Managua- Al menos 51 medios de comunicación y 16 espacios informativos han sido cerrados en Nicaragua desde que el exguerrillero sandinista Daniel Ortega retornó al poder en 2007, la mayoría a partir abril de 2018, cuando estalló una crisis sociopolítica en el país, según un informe divulgado este jueves por un movimiento de periodistas y tres organismos.
Además, al menos 150 periodistas ha sido «forzados» a abandonar Nicaragua en los últimos cuatro años, principalmente por razones de seguridad, de acuerdo con el informe de ese conglomerado compuesto por Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN), Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, Acción Penal, e International Senior Lawyers Project.
Ese grupo concluyó que el Gobierno del presidente Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, intentan «erradicar la libertad de expresión» en el país centroamericano.
«El gobierno presidido por Daniel Ortega y Rosario Murillo ha empleado todos los medios e instituciones bajo su dominio totalitario para erradicar la libertad de expresión del país», señaló ese conglomerado en una carta enviada a la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) con el objetivo de que «demande en todas las formas posibles» la libertad de prensa en Nicaragua.
«La OEA no puede tolerar que se niegue a la nación nicaragüense la información a la que tiene derecho», resaltaron las agrupaciones.
Según el informe, solamente en agosto pasado el Gobierno sandinista ordenó el cierre de 23 medios de comunicación de la Iglesia católica, y ocupó Radio Vos, tras haber «confiscado las instalaciones» del diario La Prensa, el grupo de medios Confidencial y la televisora 100 % Noticias.
«Solo entre los meses de julio y agosto de 2022, al menos 25 periodistas huyeron del país para evitar la cárcel y poder seguir informando», agregaron los denunciantes.
IMPIDEN INGRESO A PRENSA EXTRANJERA
Adicionalmente, en los últimos dos años, las autoridades nicaragüenses impidieron el ingreso de seis periodistas extranjeros y a una de Nicaragua, que trabajan para medios internacionales, según un reporte del medio centroamericano Expediente Público.
Los periodistas a los que se les impidió su ingreso a Nicaragua fueron Anatoly Kurmanaev, de The New York Times; Mary Beth Sherdian, de The Washington Post; Frédéric Saliba, de Le Monde; Carlos Girón Pineda, de El Heraldo (Honduras); Camilo Loret de Mola, del canal Mega TV (Estados Unidos); Irma Alicia Velásquez Nimatuj, periodista y antropóloga indígena de Guatemala; y la nicaragüense Tifani Roberts, de Univisión.
«Sentí temor por mi vida», afirmó Velásquez Nimatui, tras volver a su país, luego de estar detenida durante una cantidad de horas no determinadas en el aeropuerto de Managua y sujeta a interrogatorios, en julio pasado.
Girón Pineda vivió lo mismo a finales de 2021 en una frontera terrestre. «Nos dijeron: Ustedes no son bienvenidos a Nicaragua», dijo.
Loret de Mola también denunció su expulsión del aeropuerto Augusto C. Sandino: «Nos están botando de Nicaragua, sin explicación».
El único periodista que burló la seguridad nicaragüense fue el mexicano Otoniel Martínez, de TV Azteca, quien se hizo pasar por turista y calificó a Nicaragua de «país fachada», tras comparar lo que vio en las calles con lo que sienten los habitantes con quienes conversó.
529 AGRESIONES EN SEIS MESES
Según la red internacional de organizaciones Voces del Sur, en el primer semestre de 2022 ocurrieron 529 agresiones contra la libertad de prensa en Nicaragua.
La misma red ha exigido justicia para los periodistas convictos Miguel Mora, Miguel Mendoza, Cristiana Chamorro, Pedro Joaquín Chamorro, el gerente general de La Prensa, Juan Lorenzo Holmann y el comentarista Jaime Arellano.
El conglomerado hizo la denuncia en el marco del Día Internacional del Periodista, que rinde homenaje a Julius Fucik, quien fue ejecutado por los nazis el 8 de septiembre de 1943.
«El martirio de aquel periodista checo se reedita hoy en Nicaragua», destacaron los periodistas y abogados.
Desde abril de 2018 Nicaragua vive una crisis sociopolítica que ha dejado al menos 355 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y que se agudizó en noviembre pasado, cuando Ortega y Murillo fueron reelegidos en sus cargos, con siete de sus rivales en prisión y dos en el exilio.
(ir)