* Cada vez más solo, paradójicamente solo depende de EEUU para regresar
*Hasta el propio Hugo Chávez está convencido de la imposibilidad del retorno
Zelaya, que durante sus últimos años en el poder, renegó de Estados Unidos y al igual que sus entonces socios de la Alternativa Bolivariana de las Américas (Alba) comenzó a atacar a lo que llaman el poder imperial, ha visto que solo el poder de la Casa Blanca es capaz de reimponerlo en la Casa Presidencial.
En ese sentido será recibido este jueves por la secretaria de Estado norteamericana Hillary Clinton, a la espera que pueda lograr convencer a los estadounidenses que solo su mano fuerte es capaz de doblegar al pueblo hondureño que resiste a Zelaya.
Abandonado
A pesar que Zelaya apostó toda su fortuna política por el mandatario venezolano Hugo Chávez y el proyecto de la Alba, ahora ha visto como sus socios políticos lo van dejando solo, al constatar que el destituido ex presidente catracho no tiene capacidad de movilizar a la población a su favor y que los sectores que defienden la Constitución no han presentado una solo fisura.
Chávez entendió la realidad existente y hace dos días admitió que el regreso de Zelaya es cada vez más difícil y casi dio por perdida la promesa en la que se comprometió públicamente de reinstalar a Mel en el poder.
Los demás socios de la Alba también se han llamado al silencio, mientras los demás mandatarios ofrecen apoyos diplomáticos al destituido presidente Zelaya, pero ninguna acción concreta que permita su regreso al poder.
Boicot
De hecho la nueva estrategia de Zelaya y sus socios políticos externos es amenazar con no reconocer el resultado de las elecciones presidenciales del próximo 29 de noviembre, con lo cual admiten de hecho que el ex mandatario no regresará al poder.
De hecho el mismo Zelaya anunció en Washington, tras un encuentro con el Consejo Permanente de la OEA, que logró el respaldo de las 33 naciones para que las autoridades que salgan de los comicios no tengan la legitimidad internacional.
Hasta el momento ningún gobierno, ni Insulza salieron a confirmar las palabras de Zelaya en cuanto al futuro del reconocimiento electoral.
Y es que Zelaya no entiende que el reconocimiento es una acción individual de los Estados y no del conjunto de la OEA, que solamente certifica por medio de su Misión de Observación Electoral que las elecciones se llevan a cabo en forma transparente.
Es difícil que Washington, Brasilia o hasta la misma Caracas renuncien a su soberanía de ejercer la política exterior que más les convenga y dejen la misma en manos de un organismo continental.
De hecho el mismo presidente costarricense Oscar Arias dijo el miércoles que las elecciones pueden ser la solución a la crisis política hondureña.
Mientras tanto Zelaya cruza los dedos para que Clinton le de las buenas nuevas de su apoyo.
