Tegucigalpa – “El aumento al presupuesto para el 2023 es inconsistente con la realidad nacional. El Presupuesto General de Honduras es el más grande de Centroamérica”, fueron parte de las valoraciones de un informe presentado por la Asociación para una Sociedad Más Justa (ASJ).
– El presupuesto 2023 representa un 47 % del PIB, mientras en otros países de la región se traduce en menos del 27 % en promedio.
– Disminuyen los fondos de para Salud y Educación si se toma en cuenta el incremento del 27 % del total del presupuesto, aunque nominalmente tienen un alza.
– Apenas 157 millones de lempiras (Secretaría de Transparencia) serán destinados a la lucha contra la corrupción.
Un informe difundido en las últimas horas por la Asociación para una Sociedad Más Justa (ASJ), destaca que el Presupuesto General de la República 2023 representa un 47 % del Producto Interno Bruto (PIB), cuando en los demás países del área llega a 27 %.
Para el caso, en Guatemala representa el 15 %, en Nicaragua el 17 %, en Costa Rica el 26 % y en El Salvador el 28 %.
Otro punto a destacar es la cantidad de recursos destinados a la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) que aumenta de 7 mil 698.4 millones de lempiras en 2022 a 20 mil 293.2 millones en 2023, es decir 128 % más.
(LEER) Opacidad y dudas rondan un abultado Presupuesto aprobado esta madrugada
“El presupuesto de la ENEE podría invertirse en Educación y Salud. Con la gigantesca asignación a la estatal energética se podría contratar el doble de los maestros actuales en el sistema público, así como el doble de médicos y el doble de la inversión en adquisición de medicamentos”, aseveró el ente de sociedad civil.
Asimismo, la Secretaría de Educación representa 9.7 % del total del Presupuesto este 2023, versus el 10.9 % que significó en 2022.
La que sí sube en porcentaje total del presupuesto es la Secretaría de Seguridad, que de 2.2 % pasó a 2.6 %, no así Salud que bajó de 7.2 % a 6.8 %.
De acuerdo a la ASJ, se refleja un preocupante incremento de la asignación a “servicios profesionales de la administración central”, que da espacio a gastos discrecionales por parte del Poder Ejecutivo. La asignación de 2023 es la más alta de los últimos 10 años. De 5 mil 034 millones de lempiras en 2022, pasa a 15 mil 885 millones.
El director ejecutivo de ASJ, Carlos Hernández, mencionó que el Presupuesto de la República debería ser un instrumento de desarrollo, pero significa el reflejo del comportamiento del gobierno.
Debatió que la aprobación del presupuesto se haya dado bajo prácticas del pasado y en el mismo no se garantiza que los fondos lleguen a los sectores más vulnerables. “En el silencio de la madrugada siguiendo las prácticas del pasado el Congreso Nacional sigue aprobando decretos de interés nacional”, opinó.
Reprochó que las modificaciones al documento original del proyecto de presupuesto fueron casi nulas y fue aprobado tal como lo envió el Poder Ejecutivo, es decir que de poco o nada sirvieron las reuniones de la comisión legislativa con diversos sectores para conocer sus observaciones.
Penoso
Como “penoso” calificó el economista Julio Raudales que el Congreso Nacional aprobará el Presupuesto General de 2023 en un solo debate y en horas de la madrugada.
“Es penoso que un instrumento legal tan importante que además incluye todo lo que la ciudadanía paga al gobierno fuera discutido en un solo debate y en lo profundo de la noche”, discutió el economista.
Raudales citó que lo ocurrido en los últimos días del año pasado en el Congreso Nacional fue una enorme cantidad de lobby para conseguir los 65 votos requeridos para la aprobación del Presupuesto.
El expresidente del Colegio de Economistas de Honduras, indicó que los sectores de salud y educación recibieron fuertes cantidades de fondos, pero que no derivara en mejoras sustanciales.
Reprochó que en el país no se pueda cambiar la cultura de aprobar leyes en altas horas de la noche.
Presupuesto elevado con poca inversión
Para la expresidenta del Colegio de Economistas de Honduras, Liliana Castillo, el Presupuesto General conlleva una cantidad elevada con una cifra baja en la parte de inversión.
Señaló que la mayoría de los fondos del presupuesto van destinados al gasto corriente.
Castillo detalló que solo se designaron 16 mil millones de lempiras en inversión, de las cuales, ocho mil millones va para ayudas sociales, mientras que la segunda mitad en obras de infraestructura social.
La economista consideró que la inversión del gobierno solo equivale 1 % del Producto Interno Bruto (PIB) y que no genera mayores empleos por parte del sector público.
De igual manera, observó que alrededor de 22 mil millones de lempiras van para la Empresa Nacional de la Energía Eléctrica (ENEE) para mejorar la parte de transmisión y distribución.
Aunque remarcó que el desequilibrio de la empresa estatal continúa alto y que no se ven esfuerzos en la reducción de las pérdidas no técnicas.
Refirió que la partida designada para la Secretaría de Defensa supera al Ministerio de Seguridad.
Es un presupuesto alto, la parte de financiamiento llama a la preocupación porque va a ser financiado con más deudas, la deuda se sigue aumentando drásticamente y absorbe más recursos del presupuesto, externó.
Se juega con fuego al disponer de las reservas
Por su parte, el economista Roberto Lagos tachó que se siga aprobando recursos dentro del Presupuesto General bajo la denominación del Fondo Departamental que permite a los diputados manejar recursos del tesoro público.
Dijo comprender que no hay una partida confidencial en el Presupuesto aprobado la madrugada de este jueves, sin embargo criticó que millonarios recursos puedan ser usados de forma discrecional por parte del gobierno a través de Finanzas.
“Lo que me genera dudas es que pareciera que no existiera un proceso de planificación articulada con el Presupuesto como históricamente ha pasado en el país”, reflexionó.
El máster en economía refirió que todo presupuesto elevado con déficit alto en algún punto se tiene que pagar con más endeudamiento. Abogó por una eficiente ejecución del presupuesto y una metódica responsabilidad fiscal.
Insistió que no hay claridad en el apartado de los impuestos y de las exoneraciones. “Se habla mucho desde la perspectiva ideológica, pero no se dan soluciones concretas a los problemas del país, simplemente se habla de políticas fiscales sin existir claridad”, apuntó.
Puntualizó que la administración central juega con fuego si continúa disponiendo de las reservas internacionales porque siendo las remesas lo que la sostienen, al entrar EEUU en recesión, eso también impactará la balanza de pagos.
No da garantía de crecimiento en el PIB
De su lado, el economista Martín Barahona identificó que la inversión pública que se pueda hacer desde el Presupuesto de la República es fundamental. “En este presupuesto se avanza en la inversión pública, pero todavía no lo suficiente, es decir hace falta muchos más recursos para que la inversión pública empuje a la inversión privada tanto nacional como extranjera”, indicó.
Aunque el gobierno cifra la cantidad de inversión pública en 70 mil millones de lempiras, al final se reduce en 50 mil millones, describió.
Lamentó que a la herramienta del Presupuesto General no se le dé la importancia y se le otorguen dispensas de debates en horas de la madrugada. “Si el partido en el gobierno quiere dar una muestra de un cambio fundamental, los diputados en el Congreso tienen que marcar una diferencia y ojalá que se logre para el Presupuesto de 2024”, asistió.
Barahona tachó que el actual presupuesto significa un aumento en el gasto que se acerca a los 400 mil millones entre el gobierno central y el sector descentralizado.
A criterio del economista, este presupuesto no le deja la garantía que el crecimiento en el Producto Interno Bruto (PIB) del 4, 5 o 6 %.
Reseñó que en los últimos años los niveles de endeudamiento para financiar el presupuesto andan en un promedio de 20 a 30 mil millones de lempiras por año. “Al final el problema no es que se otorguen nuevos endeudamientos, sino para qué se destinan. Por ejemplo, en el actual gobierno se tomaron préstamos de las reservas internacionales, no quedó claro en qué se utilizó o en que se están utilizando, se habló de programas sociales, pero eso no rinde un resultado óptimo”.
Propuso que si se adquieren nuevos endeudamientos que los recursos sean para salir de deudas viejas, o en su defecto para que estos fondos sirvan para fortalecer la inversión pública, proyectos que generen crecimiento en la economía, o en actividades como el sector energético, agricultura, industria, infraestructura vial, centros de salud, hospitales o escuelas. PD