Tegucigalpa – El embate de las lluvias que afectan casi todo el territorio hondureño mantiene en zozobra a la población con 38 comunidades incomunicadas, 568 damnificados y pérdidas materiales sin cuantificar aún.
– Lo que hay que hacer es construir albergues muy seguros para que nos centremos en salvar vidas. Pretender creer que con bordos vamos a proteger el Valle de Sula es falso, caviló Osmin Bautista.
La temporada lluviosa llegó al país y pese a que expertos en el clima habían adelantado que Honduras enfrentaría poderosas tormentas, las autoridades no lograron prepararse para enfrentar el temporal o realizaron obras que se vinieron abajo con las primeras aguas.
Así ocurrió en la Costa de Los Amates donde hace un par de meses la presidenta Xiomara Castro inauguró una barda “sumergible” para afrontar el invierno y evitar la incomunicación en la zona, pero el resultado ocurrió a la inversa.
La obra, que según el ministro de Infraestructura y Transporte (SIT), Octavio Pineda, “sólo” costó 21 millones de lempiras, deberá ser complementada por un puente hamaca para que la veintena de comunidades aisladas puedan cruzar y comunicarse con tierra firme.
Sin inmutarse, desde el sur del país, Pineda habló con periodistas para informar de cómo está en la región para atender a los pobladores y a los alcaldes que se sienten burlados en su dignidad, pero también ponen en riesgo sus vidas y sus bienes.
Pineda estimó que un proyecto integral podría sobrepasar los 350 millones de lempiras, pero afirmó que se están buscando soluciones sostenibles y a largo plazo para la situación histórica de esa zona de El Cubulero y todos los alrededores.
El fracaso de la barda sumergible parece no ser un tema que altere al funcionario ni tampoco a las máximas autoridades del Ejecutivo, ni a los entes fiscalizadores del Estado.
Hasta el corte de las 6:30 de la tarde del lunes, la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) daba cuenta de 5 mil 228 afectados, 568 damnificados y 95 evacuados, con 66 viviendas dañadas y 38 comunidades incomunicadas.
Las comunidades afectadas hasta el momento son: La Obrera, Morazán Oriente, Ismael Acosta, Agua Zarca, Sartenejal, El Comercio y Los Zorrillos en San Lorenzo; El Cubulero y Paso de Ercilia, en Alianza; el Tular, en Nacaome.
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Mientras, en el Distrito Central se reportan daños en la Reynel, Amaya Amador, Comunidad Social, Villanueva, barrio Morazán, Los Jucos, La Hoya, Campo Verde y Bulevar Kuwait.
Según informó el subgerente del CODEM, Carlos Bonilla, las lluvias han provocado la caída de árboles, muros, rocas y un socavón en la colonia Flor número 1.
Algunas otras colonias afectadas por las lluvias son Suyapa, Víctor F. Ardón, La Hoya, La Pradera, Las Crucitas, Monseñor Fiallos, Alameda, entre otras.
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Derrumbes en occidente
Las fuertes lluvias también provocaron un derrumbe en la carretera a la altura de Camasca que dejó incomunicada la zona fronteriza entre Lempira e Intibucá, zona occidental del país.
El derrumbe ha dejado incomunicado al municipio de Piraera, en Lempira; Magdalena, Santa Lucía y Colomoncagua, en Intibucá.
Los pobladores de la zona pidieron a las autoridades apoyo para poder transitar por el lugar. Asimismo, se reportan correntadas de aguas en las calles de El Porvenir en Yamaranguila, Intibucá.
Mientras que en el municipio de Piraera, Lempira las calles también se han convertido en correntadas de agua y otras ya han cedido por la saturación del suelo. Las fuertes lluvias que han caído en el país en las últimas 24 horas han provocado saturación del suelo.
Paralizada economía de Amapala por lluvias,
daños en carreteras y apagones
Pobladores de Amapala, en la Isla del Tigre, claman por ayuda porque aducen que su economía está paralizada, debido a las últimas lluvias que han dejado varias comunidades incomunicadas, pero además ya venían padeciendo por el mal estado de la carretera y los constantes apagones de energía.
Luis Ortiz, uno de los representantes de las fuerzas vivas de Amapala, detalló que la situación en la isla se ha vuelto grave debido a las recientes lluvias y son muchas las familias que han perdido sus pertenencias.
Desde la semana pasada, la isla ha estado sufriendo precipitaciones constantes, lo que ha resultado en la paralización total de la economía local. Muchas familias han perdido todo debido a las inundaciones, especialmente en la entrada a la playa de El Burro y otras comunidades, afectando gravemente al pueblo de Amapala, indicó.
Ortiz mencionó que la situación es especialmente crítica en Playa Negra, donde una quebrada se desbordó, afectando a numerosas viviendas. Las comunidades de Coyolito y Playa Grande también han sufrido inundaciones, lo que ha detenido completamente las actividades de pesca y turismo, las principales fuentes de ingresos de la región.
Los residentes de Amapala solicitan ayuda urgente a las autoridades centrales. Ortiz subrayó que esta situación era previsible debido al deterioro de la infraestructura. La carretera hacia Coyolito, de 30 kilómetros de longitud, está en un estado deplorable, lo que ha dificultado aún más la recuperación tras las lluvias. Además, los constantes apagones han agravado la situación, con la isla sin energía desde el pasado viernes.
Ante esta situación, Ortiz anunció que en los próximos días la población de Amapala saldrá a manifestarse para exigir mejoras en la carretera y en las obras de infraestructura necesarias para la recuperación de la isla.
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El anunció de una temporada ciclónica muy activa amenaza con impactar el Valle de Sula que produce el 55 % del Producto Interno Bruto (PIB) de Honduras, que representa cerca del 40 % de las exportaciones hondureñas y casi el 50 % de los ingresos fiscales del país.
Aunque el Valle de Sula cuenta con la bondad de dos caudalosos ríos: Chamelecón y Ulúa, esa situación no es aprovechada y en vez de sacarle provecho, lo que trae son tragedias por el uso inadecuado de esos recursos naturales.
El sueño de los proyectos El Tablón para represar las aguas del río Chamelecón, y Jicatuyo y Llanitos para el río Ulúa datan de hace más de 40 años -11 gobiernos, incluido el actual- y pese a que fue promesa de la presidenta Xiomara Castro poner en vigor estas obras, las mismas siguen pendientes y lo único que se ha dicho por personeros de gobierno es que los estudios sobre la factibilidad de los mismos estarán concluido a mediados de julio.
Expertos consultados hace unas semanas por Proceso Digital coinciden que el 80 % de las obras de mitigación para evitar inundaciones en el Valle de Sula se relacionan con estas represas que han quedado en el discurso político muy recurrente en temporada de catástrofes climatológicas en el norte.
La directora noroccidental de la SIT, Haylin Suárez, detalló que a la fecha se han invertido unos 700 millones de lempiras a lo largo y ancho de los bordos del Valle de Sula, sin embargo apuntó que para atender debidamente los bordos se necesitaría un estimado de 4 mil millones de lempiras. PD