- Confía que Zelayatomará la decisión de su retorno»tomando en cuenta múltiples factores internos».
- No descarta que la crisis de Honduras pase al Consejo ONU
En declaraciones a la prensa a su llegada a la Organización de Estados Americanos (OEA), Espinosa se mostró «preocupada» por el hecho de que todo indica que «no va a ser posible» la restitución del depuesto presidente Manuel Zelaya de manera inmediata.
«Eso de alguna manera nos lleva a aplicar la Carta Democrática Interamericana y a la suspensión de Honduras», señaló.
«Lo que queremos es ayudar a que se generen las condiciones para que se restaure la democracia en Honduras, para que pueda volver a tener un proceso democrático institucional como debe ser», agregó.
La OEA reanudó hoy su XXXVII Asamblea General Extraordinaria para decidir sobre la suspensión de Honduras al haberse vencido el plazo de 72 horas dado el pasado miércoles al nuevo Gobierno de Roberto Micheletti para que restaure la democracia, el estado de derecho y restituya a Zelaya.
Espinosa destacó que la situación actual «es complicada», porque el Gobierno de facto de Honduras ya ha enviado una carta indicando «claramente que no desea una relación con la organización».
«Eso estaría claramente limitando las posibilidades de que la OEA influya en el curso futuro a seguir. Por eso también estamos preocupados», sostuvo la secretaria de Relaciones Exteriores de México.
El margen de maniobra de la OEA es, a estas alturas, reducido, «sobre todo a la luz de lo que ya ocurrió», con el viaje de Insulza a Tegucigalpa el viernes para efectuar gestiones diplomáticas encaminadas a recuperar el orden constitucional en Honduras, aclaró.
«El resultado ha sido desafortunadamente de muy poca receptividad» por parte del nuevo Gobierno hondureño tras el golpe de Estado efectuado el pasado domingo contra Zelaya.
Una posibilidad que tienen los países miembros de la OEA es llevar el asunto al Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
«Todavía no hemos hablado de eso», explicó Espinosa, pero «es uno de los temas que seguramente habrá que abordar ahora» en la Asamblea General Extraordinaria, que si bien se ha reanudado oficialmente, sigue suspendida.
«Siempre existe esta posibilidad» de trasladar el tema al máximo órgano de decisión de la ONU, explicó.
La canciller mexicana explicó que, aparte de la eventual suspensión a Honduras, los países y organismos multilaterales podrían aplicar sanciones de diferentes grados como herramienta de presión, aunque reconoció que se trata de un equilibrio difícil porque también afectarían a la población en su conjunto.
Espinosa indicó que «en un mundo tan global es muy difícil hablar de un aislamiento absoluto» de Honduras por el golpe de Estado, la posible suspensión y eventuales sanciones económicas, pero, dijo, «sí hay señales políticas».
En cuanto al regreso a Honduras que planea Zelaya, Espinosa se mostró convencida de que el depuesto presidente tomará esa decisión «sin duda tomando en cuenta múltiples factores internos».
«Lo que recomendaríamos es que no se provocara una situación de mayor tensión, que no se llegara a la violencia», afirmó la canciller.