Tegucigalpa– La calamidad que viven los familiares de pacientes internos en el Hospital Escuela es una constante, ya que deben dormir todos los días en la calle.
Los parientes de los internos se ven obligados a dormir en las aceras circundantes del centro médico.
Estas personas, muchas de ellas provenientes de áreas rurales, carecen de un lugar adecuado para pasar la noche, no tienen recursos económicos y se ven forzadas a enfrentar las inclemencias del tiempo durante las frías madrugadas, incluso personas de la tercera edad se ven afectadas por esta situación.
Willian Campos, uno de los familiares afectados, informó que lleva un mes y quince días en la misma situación, y lamentablemente, son tratados de manera indignante por los guardias del hospital, quienes los desalojan como si fueran animales. Además, señaló que algunos medicamentos necesarios deben ser adquiridos por ellos mismos, lo que agrava aún más su situación económica.
Ante esta desesperada realidad, los afectados hacen un llamado urgente a las autoridades competentes para que habiliten un albergue temporal donde puedan pernoctar de manera segura. Asimismo, solicitan un trato más humano y compasivo por parte de los guardias del hospital.
Otra de las afectadas, Ivis Reyes, quien ha estado durmiendo en la calle desde hace diez días después de venir desde Olancho, expresó su angustia al ser desalojada constantemente de cualquier lugar donde intenta descansar, incluso en las bancas. Esta situación, además de ser inhumana, los expone a peligros adicionales como la inseguridad en las calles.
Ante una situación constante es imperativo que las autoridades tomen medidas urgentes para brindar apoyo a estos familiares que atraviesan momentos difíciles mientras acompañan a sus seres queridos en el hospital.LB
