Tegucigalpa – El obispo emérito Luis Alfonso Santos, dijo este miércoles estar en contra de la Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDEs), por considerarlas inconstitucionales.
“Mi posición es la misma que la de la Conferencia Episcopal, que aunque no pertenezco a ella porque en 2011 que me convertí en obispo emérito, sigo siendo religioso y aconsejando, haciendo apostolado y oracion”, indicó.
Señaló que la mayor parte del pueblo no sabe qué es una ZEDE por lo que el gobierno cuenta con el respaldo popular y es por ello que diferentes sectores se han declarado en contra de las mismas.
“Estas ZEDEs son rechazadas por el pueblo y el pueblo debe de ser escuchado”, manifestó en entrevista con la radio HRN.
Agregó que el gobierno ya tomó la decisión de seguir con este proyecto y es avalado por el Congreso Nacional desde hace un par de años, pero siguen siendo ellos los llamados a derogar dicha ley.
Reiteró que las ZEDEs deben de ser rechazadas por el pueblo porque son una enajenación de la soberanía nacional, aunque últimamente ya no se habla de patria, de la independencia para la felicidad del pueblo, “este gobierno va a seguir adelante y las ZEDEs por lo que se ve no hay nadie que las pare”, arguyó.
En otro tema, dijo que que el partido de gobierno continuará en el poder ya que Nasry Asfura será el sucesor de Juan Orlando Hernandez, aunque se dice que el presidente actual continuará en el poder con el gane de “Papi a la Orden” si es que lo deja seguir y no lo quita antes del proceso electoral.
Añadió que en el país la corrupción es la que impera, por lo que no cree en un proceso electoral transparente y consecuentemente continuará la dictadura.
El obispo emérito dijo que él es seguidor del candidato presidencial Yani Rosenthal en el Partido Liberal.
Por otra parte, señaló que el descuido de la Salud no solo es responsabilidad de este gobierno, sino desde que estaba el presidente Roberto Suazo Cordova, por lo que la corrupción en el sistema sanitaria, educativo y otros sectores viene a repercutir en la pobreza que hay en el país y por consiguiente la gente no tiene cómo pagar los medicamentos y la pandemia ha dejado al descubierto la vulnerabilidad del sistema. IR