El famoso historiador Yuval Noah Harari advierte que la inteligencia artificial (IA) ha vulnerado el sistema operativo de la civilización humana, afectando diversos aspectos de nuestra sociedad y planteando desafíos éticos y políticos que requieren atención inmediata.
¿Es realmente tan peligrosa la Inteligencia artificial?
El historiador y autor Yuval Noah Harari, considerado el filósofo más importante de en la actualidad, ha expresado su preocupación por la influencia de la inteligencia artificial (IA) en la civilización humana.
Harari opina que la IA ha vulnerado el sistema operativo de nuestra sociedad y, como resultado, podría afectar significativamente nuestro futuro[1].
Yuval Noah Harari, es un historiador, profesor y escritor israelí, conocido por sus obras de divulgación histórica y sus reflexiones sobre el futuro de la humanidad.
Harari obtuvo su doctorado en Historia en la Universidad de Oxford y actualmente es profesor en la Universidad Hebrea de Jerusalén.
Su libro más conocido, “Sapiens: De animales a dioses”, explora la evolución humana y ha sido traducido a más de 60 idiomas. Otros libros populares incluyen “Homo Deus: Breve historia del mañana” y “21 lecciones para el siglo XXI”. Harari se ha convertido en un influyente pensador contemporáneo, abordando temas como la inteligencia artificial, la biotecnología y los desafíos éticos que enfrenta la humanidad en el futuro.
La tesis de Hariri:
Harari sostiene que la IA ha evolucionado más allá de sus creadores humanos, provocando cambios en la economía, la política, la comunicación y las relaciones sociales a nivel global. En este contexto, el autor advierte que el poder adquirido por las máquinas inteligentes podría ser utilizado para fines inadecuados, lo que podría generar graves consecuencias para la humanidad.
Además, Harari resalta que la IA ha transformado el sistema operativo de la sociedad al centralizar y automatizar el conocimiento y la toma de decisiones. Esto ha llevado a la concentración del poder en pocas manos, generando una nueva división entre los que controlan la tecnología y aquellos que no lo hacen.
El historiador también enfatiza la importancia de la privacidad en la era digital y advierte sobre los riesgos de la vigilancia masiva por parte de gobiernos y empresas. Según Harari, la acumulación de datos personales por parte de estas entidades puede ser utilizada para manipular la opinión pública y controlar a la población.
Para enfrentar estos desafíos, Harari insta a los líderes mundiales a desarrollar políticas y regulaciones que protejan a los ciudadanos y promuevan un uso ético y responsable de la inteligencia artificial. Además, el autor hace un llamado a la cooperación internacional y al desarrollo de una ética global en torno al uso de las tecnologías emergentes.
¿Está siendo demasiado alarmista Hariri?
La evolución de la inteligencia artificial es incierta, lo que genera dificultades en predecir su futuro. Algunos expertos consideran que Harari se enfoca en los escenarios más negativos sin dar suficiente crédito al potencial de la tecnología para ser utilizada de manera ética y beneficiosa.
La IA tiene el potencial de transformar nuestras vidas de formas positivas, desde mejorar la atención médica hasta abordar desafíos globales como el cambio climático. Por lo tanto, es crucial adoptar un enfoque equilibrado al evaluar su impacto.
Además, algunos expertos a nivel global argumentan que Harari no tiene en cuenta los avances en regulaciones y políticas que ya están en curso para abordar los desafíos éticos y políticos que plantea la IA. Gobiernos y organizaciones internacionales están trabajando en el desarrollo de regulaciones y estándares para garantizar un uso responsable y ético de la inteligencia artificial.
Estos esfuerzos demuestran que la preocupación por el impacto de la IA en la sociedad está siendo abordada de manera proactiva, lo que sugiere que la situación no es tan desesperanzadora como Harari plantea.
Por último, algunos expertos confían en la habilidad de la humanidad para adaptarse a nuevas tecnologías y encontrar un equilibrio entre la innovación y la protección de nuestros valores y sociedad.
Estos expertos podrían considerar que Harari subestima nuestra capacidad de adaptación y resiliencia frente a los cambios tecnológicos. La historia ha demostrado que la humanidad ha superado desafíos similares en el pasado, lo que sugiere que también seremos capaces de enfrentar y adaptarnos a los desafíos que presenta la inteligencia artificial.
En conclusión, Yuval Noah Harari, reconocido historiador y autor, plantea preocupaciones sobre el impacto de la inteligencia artificial en la civilización humana y la necesidad de abordar sus implicaciones éticas y políticas. A pesar de la incertidumbre en el desarrollo de la IA, es fundamental reconocer los avances en regulaciones y políticas y confiar en la capacidad humana de adaptación. Al adoptar un enfoque equilibrado y considerar el potencial positivo de la IA, podremos enfrentar y adaptarnos a los desafíos que presenta esta tecnología en constante evolución y garantizar un futuro responsable y optimista para la humanidad.