas clave como la alimentación escolar y la seguridad alimentaria» explicó Shackelford. «También estamos colaborando con la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL), la Secretaría de la Niñez y otras instituciones para mejorar la capacidad institucional y apoyar a la población vulnerable.»

Shackelford destacó la importancia de la alianza con la Asociación de Municipios de Honduras (Amhon), para llevar las intervenciones directamente a las comunidades locales. Este enfoque territorial es parte del compromiso de la ONU para abordar la pobreza y desigualdad desde el nivel local.

Además, la ONU está enfocada en la respuesta humanitaria con un plan que abarca áreas críticas como el cambio climático, la violencia, la movilidad humana y la seguridad alimentaria y nutricional. Más de 60 socios están trabajando en el país para responder a las necesidades humanitarias y promover la consolidación de la paz y la prevención de conflictos.

«El trabajo de la ONU en Honduras es integral y abarca todos estos niveles para contribuir al desarrollo sostenible del país», describió Shackelford. «Estamos comprometidos a ser un aliado estratégico en la lucha contra la pobreza y la desigualdad, y en la promoción de una paz duradera», acentuó.

Objetivos de Desarrollo Sostenible en Honduras

Alice Shackelford, elogió algunos esfuerzos del país para avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y subrayó la importancia de una planificación alineada con estos objetivos.

Shackelford destacó que uno de los pasos más significativos ha sido la alineación de la planificación gubernamental con la Agenda 2030 y los ODS. Esto permite monitorear los logros y detectar áreas que requieren intervenciones más específicas. «La planificación es crítica y debe estar alineada con los ODS y las recomendaciones de los órganos de derechos humanos, como el Examen Periódico Universal y las convenciones para la eliminación de todas las formas de discriminación contra mujeres y niñas» afirmó.

Reforzar políticas migratorias

En su conversación con Proceso Digital, Alice Shackelford, también se refirió al tema migratorio y destacó la urgencia de revisar la política migratoria del país ante el creciente fenómeno de la migración y el desplazamiento forzado. Honduras no solo es un país de origen, sino también de retorno y tránsito, con más de 56,000 hondureños deportados y más de 500,000 personas de diversas nacionalidades cruzando el territorio en el último año. Shackelford subrayó la necesidad de reformar la Ley Migratoria e implementar medidas como la amnistía migratoria.

Lugares como Choluteca, Danlí y Ocotepeque, puntos clave de tránsito, requieren una mejor coordinación entre las municipalidades y el gobierno. Shackelford elogió esfuerzos como la creación del Centro de Atención al Migrante Irregular en Danlí, y resaltó el papel de la ONU en apoyo a la respuesta humanitaria en zonas críticas. También instó a prevenir la migración irregular y rechazar la xenofobia, buscando soluciones respetuosas de los derechos humanos de todos los migrantes.

Futuro de Honduras, despedida

Sobre el futuro de la ONU en Honduras, Shackelford expresó su deseo de que el próximo coordinador residente continúe fortaleciendo la alianza con todos los actores diversos con los que se ha trabajado durante su gestión. «La diversidad de actores demuestra que Naciones Unidas tiene un rol estratégico en el diálogo y la construcción conjunta con todos los sectores, siempre respetando las decisiones del gobierno» agregó.

Shackelford también compartió algunas reflexiones personales sobre su tiempo en el país, y con un asomo de lágrimas contenidas, demostró el cariño que cultivó por los catrachos y reitero que la estadía de cuatro años se le fue sin darse cuenta sintió que el tiempo se fue demasiado rápido, y que desde cualquier punto geográfico que se encuentre, en ella Honduras tendrá una amiga y que echará mucho de menos al país y a su gente.

En su mensaje final resaltó las grandes oportunidades y riquezas que posee el país. «Espero que Honduras logre encontrar paz, para que la gente pueda vivir segura, que las mujeres puedan vivir libres de violencia, y que las personas con discapacidad tengan acceso a instituciones. Un país con un desarrollo económico más equitativo y un enfoque sólido en el estado de derecho y la democracia, es lo que deseo para el futuro», concluyó. LB

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