Tegucigalpa – La primera dosis de la vacuna contra la COVID-19 fue aplicada la tarde de este jueves, en Honduras, a la enfermera Soraya Ortega, del centro de Salud Alonzo Suazo, ubicado en la capital del país.
El proceso siguió con la aplicación de la vacuna al doctor de primera línea en el combate contra la pandemia, Nolvin Guifarro.
El acto simbólico se realizó en el Hospital de especialidades pediátricas María, en Tegucigalpa.
Las autoridades sanitarias iniciaron esta tarde la aplicación de cinco mil dosis del inoculante que corresponde a una donación realizada por el estado de Israel a este país centroamericano.
Israel donó a Honduras las cinco mil dosis de la vacuna Moderna como un acto de solidaridad y agradecimiento en el marco de la cooperación diplomática que ambas naciones sostienen.
En el acto de la colocación de la primera vacuna se hizo presente el presidente Juan Orlando Hernández, el canciller Lisandro Rosales, la ministra de Salud, Alba Consuelo Flores y autoridades sanitarias.
La vacuna ha sido distribuida entre de los trabajadores que se encuentran en las salas de las unidades de cuidados intensivos de los hospitales públicos y de la seguridad social en San Pedro Sula, Tegucigalpa, Copán y Choluteca.
En el evento el presidente Hernández dijo que en este marzo Honduras contará con más inoculantes para completar la inmunizaciòn de los trabajadores sanitarios de primera línea y continuar con el resto del sistema, de acuerdo a las prioridades.
Enfermera y médico, felices por la vacuna
“Con el corazón en la mano les digo: estaba esperando esta vacuna, siento una gran emoción”, dijo la enfermera Yelena Soraya Ortega, auxiliar del departamento de Enfermería del Centro de Salud Alonso Suazo.
En el evento, Soraya contó que desde que inició esta emergencia sanitaria ha estado en primera línea de combate y a pesar de que padece enfermedades como diabetes e hipertensión, no han sido un obstáculo para salvar vidas hondureñas.
“Yo creo el cien por ciento en las vacunas y espero que pronto disminuya esta curva de contagios”, afirmó.
Advirtió que “no porque nos vacunemos vamos a andar sin mascarilla, sin gel, no nos confiemos. Soy madre de dos niñas y mis hijas continúan en casa; por eso invito a que hagan el uso correcto de las medidas de bioseguridad”.
Por su parte, el médico internista Nolvin Guifarro expresó que “me siento feliz por esta vacuna Moderna y que es muy efectiva. Solo una persona que ha estado con pacientes COVID-19 sabe cómo muere un paciente y eso es delicado”.
“Ahora que se nos da esta oportunidad de esta primera dosis agradecemos al presidente Hernández y al pueblo de Israel”, aseveró el profesional de la Medicina.
Esperanza
De su lado, el médico general en el área COVID, Daniel Alberto Suazo, no ocultó su alegría luego de recibir su primera vacuna anticovid.
Explicó que luego de recibir la dosis siente «tranquilidad y confianza para seguir atendiendo a la población hondureña».
«Llevo un año trabajando en el área de COVID y después de ver tantas personas fallecidas ahora siento esperanza. Me siento feliz luego de ser una de las primeras personas vacunadas», añadió Suazo.
El pediatra intensivista Arturo Villatoro expresó que «siento seguridad y esta vacuna nos viene a generar confianza; nos hemos expuesto casi un año y gracias a Dios no he sido infectado durante todo este tiempo».
Explicó que luego de haber recibido su vacuna seguirá al pie de la letra con las medidas de bioseguridad y con el distanciamiento físico.
Explicó que «esta vacuna nos da confianza para seguir atendiendo” y refirió que la posibilidad de llevar la enfermedad a la casa “ha sido nuestro mayor temor en todo este tiempo».
La auxiliar en enfermería Gladis Salgado expresó que «al principio me sentí un poco nerviosa, pero ahora siento seguridad y ahora podemos atender al paciente de COVID-19 con más seguridad».
Añadió que «me siento feliz y voy a poder trabajar con mayor tranquilidad; sin embargo, aunque tengamos la vacuna en nuestro país, siempre es importante seguir con las medidas de bioseguridad como el uso de mascarillas, gel de manos y distanciamiento». (AG)