«Telemundo-KVEA 52 y Mirthala Salinas han decidido de mutuo acuerdo terminar su relación de empleo a partir de octubre 1, 2007. No estamos en posición de hacer ningún otro comentario posterior sobre nuestras conversaciones con la señorita Salinas acerca de su retiro», afirmó en un escueto comunicado la gerencia de Telemundo en Los Ángeles.
Salinas, quien fue suspendida dos meses por violar normas éticas de la cadena, debió haber comenzado a trabajar el lunes en la oficina de la cadena ubicada en Inland Empire.
Tras esperar en vano a que Salinas apareciera en la estación a las 10 de la mañana para personalmente hacer con ella el recorrido de introducción, el gerente de Telemundo Víctor Franco confirmó que «Mirthala no volverá».
A continuación difundió el comunicado de la empresa donde anunciaba la finalización, por acuerdo mutuo, de la relación laboral.
La periodista había sido suspendida por la cadena televisiva tras una investigación que demostró que se habían violado normas éticas de la empresa al permitírsele que presentara noticias sobre el alcalde mientras mantenía una relación sentimental con él.
Tras el escándalo, la pareja ha sido muy discreta sobre su relación y el alcalde se ha negado a aceptar cualquier pregunta al respecto.
Salinas ha sido hermética con respecto a sus planes futuros y al porqué de su decisión de no aceptar el traslado que la cadena Telemundo le hizo, desde su sede central en Los Ángeles a las alejadas oficinas en Riverside, 60 millas (90 kilómetros) al este en Inland Empire.
Hasta el momento ella no ha respondido llamadas, ni ha dado a conocer ningún comunicado, como hizo anteriormente con respecto a su relación con el alcalde y a la investigación de Telemundo sobre sus actuaciones.







