Tegucigalpa – Honduras cerró en el 2018 con una tasa parcial de homicidios de 41 por cada 100 mil habitantes, según el Observatorio de la Violencia de la estatal Universidad Nacional Autónoma de Honduras, pero ocho de los 18 departamentos del país junto a cinco municipios siguen siendo los más violentos e inseguros, un factor que obliga a replantear en esas zonas las estrategias de seguridad.
Los datos proporcionados por el Observatorio de la Violencia se construyen con información proporcionada por la Mesa Interinstitucional de Validación Integrada que conforma la Policía Nacional (Dirección Nacional Telemática y la Dirección Policial de Investigaciones), el Ministerio Público por medio de la Dirección General de Medicina Forense, instituciones que proporcionan información sobre muertes por causa externa, entre otros.
Ese cruce de información permite proyectar una tendencia y de acuerdo con el último informe trimestral del Observatorio de la Violencia, la tasa de homicidios de enero a septiembre de 2018 era de 41.0 por 100 mil habitantes, con un total de 2,774 muertes violentas. El dato final se tendrá a inicios de 2019 cuando se terminen de tabular los últimos registros, pero todo indica que esa tendencia se mantendrá.
Como se mantendrá también la proyección acerca de los ocho departamentos más violentos e inseguros del país, algunos de los cuales se conservan así desde hace más de una década, es decir, no logran salir de las llamadas zonas calientes del país.
Los departamentos más inseguros
Esos departamentos son Copán con una tasa parcial de homicidios de 40.4 por 100 mil habitantes, Cortés con 34.8; Atlántida con 36.9; Yoro con 40.9 y Colón con 31.3.
Le siguen en esa franja de inseguridad, Comayagua con 38.4, Francisco Morazán con 31.3 y Olancho con 35.0 por cada 100 mil personas. La tasa mundial de homicidios según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es de un promedio de 8 por cada 100 mil habitantes, pero en Honduras hace poco más de seis años los registros llegaron a poco más de 90 por cada 100 mil habitantes.
Honduras hace un buen tiempo que se alejó del estándar mundial y si bien la tasa global de homicidios ha bajado de 92 hace seis años a una proyección de 41 para fines de 2018, la cifra sigue siendo alta.
Estos ocho departamentos que conforman ese núcleo de la inseguridad tienen también un poco más de una década de estar dando señales que algo pasa en la zona para que los índices de homicidios y violencia se disparen, con mayor o regular intensidad, pero nunca salen de la media del estándar según las cifras del Observatorio de la Violencia.
Zonas de cárteles y crimen
Algunos de esos territorios han sido penetrados por estructuras del crimen organizado y del narcotráfico, son corredores no solo del trasiego de drogas, también del tráfico de armas, dinero y trata de personas, según reportes de las autoridades.
El desmantelamiento de carteles del narcotráfico se ha producido en algunas de estas zonas, pero los índices de violencia en ellas siguen siendo significativo, porque según las propias autoridades de seguridad, algunos de estos carteles se han vuelto a reorganizar, tal es el caso de Los Valle Valle en la región de occidente, o la escisión que se produjo en el litoral atlántico en donde operaban Los Cachiros, donde pequeños grupos de transportistas de drogas se pelean las plazas territoriales.
Desde hace más de diez años, el Observatorio de la Violencia con sus datos viene pintando ese panorama, allí los desafíos en las estrategias de seguridad demandan mayor efectividad ya que los retos son tremendos pues esa violencia tiene otros efectos colaterales dolorosos para el país: la educación, pues otras cifras revelan cómo esa inseguridad está afectando el ausentismo y la deserción escolar.
Distrito Central, municipio inseguro
Si ocho departamentos son los más inseguros del país por la violencia, cinco municipios también repuntan en este aspecto según las cifras del Observatorio de la Violencia.
A septiembre de 2018, esos cinco municipios fueron el Distrito Central con 425 homicidios, San Pedro Sula con 268, Choloma con 168; El Progreso con 89 muertes violentas y Comayagua con 80 homicidios. Tanto San Pedro Sula que llegó a ser considerada como “la capital mundial del crimen”, como Tegucigalpa, se han desmarcado de esos deshonrosos títulos, pero en ambas la seguridad sigue siendo un tema de urgente atención.
Estos municipios también se ubican desde hace más de una década en la franja de la inseguridad, las cifras del Observatorio de la Violencia vienen dando esas señales de alarma hace algún buen tiempo. Habrá que identificar nuevas estrategias de abordaje en estos municipios para disminuir los índices de las muertes violentas.
En términos generales, el Observatorio de la Violencia revela otro dato preocupante: no existe día de la semana en donde no haya ocurrido un hecho de violencia. Hace unos años, los fines de semana y los lunes se reportaban como los días más violentos, pero ahora, en el informe parcial de enero a septiembre de 2018, todos los días de la semana fueron violentos.
El reporte indica lo siguiente los lunes reportaron en total 412 homicidios en ocho meses, es decir, de enero a septiembre. El martes, 320, el miércoles 305; el jueves 293, el viernes 369, el sábado 498 y el domingo 595 muertes violentas. Las horas en que se cometen los homicidios son por la noche y luego a cualquier hora del día, señala el Observatorio.
Si bien la tendencia es a una disminución en la tasa anual de homicidios, las particularidades de los departamentos y de los municipios ubicados en las llamadas franjas rojas de la inseguridad, amerita estrategias de prevención y represión más efectivas y disuasivas, de acuerdo con los expertos.