Tegucigalpa (Especial Proceso Digital) – A lo largo del medio siglo de historia que tiene la Escuela de Periodismo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), por sus aulas han pasado insignes catedráticos que se distinguieron por su profesionalismo y entrega para formar a las nuevas generaciones de comunicadores sociales.
Algunos de esos docentes ya fallecieron, pero su huella y su ejemplo perdurarán en el tiempo y el espacio en esa unidad académica y en los medios de comunicación en los que trabajaron.
Uno de esos buenos catedráticos fue el periodista, José Ramón Murillo Cantoral, quien impartió las asignaturas de Redacción, Opinión y Titulación y formato, mediante las que transmitió sus conocimientos y experiencia recogida, además, en el ejercicio diario como reportero.
Murillo Cantoral, quien además trabajó en los diarios La Prensa y El Heraldo, figura entre decenas de profesionales formados en la UNAH en la segunda mitad del siglo pasado.
Entre otros profesionales de esos años, que ya no están entre nosotros, figuran Lilian López Carballo, quien falleció el 13 de marzo pasado. Además de docente universitaria, contribuyó a formar a muchos jóvenes y fue directora de la Escuela de Periodismo, en cuyas aulas logró granjearse el aprecio de los estudiantes.
De otros valiosos docentes, que ya fallecieron, también queda su recuerdo, enseñanza y alegrías compartidas con sus alumnos.
Entre ellos también evocamos a Miguel Pineda al frente de asignaturas como Sociología de la comunicación, quien también estudió en Francia, y a Fossi Bendeck, y sus clases de Periodismo cinematográfico.
Fossi, además, fue un apasionado cineasta hondureño con estudios de actuación y dirección en Roma, Italia, entre 1957 y 1960, lo mismo que en Nueva York, donde se especializó en actuación.
También recibió cursos de producción y televisión en México, entre 1962 y 1963. Regresó a Honduras en 1963.
El inefable Fossi se dedicó a la docencia durante más de 20 años en la Escuela de Periodismo y dejó algunos aportes a la cinematografía nacional, incluso como actor en varias películas.
De la vieja guardia de los periodistas recordamos además a Guillermo Castellanos Enamorado, quien ejerció la profesión mucho antes de estudiar en la Escuela de Periodismo.
Guillermo, quien falleció en 2003, a los 77 años, también fue docente de educación primaria y media, escritor, y uno de los fundadores del Instituto Alfonso Guillén Zelaya, en Tegucigalpa.
Tampoco olvidamos a Jaime Andino, quien además de docente fue uno de los mejores operadores y expertos en grabación y editor de sonido en la Escuela de Periodismo y varias emisoras de radio en Tegucigalpa.
Otro valioso periodista hondureño, que, aunque no estudió periodismo en las aulas de la UNAH, fue el maestro Ventura Ramos, quien impartió las asignaturas de Ética y Opinión.
Ventura Ramos, padre de la periodista y escritora María Eugenia Ramos, egresada de la UNAH, fue uno de los mejores editorialistas que tuvo el país, dejando buena parte de su obra como jefe de Redacción y editorialista en los ya desaparecidos diarios El Cronista y Tiempo.
Por la Escuela de Periodismo también pasaron en el siglo pasado profesionales extranjeros que le aportaron muchos conocimientos, como el colombiano Luis García Bueno, en Titulación y formato.
García Bueno, quien ya falleció, fue esposo de la también docente egresada de la UNAH y diputada Patricia Murillo. Trabajó además varios años en Diario Tiempo, desde su fundación, en noviembre de 1970, y otros medios impresos como La Prensa, La Noticia y El Nuevo Día.
A ellos, nuestro recuerdo permanente desde Proceso Digital con ocasión del Día del periodista hondureño. (OM)
