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Del penalti a lo Panenka de Julián al sostén de Oblak

Madrid – Ya ha marcado 17 goles esta temporada Julián Alvarez, la figura del Atlético de Madrid, que agrandó sus números con el tanto de penalti sutil, con el que emuló a Antonín Panenka para proponer al conjunto rojiblanco en la ruta de la victoria, frustrada después en el segundo tiempo, con el 1-1 de Kylian Mbappé y la resistencia rojiblanca bajo el sostén de su portero, Jan Oblak, inédito todo el primer tiempo.

Contenido el partido, en esa calma tensa y expectativa de una individualidad contra el orden, de un impulso de ingenio contra el rigor, dentro de un pulso sin ocasiones, Aurelien Tchouameni pisó a Samuel Lino cuando un centro se paseó por el área del conjunto blanco. El contacto, indudable. La calificación de pena máxima en duda. El VAR lo determinó.

César Soto Grado, entre la espera, entre la comunicación con la sala VOR de la Ciudad del Fútbol de la localidad madrileña de Las Rozas, fue llamado para ir a verlo al monitor. Lo vio con tranquilidad. No es para menos en una semana tan polémica, entre la carta del Real Madrid contra el arbitraje, las respuestas en las redes sociales del Atlético… Penalti.

La decisión del lanzador es de Simeone. La última pena máxima la falló Antoine Griezmann en la derrota por 0-1 en Leganés, la única del conjunto rojiblanco en el recorrido de los últimos 21 encuentros previos al derbi (19 triunfos y un empate completan el balance). el turno pasó para Julián Alvarez, cuya soltura, determinación y definición fue incontestable.

Su lanzamiento ‘a lo Panenka’, ante unos 78.000 espectadores, con un Bernabéu lleno, expresa perfectamente el nivel, la convicción y el futbolista que es Julián Alvarez, un tipo tranquilo, jugador total y excepcional, que derribó a un gigante como Thibaut Courtois bajo palos para poner delante al Atlético. Su primer y único tiro entre los palos del primer acto.

Su decimoséptimo gol de la temporada, en la que es el único de todo el Atlético que ha disputado cada uno de los 36 encuentros entre todas las competiciones. Los 23 de LaLiga, los ocho de la Liga de Campeones y los cinco de la Copa del Rey. Ahí es nada. No rota nunca, menos ahora, transformado en un titular constante, mientras Diego Simeone rebusca su descanso cuando los partidos están resueltos, como a la hora en Getafe o Salzburgo.

Cada 2,11 remates a portería, entre los tres palos, marca un gol el campeón del mundo argentino que eligió el Atlético para dar un subidón a su carrera, por más que el Manchester City lo ofrecía protagonismo y minutos al lado de Erling Haaland. Entre todos sus intentos, 69 incluido su lanzamiento de penalti, cada 4,05 logra batir la portería contraria este curso.

Multiplicado como goleador en los últimos tres meses, con 13 de sus 17 tantos de este ejercicio, desde la reacción del equipo tras el inconcebible partido del pasado 27 de octubre contra el Betis en el Benito Villamarín, ‘La Araña’ ha abierto el marcador en nueve partidos esta campaña del grupo de Diego Simeone: seis victorias, dos empates, una derrota.

En la otra área, Jan Oblak no necesitó ni una parada al medio tiempo. El primer remate del Real Madrid, ya en el segundo, al borde del minuto 50, fue gol. De Kylian Mbappé, tras un rebote, después de una acción originada en el flanco más débil de la defensa del equipo rojiblanco, por la banda izquierda, donde Samuel Lino y Javi Galán sufrían con visibilidad.

Justo cuando Simeone reclamó a Conor Gallagher en el calentamiento en la banda, cuando el inglés se dirigía hacia el banquillo para prepararse para entrar al terreno de juego, para solucionar el problema detectado por el técnico, surgió el 1-1 del Real Madrid. El exjugador del Chelsea, de inmediato, volvió a la banda, aplazado su cambio, nivelado el encuentro.

Minuto 63. Triple cambio en el Atlético. Fuera Javi Galán, Lino y Giuliano, adentro Nahuel Molina, Koke Resurrección -suplente en el Bernabéu 13 años después- y Reinildo Mandava. Para entonces, y después, Jan Oblak ya había hecho un puñado de intervenciones, entre la ofensiva del Real Madrid, entre la defensa del equipo madrileño, a veces aparente arriba.

Aún dos carreras de Julián alentaron al conjunto visitante en la aventura del triunfo, del 1-2, al que apuntó de nuevo desde el banquillo Simeone con su cuarto movimiento: Ángel Correa por Rodrigo de Paul, hoy más gris, nada decisivo, sin ese plus ni ese pase ni esa visión de juego que lo hacen diferente en el juego del Atlético. La exigencia fue mucho mayor.

El quinto, ya en el 80, fue Alexander Sorloth, por Julián Alvarez, exhausto, con un gol de penalti, en la tentativa final del Atlético y Simeone por ganar el encuentro. La jugada de Barcelona, de la victoria por 1-2 en el territorio azulgrana, cuando entonces tomó el liderato de la clasificación y el campeonato de invierno., Hoy no salió. No fue suficiente. Empate. JS

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